O.

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Una semana acababa de pasar y finalmente el omega pudo salir del hospital. Le habían indicado que tuviera cuidado con sus heridas más profundas y que no se dedicará a trabajos pesados, así que cabe decir que Jungkook no le dejaba hacer nada

— Jungkook tengo que trabajar
— No lo harás, por eso me estás enseñando piano
—Mi trabajo en los restaurantes no es pesado, vamos Kookie, no seas así
—Estoy siendo cuidadoso
—Estoy mejor
— El gran moretón en tu rostro dice lo contrario

Jimin rodo sus ojos, y suspiraba al mismo tiempo, detestaba que Jungkook creyera que era débil, frágil o indefenso. Salió de la habitación que compartía con el alfa y se dirigió a la cocina, Jin le había enseñado a preparar una simple ensalada que necesitaba de un riguroso proceso.
Jimin comenzó a cortar la lechuga cuando pronto sintió el aroma del alfa, demasiado cerca.

— ¿Qué es lo que haces?
—Ensalada
—Estas cortando la lechuga
— Eso veo
— ¿Porque?
—Porque la ensalada lleva lechuga
—Estas utilizando cuchillo ¿Estás loco?
— ¡Jungkook! Estoy cortando lechuga, no estoy jugando con el cuchillo, así que déjame seguir preparando esto

El rostro del alfa se apaciguo, realmente le estaba sofocando al pobre omega, aunque él no dijera nada Jungkook lo sabía. Se acercó al peli rosado y le abrazo por detrás, colocando su barbilla en el hombro de Jimin

— Lo siento, sé que estoy siendo muy sobreprotector
— Esta bien
— No, no lo está. Sé que sientes como si yo te creyera inútil o frágil, y no quiero que te sientas así

Jimin sonrió, dejó el cuchillo en la tabla de picar y se giró al alfa entristecido para tomarle el rostro en sus manitas

—Eres el alfa más extraño que he conocido en toda mi jodida vida. Tienes una agilidad sexual increíble pero eres tan tierno cuando estás triste
— No eres el único que piensa lo primero, pero si lo último
— ¿Así que otros creen que eres ágil en la cama? — Jimin rodo sus ojos, recordando como el alfa solía meterse con otros omega y betas
— No en realidad nadie me lo ha dicho pero tu reacción me ha encantado. Nunca he sido con otros lo estoy siendo contigo.

Jimin miró a los ojos, a ese hombre que lo estaba volviendo loco, dejó que sus dedos acariciaran las castañas hebras que emergían del cuero cabelludo. A Jungkook le brillaban los ojos, estaba observando a la criatura más hermosa y única que existía en ese mundo. Ambos estaban enamorados pero ninguno había dicho realmente esa palabra que alteraba el corazón de todos.

Él alfa estaba embelesado con cada facción de Jimin, desde el lunar más oculto hasta sus gruesos labios que, si a Jungkook le preguntaran como se sentía el cielo, es más que seguro que haría referencia inmediata a los besos del omega. Jimin acercó más su cuerpo al del castaño, sintiendo el calor corporal de ambos fusionarse.

Jungkook le sonrió al peli rosado, y se inclinó un poco para tomarlo por los muslos, a lo cual este sólo pudo reaccionar apretando los hombros del muchacho que le llevaba en sus brazos

— ¿Qué haces?
—Llevarte a una superficie más alta
—Eso puedo ver

Jimin sintió algo plano por debajo de su trasero, a lo cual concluyó que era la barra de la cocina, la cual estaba del otro lado del lugar en donde estaba. El castaño sonrió un poco al ver como los pies de Jimin colgaban en el aire.

Jungkook se metió entre sus piernas, aun sonriendo como un pequeño al que le acaban de dar un dulce. Colocó sus manos sobre las caderas del omega y metió el pulgar por debajo de la camiseta de su novio, buscando un poco más de tacto

— Esta bien Jimin, puedes trabajar, pero yo iré contigo siempre, y si veo que te estás debilitando nos iremos
—Creo que puedo vivir con eso un tiempo
—Perfecto

Destinado a Otro (Kookmin - Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora