Okey, esta es la primera parte de la historia, y espero que os guste.
ADVERTENCIAS
Quizá sea un poco larga, pero se pondrá interesante si no es en este, en el segundo capítulo.
Los paises en esta historia, pueden tomar forma tanto masculina como femenina, aunque tienden a acostumbrarse a la que todos conocemos. Va a haber un pais que si que cambie. Pero no pondré cual es. ; )
No pongo los signos de interrogación del principio nunca... Para que no os sorprendais.
Recomendadla si os gusta ; )
Ninguno de los personajes me pertenecen. Obvio.
México.
Se arrodilló ante la estela de cenizas. Aquel suelo estaba muerto. Todo estaba muerto. Todo. Se agachó mientras extendía su mano hasta rozarlas. El terreno era barro negro rociado por las piedras de los edificios en los cuales ya no vivía nadie. No quedaba un sólo árbol, una planta, una hierba. Todo muerto.
Alfred pagaría por aquello, le haría pagar. Era el único pensamiento que cruzaba por su mente, mientras su corazón se deshacía como lo habían hecho tantas cosas hacía tres días. Sus lágrimas caían amargamente sobre el suelo, mojándolo más todavía. Hacía mucho tiempo que no llevaba a cabo aquella acción.
Antonio se puso en pie, pisando aquello que hasta hacía setenta y dos horas había sido el cuerpo de su hijo primogénito, y que ahora tan sólo era su cadáver. Ya no tenía a nadie, volvía a estar completamente sólo. Como en 1500, como en realidad siempre había estado. Sonrió, ya no tenía a nadie. A nadie.
A nadie??
Un pensamiento fugaz cruzó por su mente. Quizá él también necesitase a alguien al lado. Quizá Rodrigo estuviese tan mal como él. En cualquier caso, Antonio miró al suelo con expresión de lástima, no de pena. Lo hecho, hecho estaba.
Se puso en pie mientras sonreía de forma triste. Ya no podía arreglarlo.
Brasil.
Rodrigo se había deshecho en lágrimas ante aquel barrizal negro. Donde estaba Luziano?? Aquello era tan sólo polvo. Tan sólo notaba el sonido del viento, mientras sentía las miradas apenadas de sus guardaespaldas clavarse en él.
De pronto se oyó el estruendo de unas hélices gigantes girando a una velocidad desorbitante. Alzó la cara manchada de hollín negro al cielo cubierto por nubarrones de ceniza y humos radioactivos. Un helicóptero grisaceo de gran tamaño sobrevolaba todo aquello, y terminó aterrizando a veinte metros aproximadamente de donde se encontraba.
Un joven de unos veinticinco años bajó de él. Era atractivo de rostro y con unos chispeantes ojos verdes. Su habitual sonrisa se había tornado más seria, y llevaba entre sus brazos un ramo de lavandas. Caminaba a paso lento pero seguro sobre aquel montón de escombros:
- Qué has venido a hacer aquí, Antonio??- Preguntó de forma desagradable, lo cierto, es que no deseaba estar con aquel español en uno de sus más horribles momentos de debilidad. Si se atrevía a decir alguna tontería o a decir algo improcedente, daría la orden de llenarle el cuerpo de plomo.
- Había venido a verte, Portu...- Le respondió mientras le tendía el ramo de lavanda- Que tal??
- Fantástico, maravilloso, estoy teniendo un día alucinante, quieres ir al cine, o prefieres largarte de aquí y dejarme en paz de una puta vez.- Respondió de forma calmada, sin coger las flores que le ofrecía.
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Un lo siento, no nos basta.
FanfictionLa mitad del mundo ha sido destruido, pero, quien ha sido el culpable? Latinoamérica, Rusia, Francia, China, Alemania, más de la mitad de áfrica... Están fuera de combate. Un momento de tensión para el mundo vivo, y en especial para el obvio respon...