Capítulo 35: Huída

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Jack

Un contrato, genial. Do noches y podré irme, a menos que cometa un error; lo pagaré con mi sangre. Del mismo modo lo pagará Finn si escapo.

"Quiero verte en mi cuarto a las nueve" dijo tomando una copa de licor, retandome con su ojos saltones y perdiéndose entre los lujos de la casa.

Solo hay un dato que me reconforta: Wyatt está en un hospital en recuperación. Las heridas fueron leves pero perdió bastante sangre. Por otro lado, Finn sigue recibiendo cortes y descargas eléctricas de baja intensidad -según dicen, trató de desafiar a Alex y su familia, otro dicen que trató de escapar-, y sólo se detendrán hasta que Alex haga lo que quiera conmigo.

"¿Puedo ir al baño?" Preguntó dirigiéndome a uno de los cuatro guardias con aspecto de gorila que me custodian, ellos se miran entre sí, cambiando miradas y señales secretas.

"¿Para hacer qué?" Pregunta uno de ellos. Les he puesto nombre así que él es el gorila rojo.

"Para hacer del dos" respondo mirando al gorila amarillo ¿Por qué nombres de colores? Porque es la tolerancia que les tengo; rojo es el peor, amarillo le sigue con sus miradas perversas, azul que es medio relajado y el morado que básicamente es una copia de Wyatt. Oh, Wyatt.

"Jesús te acompañará" responde el gorila amarillo.

Me encojo de hombros y digo amén, no soy muy religioso pero espero que eso baste para no morir.

"No entendiste" habló por primera vez el gorila morado "mi nombre es Jesús" reprimo una carcajada, una grande. Creo que no he reído hace mucho tiempo o al menos desde que estábamos en la playa y me reía de Finn mientras bailabamos junto a la chimenea.

"¿En quién piensas?" exclama Jesús intrigado.

"Oh, no pienso en nada" rayos, supongo que he sonreído "recordando tiempos bonitos donde no era secuestrado por un narcotraficante y asesino" nuevamente me encojo de hombros y recibo un codazo de parte de Jesús. Es un Jesús violento.

"Cuenta, puedes decirme" yo niego "era ¿Un chico o una chica?" Violento y chismoso.

"Es un chico, dos años mayor que yo" digo con simpleza. No me atrevo a decir su nombre, me duele pronunciarlo e incluso pensarlo ¿Cómo estará?

"Ahora dime porqué sonreías, no digas que nada porque conozco esa sonrisa ¿Fue tu novio?" Negué, ojalá hubiese pasado, en ese caso yo nunca estaría aquí.

"Conocí a otra persona y esa persona nos separó" rápidamente entró a los baños sintiendo que me caeré pero me quedo mirando el gran espejo. El mesón de baño en mármol.

«Te cuidaré mientras estés conmigo» recuerdo con mínimos detalles las palabras de Finn. Él prometió protegerme pero ahora soy yo el que tiene ese deber.

«No te pido que me entiendas, te pido que me quieras y que te quites la ropa» esa vez...

Sonrío por última vez antes de entrar en un cubículo, estoy atrapado; no hay ventanas, ni rendijas, ni conductos como en las películas, lo único que hay es un trozo de metal puntiagudo que sobresale de la pared. Puntiagudo.

"A situaciones extremas, medidas extremas" digo en susurro, lo extraigo del muro y lo camuflo en una de mis mangas asegurándome de no rasgar mi piel ni ropa pero el miedo de que pueda ser hallado me carcome así que lo meto en el pantalón justo al lado de la pantorrilla.

Suspiro.

Jesús me llama. Mejor le digo Gorila morado. El gorila morado me llama, rayos suena igual de raro.

"Ya voy" grito y lavo mis manos.

"Nos han llamado" murmura y luego pregunta porqué me he demorado.

"Casi no encuentro papel" miento. Él me mira dubitativo pero levantó las cejas con la intención de parecer confiado.

"Alex le ha pedido que se ponga algo provocativo" parece incómodo ¿Cómo no? Me está diciendo que tendré que entrar con escasa ropa y además es heterosexual.

Poca ropa. Demonios ¿Dónde pondré el trozo de metal?

"No puedo, quiero conservar mi pureza, entre más sencillo mejor" invento otra excusa sólo para decir que quiero conservar mi dignidad.

"Debe ser incómodo lo que vas a hacer. Perder tu virginidad con Alex, quiero decir" entonces recuerdo que según ellos soy virgen.

¡Ja, ja, ja! Menuda mentira. Si supieran que estaba pensándolo hacer con Finn en los baños del restaurante.

"Ni lo menciones, será una sensación horrible, por Alex quiero decir" solo por Álex.

"Yo la perdí hace un par de años" me suelta y me encojo.

"¿Cómo se llamaba la chica?" Trato de hacer contacto visual con él mientras camino.

"Era un chico. Llegamos" el guau de mi mente apareció junto a una explosión. Pensé que era gay, aunque puede que sea molestando.

Antes de poder responderle, él toma un pasillo a lo que creo que es la cocina dejándome frente a una puerta blanca y con la perilla de oro. Bastante extravagante para mi gusto.

"Hola Grazer" saludó una voz en la oscura habitación.

"Hola..." quedé mudo, estaba vestido con una bata azul. Iugh, necesito un baño para vomitar.

"¿Con qué comenzamos?" Asco, asco, asco.

"Hay principios básicos en este asunto" le sugiero, luego le daré una clase y al final no cogemos y yo no tendré traumas. Fin.

"Yo también lo sé, cariño" una palabra tan hermosa y dulce, en sus labios sonaba como el monumento más horrible de todos.

"Necesito respirar" exclamo. Abro la ventana y para mi sorpresa estamos en la primera planta. Una herramienta útil.

Alex se acerca con lentitud y toma el borde de mi camisa con sus dedos retirandola con mas lentitud (Alex Tortuga). Cuando volteó para ver donde ha aterrizado la camisa veo un punto negro acompañado con una lucecita roja.

"Eres un hijo de puta" murmuro. Saco con rapidez el metal y se lo clavo en el abdomen. Quiero que sufra al menos por media hora.

Ya que saben que fui yo, no me molesto en retirar el arma. Finalmente, puedo escapar y sentir el aire de la noche a medida que avanzo a zancadas.

"Jack, por aquí" es Jesús.

"Ay Yisus" exclamo con alegría.

"No me digas así, me llamo Evan"¿Qué?

Estoy a punto de refutar y pelear pero él me calla y me conduce a una camioneta blindada. En este esta alguien más, una persona sollozando y cubierto de vendas.

"Entra y conduce. Estamos a pocos kilómetros del pueblo más cercano, ahí abandona el auto y toma el Premier autobús. En la guantera está dinero" habla rápido y las balas no demoran en sonar.

"Evan, pero yo" suplico.

"Él te necesita, por favor" susurra antes de que una bala dé justo en su espalda; en su corazón ¿Quién?¿Quién me necesita tanto?

Enciendo el auto como puedo y con las manos temblorosas pongo el auto en marcha. Esto es una locura.

"¿Iremos a casa?" dice la persona de atrás, con un hilo de voz casi silbante.

Es Finn.

...
N/a: Estoy oliendo el final de esta historia y no me agrada el olor.

 Room Service; Fack [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora