La verdad.

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Andamos hasta llegar al lado de ellos, Abby me miraba con cara de... Estás muerta.

-Anden hasta el coche —Dijo Abby seria, Niall y yo asentimos y fuimos hasta el coche—

Abby y Harry entraron al coche en total silencio, no nos dirijeron ni una palabra desde que nos vieron salir del ascensor. Parecían bastante enfadados. Harry arrancó el coche, y comenzamos a ir a casa de los chicos. No podía estar enfadada con mi hermana, tenía que arreglarlo.

-Abby, yo... —Me interrumpió ella—

-Ni Abby, ni nada, ¿Te parece bonito lo que has hecho, Lissa? —Negué cabizbaja -Irte, o escaparte, no sé exáctamente lo que querían hacer, pero sin decirme nada, Lissa joder. Que tenéis dieciocho años, maduren de una maldita vez. Nos asustaron muchísimo —Nos gritó -Ah, y bueno... por no hablar de que apagaron los teléfonos —Habló sarcástica -¿Es que están locos, o qué? —Gritó -Y ya por no hablar de lo que hicieron... a saber tú qué cosas —Rodó los ojos, y todos los callamos, el coche quedó en completo silencio—

-Abby, tenemos dieciocho años —Hablo Niall -Podemos hacer lo que nos de la gana, ¿Sabes? No pueden venir detrás de nosotros todo el tiempo —Se defendió Niall, y Abby se giró -¡No siempre tene que estar Lissa haciendo lo que tú digas! —Le gritó Niall, y ella se giró mirándolo fulminante—

-Harry, para el coche —Él asintió, y paró el coche en seco, y Niall y ella salieron—

Me quedé mirando un punto fijo de el coche, sin decir nada. Totalmente seria, Harry me miraba de vez en cuándo preocupado, el pobre... Él si que no tenía la culpa de nada y estaba aguantando a Abby de mal humor, yo sabía por lo que estaba pasando Harry.

Pasó un rato desde que Abby y Niall salieron, y yo sólo miraba al frente. Al cabo de un rato, entraron los dos, Niall estaba serio, sin ninguna expresión en la cara, estaba preocupada por lo que le pudiera haber dicho.

-Chicos —Nos llamó Abby, y los dos le miramos... Ya venía otra vez con su discursito... -Os comprendo —Soltó de repente, Niall, Harry y yo nos miramos sorprendidos—

-Niall, ¿Le diste algo? —Le dije, y él negó rápidamente—

-¿No la habrás sobornado con chocolate, no? —Habló Harry seguro de eso—

-¿Desde cuándo comparto yo chocolate, Harold? —Él asintió cómo si fuera algo obvio—

-No chicos, de verdad —Habló ella -Tenéis toda la razón —Agachó la cabeza, y nos miró a Niall y a mí -Ustedes son jóvenes, apenas tenéis diecinueve años y... yo sólo quiero proteger a Lissa —Le sonreí -Y no quiero dejar, que nada te pase, pero por favor... —Nos suplicó -Tengan cuidado con lo que hacen, y Niall —Le miró -Cuídala —Le advirtió—

-Ésto es mejor que la telenovela que me veo todas las tardes con Zayn —Dijo Harry con un pañuelo sonándose los mocos, todos nos reímos -Bien chicos, vamos a casa —Arrancó el coche y pusimos marcha hacia la casa de los chicos—

-Lissa —Me llamó Abby—

-¿Mm?

-De ésto, nada a los chicos —Niall y yo asentimos sonriendo—

Llegamos a la casa, y entramos. Estaban Zayn, Perrie, Louis, Eleanor, Liam y Danielle, todos riendo y comiendo patatas. El aire estaba puesto, hacía muchísimo calor, así que nos decidimos dar un baño en la piscina.

-Hey chicos —Saludó Zayn—

-Hola Zayn —Saludé—

Les dí un beso en la mejilla a los chicos, y un abrazo a mis chicas, las hechaba mucho de menos.

Todos los días de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora