La escapada.

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Bajé las escaleras y miré a una Abby y a un Harry jugando en el sofá.

-Ehm... chicos, ¿Interrumpo? —Miraron hacia atrás y sonrieron al verme—

-No hermana, ¿Dónde vas? —Preguntó Abby sentándome encima de Harry—

-Mm, saldré con Niall a dar una vuelta —Harry me miró pícaro—

-De acuerdo, pequeña Horan —Me sonrojé con lo que dijo -Tengan cuidado, ¿Sí? —Me advirtió Harry, y Abby lo miró fulminante—

-¿Eres su padre o algo? —Me reí al escucharla -Lissa, follatelo —Harry abrió los ojos de par en par tapándose la boca—

Se levantó y se puso detrás de mi tapándome los oídos.

-No escuches, Lissi, tú hermana está muy salida —Me reí dándome la vuelta y le di un beso a Harry—

-Les amo —Le mandé un beso a Abby y ella hizo cómo si lo cojiera—

-Y nosotros a ti —Dijeron los dos a la vez—

Salí de la casa y ahí estaba, apoyado en el coche mirando su móvil concentrado, intenté darle un susto pero me sirvió en vano.

-Hola —Me saludó quitándose las gafas de sol—

-Hola —Saludé feliz acercándome a él dándole un beso en la mejilla -Y bien, ¿Dónde vamos? —Dije entrando en el coche—

-Pues al parque, supongo —Asentí—

Condujo hasta a el parque y fuimos todo el viaje escuchando música, en su coche siempre sonaba Los cuarenta. Que nunca falte, él era un gran fan de la música, además desde que me cantó y toco la guitarra en nuestra primera cita, por decirlo así, me dejó helada.

-Llegamos —Me avisó saliendo del coche y abriendo mi puerta—

Salí y cogió mi mano y anduvimos hasta los columpios, se sentó y me quedé parada enfrente suya, sólo había un columpio, el otro estaba roto. Niall me agarró de la cintura, y me sentó a ahorcajadas sobre él en el columpio. Sonreí.

-Y bueno... ¿Qué tal? —Me preguntó, ésto era un poco incómodo...—

-Estoy bien Nialler —Sonrió -¿Y tú?

-Ahora mismo, muy bien —Los dos sonreímos cómo tontos—

Ahora no hacíamos nada, y sólo nos mirábamos.

-¿Hacemos algo? —Me preguntó él, asentí -¿Qué te parece si vamos a The Eye London y... montarnos? —Abrí los ojos cómo platos—

-Claro que sí, Niall, vamos —Dije feliz saltando para llegar al coche—

Nos montamos en el coche y fuimos hasta The Eye London, me daba algo de pánico las alturas, y cuándo llegamos allí, mi corazón empezó a latir más fuerte, él lo notó y agarró mi mano, sonreí y andamos hasta allí, Niall pagó las dos entradas para poder subir, esperamos a la gabina, y cuándo llegó pasamos, iban a pasar más personas con nosotros cuándo Niall le dijo algo al segurata que estaba en la puerta.

-Disculpen, ésta gabina está reservada para éstos dos chicos, a la siguiente gavina montan ustedes —La gente que iba a montarse asintió y se bajó, Niall me dio la mano y entramos, los dos solos—

Las puertas se cerraron, y el segurata estaba comprobando si estaban bien cerradas. Yo seguía perpleja mirando a Niall. ¿Él había reservado una vuelta en The Eye London para nosotros dos solos? En éstos momentos así, una no sabe qué hacer.

-Niall —Lo llamé—

-¿Mm?

-¿Hiciste ésto, por mí? —Él se dio la vuelta y vino hacia a mí cogiéndome las manos—

Todos los días de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora