3. A FRIEND

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Ahí estaba. Frente a ella y regalándole una sonrisa que la sobrecogió, intentando mostrar entereza al perderse en esas esmeraldas con las que había soñado más de una noche que le devolvían la mirada y que, después de dos años, así mismo lo hacían.

No había resentimiento ni aprensión en su mirar, al fin y al cabo, él desconocía que la miserable heroína que había desmenuzado sus sentimientos en el pasado, era la civil que lo encaraba en un semblante nostálgico.

Chat avanzó unos pasos hacia la muchacha, deteniéndose a menos de un metro de separación entre ellos.

- Buenas noches, Princesa.- susurró con melosidad.

Esas palabras causaron que el corazón de la joven se azorara violentamente, con los labios entreabiertos y un cúmulo de emociones luchando por emerger a la superficie.

Poco a poco, ella se obligó a reaccionar. Sentía alegría y tristeza; pánico y gozo. Sin decidirse por un sentimiento en específico hasta que vio como él descubría de sus espaldas una rosa roja que le ofreció con galantería.

- ¿Acepta esta humilde flor de este pobre gato?- persistió el felino.

La mente de la azabache quedó en blanco, sin llegar a hablar que de un arrebato se abrazó al cuello del varón, dejándolo descolocado al sentir la calidez de su cuerpo y su aroma embriagador.

El varón correspondió a ese acercamiento, estrechándose a la silueta de la fémina a la par que hundía el rostro en el hueco de su cuello.

- Te he echado de menos.- murmuró ella con voz cohibida, provocando un estremecimiento en el rubio.

A Chat le costaba creer lo que le estaba diciendo esa chica, sobre todo cuando antes de su partida, ella se había distanciado de sus dos identidades de una forma tan repentina como hiriente.

Sin embargo, sus palabras denotaban un desespero y alivio que le transmitían verdaderamente esa añoranza que decía sentir hacia su persona.

- Yo también te he echado de menos.- susurró él sobre su oído, luego separándose para entregarle la flor que portaba de forma expresa.

El muchacho se sentó en el suelo con la espalda recargada contra la pared, invitando a la Cheng a que lo acompañara. Ella vaciló, no obstante, aceptó y se hizo un sitio a su lado, luego mirándolo de refilón a la par que acariciaba los pétalos de la rosa.

- Dos años.- bisbiseó con voz apesadumbrada, captando la verduzca mirada del varón-. Ya creía que no te volvería a ver.

El rubio sonrió en respuesta, echando la cabeza hacia atrás y evocando momentos pasados.

- A decir verdad, yo también pensé que no volvería.- comentó en un estado reflexivo, apoyando los codos en sus rodillas-. Ya sabes, a ser Chat Noir...

Marinette se abrazó a sus piernas, contemplando con disimulo la fisonomía del zagal, apreciando sus facciones ya no tan aniñadas mientras él miraba al cielo.

- Me alegra que hayas vuelto.- susurró en un semblante sereno, haciendo que él la encarara.

El héroe se la quedó mirando durante unos instantes, escudriñando sus dulces rasgos; en como su cabellera caía sobre sus hombros y sus ojos brillaban en ese azul intenso. En como su sonrisa seguía transmitiéndole una inexplicable sensación de paz cuando para él era dedicada.

Ya no era una niña, pese a que en esencia no había cambiado, entonces ella era toda una mujer y...

« Es preciosa. »

Ese pensamiento lo hizo parpadear, sacudiendo la cabeza y emitiendo un ligero carraspeo al urgirse en recomponerse y hablar con la vista puesta en sus propias manos.

||+18|| ▪MARICHAT▪               FALLING FOR YOU [CANCELADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora