||+18|| ▪MARICHAT▪ FALLING FOR YOU [CANCELADA]

11. JUST ONE WEEK

Al día siguiente, Marinette estaba que no podía con su alma. Iba a salir con Chat esa misma noche y las dudas se habían encargado de interrumpir su descanso en la velada anterior, debatiéndose en qué excusa podría darle al felino respecto a cómo logró desvelar su identidad.

Lo más sensato sería contarle la verdad, pero temía que al hacerlo él se enfadara y lo perdiera para siempre. Cierto que le aseguró que no le guardaba rencor a su alter ego, pero aún y así, pensaba que si después de tanto tiempo decidía abrirse de corazón, el joven podría creer que había estado jugando vilmente con sus sentimientos.

Al fin de cuentas, ella lo rechazó años atrás y, el hecho de que de repente su forma civil se interesara en él, podría conducir a malinterpretar las cosas.

Jamás imaginó encontrarse en una situación como aquella; creía que con la partida de Adrien de seguro no debería volver a afrontarlo y conseguiría ser feliz con Luka. Sin embargo, no fue así.

Sentía su corazón dividido: entre el amor que albergaba hacia el varón Agreste, y la pena y culpabilidad de no corresponder a Luka.

En lo que duró el jornal académico, su mente no daba con la forma de hallar una solución a ese embarrullado panorama. Sabía que tarde o temprano la verdad saldría a la luz, por lo que, aun y la incertidumbre, lo mejor era plantar cara y dejar de andarse con rodeos.

Al llegar a casa, corrió hacia su habitación, dejando la mochila sobre la cama al mismo tiempo que se preparaba para su salida con el apuesto gatuno.

- ¿Ya sabes lo que vas a hacer?- se interesó su kwami, revoleando alrededor de su portadora.

- Le diré la verdad.- afirmó indecisa mientras se vestía con unos shorts negros y una blusa blanca de tirantes-. Le diré que soy Ladybug.

- No te noto muy segura de ello...

- Eso es porque no lo estoy.- murmuró con una sonrisa entristecida, sentándose en el borde del lecho en un semblante abatido-. Tengo miedo de como pueda llegar a tomárselo...

Tikki la examinó pensativa, deteniéndose frente a ella con una mirada comprensiva.

- Seguro que lo entenderá.- alentó en un tono suave, sonriendo con simpatía-. Lo importante ahora es que estés tranquila y seas sincera.

- Eso es más fácil decirlo que hacerlo.- indicó con una tenue risita.

- Sé que podrás.- animó de manera entusiasta-. No en vano eres la salvadora de París.

La muchacha asintió en agradecimiento, soltando un largo suspiro para luego de un rato incorporarse e ir hacia la trampilla que daba con la azotea.

En el exterior, el cielo era adornado con tonalidades anaranjadas que anunciaban el inminente anochecer, con una suave brisa removiendo sus mechones al caminar hacia la baranda y recargarse sobre ésta.

En un intento de serenarse, contempló el escenario parisino que se alzaba ante sus ojos, cerrando los párpados y respirando en profundidad. Su kwami tenía razón, debía ser sincera y confiar en que todo saldría bien.

- Tan preciosa como siempre.

Esa inconfundible voz se filtró como a música celestial a través de su canal auditivo, mirando hacia su lado, donde un coqueto Chat la ojeaba con una sonrisa dulce.

- Ch-chat...- tartamudeó nerviosa, relamiéndose-. ... ¿Qu-qué haces aquí?

- Habíamos quedado.- argumentó en un susurro, acercándose a ella con andares tranquilos-. ¿O acaso lo olvidaste, Princesa?