Capitulo 23. The oracle.

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Liam giro su rostro, la luz del día ya lo estaba molestando. Abrió los ojos y encontró el lugar junto a él vacio, por lo visto Zayn se había levantado más temprano. Incorporo su cuerpo en la cama y observo la habitación, no solo se levanto más temprano, también limpio el lugar. El castaño dejo escapar una dulce sonrisa, pareciera que la pelea de hace una semana nunca hubiera pasado. Durante el transcurso de ese tiempo conocieron varios lugares pero hoy, su último día, la lista de cosas que hacer era inmensa. Se limpio los ojos, los paseos eran tan hermosos, aparte de conocer lugares que jamás imagino ver, descubrió otra faceta de Zayn, su gusto por la mitología y la cultura. No le sorprendía, un estudiante de arte sin gusto por lo bello del mundo, es como un medico con miedo a la sangre. Un medico ¿Y ahora que? No podría seguir con sus estudios de medicina. El ojimiel bajo la mirada y se perdió entre los pliegues de las cobijas, una de las cosas que más amaba tendría que verse interrumpida. Pero, Zayn tenía sus papeles, tal vez si se lo pedía podría inscribirse en una nueva escuela de medicina cerca de su nueva casa, no perdía nada intentándolo. Se dejo caer sobre la cama nuevamente, esto de pedir permisos y hacer lo que otros le pidan nunca fue con su personalidad, pero no existían otras opciones.

-Buenos días- dijo el azabache mientras entraba en la recamara.

Liam levanto la mira y vio entrar al ojimarron con un pequeño carrito.  Se volvió a levantar y le sonrió dulcemente. Amaba los hermosos gestos que Zayn tenia con él, lo hacia sentirse muy especial importante.

-Buenos días- respondió medio dormido.

-Pedí servicio a la habitación, para que desayunaras, hoy tenemos muchas cosas que hacer- le dijo destapando los alimentos.

-Zayn… ¿Por qué hay tocino en el plato? Sabes que yo no como carne- le dijo con un puchero.

-Ya sé, es que a mi desayuno le faltaba y por eso viene en tu plato, son para mi- le respondió mientras se llevaba a la boca uno de los trozos de alimento.

Ambos desayunaron en silencio, Zayn pensando en todos los lugares que les faltaba conocer antes de irse y Liam pensando en como decirle a Zayn para seguir sus estudios. Pero eso se lo diría llegando a la casa, quería que su moreno disfrutara cada segundo en esa tierra exótica, se lo merecía. El azabache se puso de pie y recogió los platos.

-Báñate, tenemos un día muy largo y si queremos terminarlo, tenemos que salir en este momento- le ordeno.

-Lo que tú mandes y ordenes- respondió sarcásticamente.

Zayn hizo un puchero y se acerco para darle un beso –Asi es, lo que yo mande y ordene-.

Liam no le respondió con palabras, al momento en que el ojimarron se dio la vuelta le arrojo una nalgada, haciendo que el azabache diera un salto del susto.

-Eso es por ser tan mandón Malik- le soltó entre carcajadas y entro en el baño.

Ambos listos con sus mochilas repletas de los artículos necesarios salieron del hotel y subieron a una motoneta que rentaron para su primera parada. Subieron a ella, Liam la encendió mientras Zayn se agarraba de su torso. El camino era hermoso, se podían ver las claras costas del mar mediterráneo, el sol brillaba fuerte en lo más alto del cielo, los niños jugaban sin problemas en las pedregosas calles. Todo era como un cuento de hadas, o mejor, un cuento de los antiguos griegos. Hicieron una parada en una esquina del pequeño pueblo antes de llegar a la próxima ciudad.

-¿A dónde vamos?- pregunto el ojimiel limpiándose el sudor de la frente.

-Derecho, no te quiero decir el lugar que visitaremos- le susurro al oído.

El castaño suspiro derrotado, Zayn y sus secretos. Acelero y se dispuso a recorrer lo que les quedaba de camino. El paseo era tan tranquilo y el paisaje tan místico que se podría pensar que ese era el propósito de estar ahí. Acelero y de lejos vio la ciudad. Uno de esos lugares donde se conserva la belleza del pasado y el encanto del futuro.

Chains Of Love- ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora