SIETE

43 5 0
                                    


La respiración de Youngjae se acompasaba a medida que cedía ante el tacto de los labios de Jinyoung. Era un beso lento y cuidadoso, ansiado por Jinyoung durante más de un año. Éste último acariciaba el cuello de Youngjae con total delicadeza, como si su tacto quemara sobre sus dedos.

Sabía que aquel beso podría ser el primero y último que jamás le diera y que si los acontecimientos no se desarrollaban a su favor, podrían incluso romper su relación.

Youngjae tembló y Jinyoung afianzó el agarre sobre su cintura. Sólo quería un poco más de él, que correspondiera a aquel beso. Entonces, las manos de Youngjae subieron muy lentamente hacia el pecho de su amigo, e inconscientemente siguió aquel gesto. Antes de lo que hubiera deseado, el muchacho deshizo el contacto y se volvió hacia el laberinto, como si aquello jamás hubiera pasado.

— Salgamos de aquí —el joven asintió aún sobrecogido por aquel repentino beso. Jinyoung extendió su mano hacia él y Youngjae, tímidamente, la tomó.

***

Los nudillos de BamBam se volvían más blanquecinos cada vez que Yugyeom y su pareja interactuaban, debido a la presión que ejercía sobre su bolso. Por enésima vez aquella mañana, resopló, imaginando cien maneras de acabar con aquella molesta chica. Empujarla de un alto edificio, envenenarla, tirarle un piano encima, atropellarla... Cualquiera servía con tal de deshacerse de ella.

Una luz potente iluminó un espejo distorsionado enfrente del trío, asustándolos por la sorpresa. BamBam, que se encontraba a la cabeza, fue el más sobresaltado.

— ¡Jod... er! ¿Qué demonios? —sujetó su pecho con fuerza, aun recuperando la normalidad de su pulso cuando nuevamente escuchó a la chica flirtear con Yugyeom.

— ¡Qué susto, Yugyeom! Menos mal que estoy contigo para que me protejas.

Yugyeom asintió algo incómodo y BamBam, asqueado, aceleró el paso tratando de salir de allí lo más rápido posible. Seguido por ambos jóvenes, pocos minutos después se encontraban nuevamente en la plaza principal, pero no había rastro de ninguno de sus amigos.

— Bueno, ya que ninguno de esos chicos está, ¿Qué tal si vamos ahí, Yugyeom? —inquirió la chica señalando hacia una caseta.

— No. Esperaremos por nuestros compañeros. —la joven evidentemente molesta miró a BamBam de reojo y cambiando su tono de voz a uno más irritado le rebatió.

— Ellos ya no van a venir. —BamBam puso los ojos en blanco. Aunque sabía que era cierto, no pensaba dejarles irse por ahí a solas.

— Les esperaremos aquí. Voy a por palomitas.

— Oh, ¡Yo también quiero! —exclamó alegre Yugyeom— ¿Podrías conseguirme una bolsa?

BamBam elevó una ceja. ¿Quién se creía que era él? ¿Un sirviente? Se mordió los labios y asintió, cediendo a su petición. Por mucho que le fastidiase, no quería parecer grosero o descortés ante Yugyeom.

Tomó el dinero del otro muchacho y se dirigió al puesto de aperitivos, cuando pocos minutos después, aún en la cola, un alboroto llamó su atención. Algunas personas se habían detenido a observar a aquel trío con confusión. El bullicio del parque empezó a pararse ante la escena y BamBam abrió sus ojos como platos al ver la cabellera azabache de Yugyeom por encima de todo aquel gentío.

Se apresuró a abrirse paso entre la gente para encontrarse ante él un acontecimiento propio de una obra teatral dramática.

La anterior novia de Yugyeom estaba escandalosamente discutiendo con la actual novia del muchacho, mientras éste, con cara de cachorrito asustado acontecía la disputa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 10, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

3J ProjectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora