Capítulo 10

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Di por inaugurado el fin de semana saliendo a trotar por la mañana, no corría aire fresco por lo que no me puse mi sudadera, en su lugar tomé una botella de agua y salí. Trote 4 km y estuve satisfecha.

De vuelta a casa los negocios del vecindario ya estaban abriendo, vecinos salían en su autos seguramente a sus trabajos y los regadores en los jardines estaban encendidos, recuerdo que de chica papá y yo saltabamos sobre ellos hasta quedar empapados y mamá se encargaba de regañarnos, papá siempre era mi cómplice cuando se trataba de meternos en problemas, éramos el mejor equipo.

Cuando llegué a casa, como siempre Alison ya no se encontraba, pero había dejado una nota en el refrigerador que decía "hay pudin de manzana dentro del horno" y se había encargado de dejar una posdata en otra nota "Cuando lo disfrutes trata de no pensar que es Christian"

--- Gracias primita trataré de no vomitar --- jalé las notas y las bote en el cesto que estaba abajo de la encimera.

Tomé una porción de pudin que de hecho estaba delicioso tanto que no me molesté en servirme en un plato. Las comidas que más se disfrutan son las que se comen sólo usando manos.

Antes de salir por la mañana, me había encargado de dejar preparado lo que iba a usar el día de hoy, combine una camiseta de algodón blanca con vuelos en los hombros (debo aclarar que los vuelos eran una obsesión para mi) y shorts vaqueros beige.

Traté de armar algo que fuera casual, ante cualquier tipo de ocasión se vería bien, no creo que Christian fuera a llevarme a un costoso restaurante, no era su estilo lo sabía, aunque cómo mi abuela siempre decía, las apariencias engañan, pero era un riesgo que iba a correr.

Salí de la ducha, seque un poco mi cabello y me vestí. No me tomé la molestia en maquillarme, sólo humecte mi rostro, levanté mis pestañas con mascarilla y coloqué manteca de cacao en los labios, la última vez que fui a la playa con Bet, volví con la boca irritada.

Pasé el resto de la tarde adelantando deberes y estudiando, Christian no se había comunicado conmigo hasta entonces, por lo que me llevaba a pensar en dos opciones, lo había olvidado o sólo tocaría a mi puerta sin previo aviso. Pasaron las horas y faltaban sólo diez minutos para que el reloj marcara las siete, recorrí toda la casa de un lado hacia otro más de tres veces, estaba nerviosa e inquieta, me miraba cada segundo en el espejo y cada vez que lo hacía ponía más manteca de cacao en mis labios. Finalmente tocaron la puerta, mi corazón golpeaba mi pecho ordenando para salir corriendo, traté de calmarme y fijé mi vista en el reflejo.

--- Tranquila, respira, todo saldrá bien. Son sólo unas horas, mañana podrás seguir con tu vida.

Me ordene a salir de la habitación, llegué a la puerta de entrada y apoyé mi mano sobre el picaporte, pensando por un momento, hasta que decidí abrir.

--- Mi niña --- exclamó mi tía Cassie dándome un abrazo --- Olvidé mis llaves en el trabajo, debo decir que te tocó una tía un poco olvidadiza --- dijo dejando la cartera sobre su cama

Justo cuando estaba por cerrar una mano se aferró a la puerta evitandolo.

--- ¿Lista? --- preguntó echandome un vistazo de arriba hacia abajo

--- Creí que lo habías olvidado

--- Jamás podría olvidar nada cuando se trata de ti

--- ¿Olive? Con quién hablas --- interrumpió tía Cassie acercándose

--- Hola, puedo ayudarte con algo --- preguntó

--- Usted debe ser Cassie --- dijo Christian en tono amigable

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