La llegada de la hija de Lucifer (Creepypastas y tú)

Capítulo 08: Jeff The Potato.

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En el capítulo anterior...

—En sí Slenderman no es el único fideo con patas, también tiene familiares —habló con diversión ante mi patética cara de: ¿más pulpos?—En fin, son 3 hermanos: Splendorman, éste es muy infantil y si es de tu gusto, te iluminará la vida. Sally lo adora y Slenderman lo odia—hizo una mueca—, siguiente, Slenderman, quien se lo considera el "amargado y el maduro".

"Le sigue Offenderman, quien es un violador del bosque antigu..—se calló—, mejor ni lo nombro, solamente te daré un consejo; no te acerques a él, jamás. El siguiente es Trenderman, aunque éste es su primo. En mi opinión Trender es gay —le golpeé el hombro por su ofensa ante el Ender, él solamente se rió—. En fin, ama la moda, y odia que Slender se vista tan "anticuado" según él. Es tímido, en fin, le es muy difícil socializar."

—Vaya...

Al fin Masky y Toby se cansaron de tanto pelear y volvieron hacia donde estaba yo para preguntarme si ya me sentía mejor, les dije que sí, que ya se podían ir si gustasen. Dudosos pero se fueron, al fin.

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Ah, antes de que se me olvide, Slender está en modo ilusión:v.

 Slenderman

1...

¡Papá, ayuda! —su débil voz sonó sobresaltada y asustada, y yo mirándola sin poder hacer nada, estando casi medio muerto yaciendo en el suelo.

Cierro los ojos tratando de calmarme.

2...

  —¡Papá, me llevan! —un hombre la cargaba violentamente en su hombro a la fuerza, tirándola del cabello agresivamente mientras que ella me miraba con dolor. Dolor de ser llevada. Su dolor es mi dolor.

Cierro mis puños con fuerza.

3...  

  — ¡Papá!  

  —¡Oriana! —golpeo la mesa violentamente desesperado, haciendo que ésta se rompiera partiéndose a la mitad. Salí afuera teletransportándome hacia el bosque, mirando hacia el cielo —. ¿dónde estás, hija? —suspiré.

"Aquí, padre. Volveré pronto". 

(...)  

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Me desperté en un nuevo día, soleado y pájaros cantando armoniosamente.

Nah. Ojalá pasase eso.

Llegó el tarado de Jeff(claro, él siempre queriendo protagonizar en todo) con una sartén y una espátula haciendo ruido por todo el deforme pasillo. Como su cara, claro.

—¡Despiértense, par de feos sin belleza!—denle un premio a éste hombre que superó a Einstein—. ¡Levántense porque yo no lavaré los platos ni asearé la casa! ¡Auch, Slender, para!