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Capítulo 39: Expedientes

Omnisciente- Noche de la explosión.

Silenciosa era la clínica, los pacientes guardaban reposo en sus habitaciones como ya era costumbre; los chequeos eran diarios así que el personal no tenía mucha actividad.

Eso fue antes de que seis personas con severas heridas y síntomas llamaran la atención de los médicos.

"Necesitamos salvarlo" decían en tres salas de operación donde cada doctor hacía lo mejor de sí para mantener estables a los heridos.

NOTICIAS LOCALES  

Un hotel de la cuidad acaba de ser debatido por fuerzas desconocidas quienes detonaron aproximadamente once bombas, la primera de ellas dejó seis heridos y dos muertos. Las otras diez fueron detonadas vente minutos después ayudando a que las personas pudieran evacuar y dando tiempo para rescatar a los afectados. Es una ventaja que este sitio estuviese en un lugar apartado del centro y que no provocara más accidentes. Hasta aquí mi informe, Sophia Lillis.

11:55 p.m

Estamos a las afueras del hospital donde entraron las personas que recibieron el impacto de la primera explosión.

Según doctores y enfermeras del lugar, dos de ellos murieron en medio de la intervención quirúrgica debido a un infarto que se interpuso en la heroica acción, sus nombres eran Oliver Peters y Giselle O'Brien.

Otro de los afectados fue un chico de aproximadamente dieciséis años -No identificado- llegó demacrado, con la cara destruida y la piel llenas de quemaduras de tercer grado, lamentablemente murió apenas le pusieron la máscara de anestesia. Su nombre era William O'Reilly.

Y por último las tres personas que lograron sobrevivir; una niña pequeña con golpes en sus brazos y piernas, despertó doce horas después de quedar inconciente tras el impacto.

Sus padres Asher Angel y Joshua Rush; aún están en coma por severas contusiones tras usar sus cuerpos para proteger a la niña. Sigan en estudios.

Días después.

Soy Sophia Lillis y seguimos al tanto de la familia que está en este hospital y pudimos averiguar la situación de ellos antes del fatídico hecho. Según fuentes de información y testigos, la familia estaba en un paseo nocturno dentro de las instalaciones del hotel, la bomba estalló a cinco metros de distancia del trío de personas siendo el señor Rush el que recibió el mayor golpe.

En las últimas horas, el doctor Edmondson comunicó ante los periódicos que Joshua Rush quedará en estado vegetativo y su esposo, quien todavía no se ha despertado quizás terminé siguiendo sus pasos o pierda la capacidad de moverse.

La pequeña de seis años sigue en su habitación a la espera de algún familiar que la reclame, de no ser así, en las próximas veinticuatro horas ella estará protegida por el Estado quién le encontrará un nuevo hogar.

Estaremos al tanto con la historia de estas personas, hasta aquí el informe. Siga Jeremy Taylor con el reporte del clima.

Jack

Luego de poner el resumen de las noticias de los días pasados pulsé el botón de apagado y miré a Finn quien contemplaba la pantalla del televisión con la boca abierta.

"Eso lo hizo Alexander" afirmo lanzando el control a la pared con furia.

"¿Ese es el hotel?" Preguntó frunciendo el ceño.

"Te estoy diciendo que tenemos que tomar venganza" busqué algo de comida para llevar en una bolsa de tela, el mini-bar que había en el cuarto sólo tenía maní.

"¿Cómo se llama ese hotel?" Volvió a interrogar con la mirada perdida en la pared.

"¡No importa, tenemos que ir por la niña y matar a Alex!"  Grito perdiendo la paciencia con este chico.

"¡Sí importa! Tú dijiste que ahí nos conocimos, se supone que me estás ayudando a recordar pero lo único que estás haciendo es parecer un desconocido con sed de venganza" me reclama con autoridad, una autoridad que no merece ya que él es un problema más para mí.

Qué piense de mi lo que quiera, tengo cosas más importantes que hacer como: Contactar a Sadie, recoger a Peyton, buscar a Wyatt y regresar al restaurante. Las ideas no están claras así que opto por salir de aquí lo más pronto posible.

"Me iré, contigo o sin ti" giro el pomo de la puerta, sin embargo, una mano me detiene.

"¿A dónde?" Me reclama angustiado.

Hoy no ¿Por qué me hace esto?

"Tengo que salvar la vida de las personas que me importan, tengo a mi mejor amigo desaparecido y a una niña en quien sabe donde" la actitud que está tomando Finn se está haciendo un obstáculo para mí, parece un niño chiquillo preguntando todo y eso puede generar contratiempos.

"Déjame ayudarte, por favor" súplica cerrando la puerta tras de él.

Sé que aceptar es tener algo más de qué preocuparse, su falta de memoria no es un punto a favor y menos su miedo que posee.

"Está bien, vamos" pero quizás la presión le ayude a sacar recuerdos.

Los dos bajamos a la recepción y dejamos las llaves sin pronunciar alguna palabra más que un: gracias. El carro está en perfectas condiciones, la gasolina no será problema pero me preocupa salir a estas horas de la noche. Supongo que debimos partir más temprano.

"¿Qué haremos primero?" Se sube al asiento de copiloto y sus cabellos con puntas rubias resaltan.

"Buscaremos a la niña" digo antes de encender el motor para comenzar un viaje un tanto largo. Al cabo de unos minutos decide hablar.

"El orfanato... principal" pronuncia en murmullos incomprensibles.

"¿Qué dijiste?" Freno despacio para oír su comentario.

"El orfanato que queda bajando del parque principal" repite con el tono de voz más alto, casi seguro "Es donde llevan a los niños con protección del Estado, los que ponen en adopción con mas prioridad" no sé si es verdadero pero parece convencido y no tenemos el primer lugar para buscar así que conduzco.

"Eso, debes recordar algo más, ¿Qué tal si empiezas a recordar lugares? Puede ser un parque, una dirección o un número" giro a la derecha, sigo derecho y estamos más cerca a la cuidad.

"Apartamento 37, cerca a los árboles de dulce y los niños de algodón ¿Puedo conducir?"