Me desperté sobresaltada por un ruído que provenía de mi balcón, al principio me asusté creyendo que era un animal que se había colado, y exáctamente así era, un amimal bastante bonito, mi rubio.
-Buenos días —Entró por el balcón saludándome -Traigo helado, para la chica más dulce del planeta —Se sentó a los pies de la cama mirándome con ternura—
-Hola Nialler —Saludé incorporándome en la cama, le miré con el ceño fruncido al ver que abría el bote de helado de chocolate -¿Helado para desayunar? —Fruncí el ceño sonriendo—
-Ajam, muy nutritivo que es —Habló, cómo si supiera lo que es nutritivo o lo que no lo es...—
-Eres muy lindo —Dije, y el me miró sonriendo—
-Lo sé —Se miró al espejo -Soy hermoso —Se habló a él mismo haciéndome reír—
Empezamos a comer helado, y Abby entró mirándonos con el ceño fruncido con la intención de hablar, pero en ese momento fue interrumpida por Niall.
-Sabemos lo que vas a decir señorita hagamos todo lo que diga —Dijo de buen humor, reí—
-Sólo vine a darle los buenos días a mi mejor amiga, y... a comer un poco de helado —Nos enseñó la cuchara, y los dos sonreímos—
-Pues si es en ese caso, adelante —Dijimos Niall y yo a la vez—
Abby sonrió, y entró a mi cuarto. Se sentó a nuestro lado, y los tres empezamos a comer helado, cómo dice Niall... Es muy nutritivo.
-¿Y ahora qué hacemos? —Preguntó Abby llevándose una cucharada de helado a la boca—
-Hoy iremos a la playa con los chicos, ¿Te apuntas? —Ella asintió guiñándome un ojo—
-Bien chicos, Harry está apunto de llegar —Se levantó y se dirigió a la puerta -No comáis mucho helado tan temprano —Nos avisó, y nosotros bufamos -Adiós feos —Se despidió saliendo por la puerta, y Niall me miró—
Cogió una cucharada de helado, y me miró pícaro enseñándome la cuchara. Oh no, ya sabía lo que tocaba ahora. Empezamos a correr por toda la habitación, me quería pringar de helado de chocolate, y eso no era muy agradable. Me resbalé y caí suelo quedando debajo de Niall. Me miró sonriendo, y le de volví mi sonrisa.
-Gracias —Me agradeció, y fruncí el ceño—
-¿Por qué lo dices? —Pregunté confusa—
-Por hacerme feliz, pequeña Benett —Sonrió tiernamente, y cogí su cara atrayéndolo a mí—
Nos besamos durante un rato, así, tirados en el suelo. Cuándo estaba con Niall no me importaba lo que estaba sucediendo a nuestro al rededor, sólo importábamos él y yo, y que le jodan al mundo, así de simple es la cosa. Nos separamos y seguíamos así, solo mirándonos.
-Liss, tengo que irme a prepararme para la playa —Dijo, y yo asentí triste -Te prometo que cuándo esté listo, vendré —Nos levantamos del suelo -No tardaré —Me envolvió en sus brazos dandome un abrazo -Te quiero —Me susurró en el oído—
-Te quiero, pequeño Horan —Él sonrió andando hasta el balcón, y yo lo miré con el ceño fruncido -Oye, ¿Sabes que Abby ya te vio, no? —Él asintió -Existe una cosa que se llama Puerta —Me crucé de brazos—
-Es mejor salir por aquí, me siento malote —Me guiñó un ojo y yo reí -Adiós guapa —Se despidió y trás bajar por mi balcón, se fue—
Bufé tirándome en mi cama, y mirando al techo. Aquella foto que lo adornaba, pf... Aquella perfecta foto. Me levanté y me dirigí hacia el armario, cogí mi viquini y me lo puse. Preparé mi bolso, con mi toalla, ropa para después, mis cascos, aceite y tal. Ya estaba totalmente preparada.
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Todos los días de mi vida.
Teen Fiction¿Qué pasará si un viaje a Londres cambiara sus vidas?