||+18|| ▪MARICHAT▪ FALLING FOR YOU [CANCELADA]

8. NEED YOU

Después de lo ocurrido en la pista de patinaje, Marinette corrió hasta su casa hasta quedar salvaguardada en ésta. Ni caso hizo de los mensajes recibidos en el móvil de Alya y Luka, encerrándose en su habitación y echándose sobre la cama con la angustia abrumándola.

En aquellas que restaba reflexiva, Tikki salió del interior de su bolso con la preocupación reflejándose en su rostro, revoleando a un lado de la almohada para acto seguido acomodarse en ésta.

- Marinette, tranquilízate...- advirtió la criatura moteada.

- ¡No puedo, Tikki!- exclamó su portadora, tallándose los ojos con desesperación-. N-no entiendo qué es lo que ha pasado, ni por qué él ha hecho... Eso...- se puso de rodillas en el colchón, soltando una bocanada de aire-. ... Por dios, Alya y Nino estaban allí... ¡Luka estaba allí!- se palmeó la frente, arrimándose al borde del catre con la vista puesta en el suelo-. No comprendo qué pretendía conseguir con todo esto.

La pequeña carmesí movió las antenas hacia abajo, con una mirada pesarosa puesta en la azabache.

- Tal vez, quería captar tu atención...- musitó en un tono recatado.

La euroasiática ojeó a su compañera con recelo, mordiéndose internamente la mejilla.

- ¿Qué quieres decir?- indagó con el ceño fruncido.

- Pues qu...

Un sonido hosco proveniente de la azotea causó que la menor y su diminuta amiga se sobresaltaran, compartiendo una cauta mirada antes de que la adolescente se enderezara sigilosamente para luego ir hacia la trampilla.

Vigilando no ser muy ruidosa, sacó el seguro con cuidado, luego haciendo ceder la abertura para curiosear el exterior. Aparentemente no se identificaba nada raro, por lo que la fémina se aventuró a salir aun en estado de alerta.

Miró de un lado a otro con incertidumbre, avanzando hacia el barandal, donde terminó aferrándose a éste con sus zafiros escudriñando el paisaje. Sin embargo, no transcurrió demasiado que notó como alguien la tomaba por el hombro desde sus espaldas, provocando que toda ella entrara en tensión y se girara de un brusco movimiento en una postura defensiva.

En cuanto se dio la vuelta y vio de quien se trataba, el asombro y la rabia la asaltaron por igual, quedando inmóvil al fijarse en ese par de esmeraldas de intenso fulgor.

Chat tenía las manos al aire, con una sonrisa socarrona en sus labios al ver el pose atacante de la jovenzuela.

- Tranquila, Princesa.- alentó con voz suave-. Solo soy un indefenso minino.

Ella arrugó el entrecejo, destilando desconfianza frente a ese desvergonzado que entonces se presentaba delante suyo con falsa inocencia. La sangre le hervía y las dudas la asaltaban, apretando los puños y pasando por el lado del gatuno de forma esquiva.

- Lárgate, Chat.- advirtió en un tono cortante, agachándose a la altura de la trampilla.

El susodicho torció el gesto, actuando en contra de los deseos de la joven al acercarse a ella y sujetarla firmemente de la muñeca.

- Oye, ¿estás bien?- se interesó él con extrañeza, haciendo que lo mirara-. ¿Te ha pasado algo?

« ¡¿Enserio?! ¡¿Me jode la tarde y ahora se las da de santo jugando a la princesa y el gato?! »

- Todo en orden.- aseguró en un tono desdeñoso, forcejeando por tal de zafarse de su agarre-. Si me disculpas, tengo cosas que hacer.

Él no la liberó, sino que tironeó levemente de ella para captar su atención.