Capítulo 19: Contigo (S)

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Jack

Después de que cerraron el restaurante Finn me invitó a salir, aunque básicamente esas no eran las intenciones, llegamos al parque.

"Te queda bien el traje" Me halaga pasando una mano sobre la tela color negro.

Yo asiento y resfriego mi cabeza con su pecho tal como lo haría un gato. Nos entramos en un banco de madera; él posó una de sus piernas en la mía y me miró fijamente.

"Te busqué durante este tiempo" dijo nostálgico y riéndose a la vez. Se inclinó a mi tensando su espalda hasta llegar a mis labios donde se detuvo, dubitativo.

"¿Te puedo besar?" preguntó.

Asentí con la cabeza sin quitar los ojos de su espléndida mirada. Y así lo hizo, tocando con timidez mi mentón y pasando delicadamente su pulgar sobre mi mejilla hasta llegar a su destino.

"Aquí no, podemos ir a mi apartamento bueno solo si quieres" propuso a lo que yo reí. El lugar del que hablaba no quedaba tan lejos a decir verdad, solo nos bastó con caminar unos minutos y en el camino rozabamos de vez en cuando nuestros dedos.

El interior del cuarto era cálido a diferencia del mío que era fresco, casi helado. Dejé mis pertenencias en la mesita de noche, me acerque a él. Finn estaba sentado en el borde de la cama que llegaba un poco más arriba de mis rodillas; el brillo de sus ojos no se había desvanecido, se habia vuelto más resplandeciente.

"Bésame" espeto acariciando sus muslos y luego bajar hasta sus rodillas.

"No tienes que pedirlo" se inclina y siento una súbita presión en mis labios y una sacudida en todo mi ser. Me separo de él y me quito la mayoría de accesorios para evitarle trabajo a Finn -aunque sé que él lo disfruta-, doy la vuelta para subirme a la cama y para es entonces ya los dos no tenemos ninguna prenda en el torso.

"No sabes cuanto extrañé tus labios, Finn" le digo tomando con una fuerza moderada el cuello atrayendolo a mi, recargo mis codos en las sábanas mientras observo el cuerpo estructural de mi acompañante.

"No me lo imagino pero quiero averiguarlo" su sonrisa coqueta aparece adornando su rostro. Miro detenidamente cómo baja con lentitud la cremallera de su pantalón.

"¿Necesitas que te recuerde las reglas?" me dice y apenas me doy cuenta que me muerdo el labio inferior.

"Creo que si porque en este mes quizá las haya olvidado" le digo con suspicacia retandolo.

"No juegues"  me advierte trazando un camino en mi abdomen.

"No estoy jugando, no me acuerdo que se debe hacer y que no... ¿Que pasa si vuelvo a hacer esto?" lo invito a que me mire mientras muerdo con sensualidad mi labio y después pongo los ojos en blanco. Tentarlo era mi hobbie favorito.

"Me debes una de castigo y no me importa si mañana no puedes sentarte para tocar el piano" me río ante sus amenazas y sin querer enciendo su lado salvaje. «Sin querer ¡Já!»

Su mano abandona mi abdomen y se posiciona de un momento a otro en mi miembro para apretarlo con delicadeza, reprimo un gemido y abriendo un poco las piernas. Finn retira el pantalón de paño y lo lanza a alguna esquina de la habitación. ¡Joder, cómo extrañaba sus palabras sucias y sus acciones inoportunas!

Me susurra algo en el oído que es apenas ilegible, sus palabras grotescas me seducen. Su cuerpo cae con cuidado sobre el mío uniéndonos de nuevo en un profundo beso torpe (parecido al primero) que al finalizar deja un chasquido y un jadeo. Sé que su mano izquierda se abre paso entre la tela y mi piel para tocar mi zona débil y vulnerable. Masajea desde el inicio de la ingle haciendo presión hasta llegar al inicio de una pronta erección.

"Está duro" gruñe.

Sus dedos hábiles juegan con el torso de mi miembro haciendo movimientos zigzagueantes para llegar al glande dónde me tortura; pellizca la punta haciendo que un grito de placer se filtre en mi garganta y suene en la mayor parte de la torre o eso creo.

El tacto placentero hace que mande la cabeza para atrás disfrutando cada rose sumados a los besos húmedos que depositaba en mi cuello y clavícula, yo sostenía su cabello inhalando el aroma de su shampoo. Olía a naranjas.

"Finn..." suplico pero no recibo respuesta, él simplemente actúa.

Recorre el acto de mi pie luego de quitar las medias grises, mi espalda forma un arco y mis brazos se extienden a los lados buscando un lugar de donde sostenerse. Me da la vuelta con delicadeza y pues sentir algo duro junto a mi muslo. Ahogo un suspiro tomando con los puños una gran cantidad de tela recogiendo la sabana bajo de mí.

"Extrañaba esto" me dice mientras pasa sus delgados dedos por la ingle y saltando a los muslos. Lo que me hacía delirar.

"Entonces, hazlo sin titubeos ni dudas" siento que he sonado frenético y enojado.

"Sólo disfruto de tu piel" su voz me provoca escalofríos.

Tal como yo quería sus manos descendieron por mi espalda llegando a mi entrada. Me sentí familiarizado con sus dedos cuando entraron y apreté las sabanas que tenía en mis puños. Gruño cuando sus dedos son reemplazadados por su glande.

Muestras tanto siento sus labios dejar pinceladas por mi columna, me penetra muy, muy despacio.

"¿Que hiciste durante este tiempo?" sé que no me puede ver y aprovecho para girar los ojos es decir, ¿a quién se le ocurre sacar un apregunta tan casual en semejante situación? Entonces se me ocurre que puede estar nervioso.

"La verdad, entré a un instituto" logré decir a través de gemidos a causa del movimiento brutal que Finn ejecutaba.

En poco tiempo tiempo terminó dentro de mí y salió para lanzarse a mis débiles brazos.

"Y tú ¿que hiciste?" digo calmando mi respiración.

"Te busqué..., te busqué y te he encontrado. Ahora me prometí jamás dejarte ir y si en algún caso me ahogara, quiero que tú y solamente tu me salves porque recuerda: tu amor me da el oxígeno para vivir" finalizó dándome un beso en la punta de mi nariz.

 Room Service; Fack [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora