Destinado a Otro (Kookmin - Omegaverse)

A.

El sudor estaba emanando de su cuerpo, ato una de sus manos al mueble más pesado del departamento, después de haber encerrado a Jimin en su habitación y dejarlo bajo llave. El aroma del omega se estaba entremetiendo más en el alfa.

Habían salido prácticamente corriendo del restaurante después de que Jimin acabase su presentación. Los alfas y algunos betas presentes habían comenzado a oler el aroma a frutos rojos, extrañados al saber que no había omegas ahí. Jungkook se resistió un poco a su calor para sacar a Jimin de ahí sin que los alfas pudieran detectar de dónde provenía el olor. Al llegar al departamento ambos tenían una erección debajo de los pantalones, el omega quería tocar a Jungkook y viceversa, se habían quedado parados uno frente al otro con las respiraciones agitadas.

Observaron sus cuerpos, sus lobos internos se estaba atrayendo el uno al otro, Jungkook quería sólo arrancarle la ropa y hacerlo suyo justo ahí, contra la pared o en el suelo. Le costó la vida encerrar a Jimin en esa habitación.

Habían pasado casi diez minutos y sus cuerpos seguían pidiendo a gritos ser tocados, Jimin no pudo soportarlo, su calor era más fuerte que su fuerza de voluntad, así que comenzó a tocarse, se quitó el saco y bajo sus pantalones continuos de la ropa interior.

Sus manos fueron directamente a la parte baja de su cuerpo, metió dos de sus dedos dentro de él y comenzó a acariciar su polla

— ¡Ah! Más

Jungkook comenzaba a desarrollar una agilidad, la cual le decía cuando ese omega lo necesitaba como loco. El alfa no sabía exactamente como sucedía pero lo sentía dentro de él.
Su fuerza estaba cediendo cada vez más, sus pantalones estaban a punto de explotar, con su mano libre bajo la bragueta de sus jeans y saco su polla, que buen día para no llevar ropa interior debajo.

Comenzó a subir y bajar su mano sobre su ya erecto pene, estaba tan sensible al aroma de Jimin, necesitaba estar dentro de él. Gruño, jadeo y gimió al sentir el orgasmo acercarse cada vez más, escuchaba los gemidos de Jimin a través de la puerta y aunque estaba un tanto alejado de ella, aún podía escucharlo, lo cual sólo lo excitaba más.

—Esto... ¡Esto no puede ser!

Pronto la mano de Jungkook estaba empapada, cubierta con su orgasmo, hacía ya mucho tiempo que no tenía que hacer algo como eso, y ahora se sentía extraño. Se percató de que los sonidos provenientes de la otra habitación también cesaron.

—Alfa

La voz tierna de Jimin atravesó la gruesa madera y llegó hasta los oídos de Jungkook, al cual se le erizo la piel al instante. Quitó el nudo que había hecho con su cinturón y dejó que su oreja descansará del otro lado de la puerta donde se encontraba el omega. Quería abrir la puerta y abrazar a Jimin pero su cabeza le decía que aún no era tiempo.

Dejo que su espalda cayera contra la puerta y acomodo sus pantalones, se dio cuenta de que su cuerpo aún estaba excitado así que tenía un notable bulto de nuevo en sus pantalones, pero no necesitaba tocarse, no tenía las fuerzas, sólo quería asegurarse de que Jimin estuviese bien.

Él alfa podía escuchar la respiración del omega, él mismo soltó un gran suspiro pero no sabía si de alivio o necesidad, ambos habían caído de nuevo, la biología los había hecho fallarse el uno al otro. Llego el punto en el que Jungkook ya no estaba seguro si hacia bien resistirse o no.

Después de lo que fue casi una hora, el alfa seguía en el piso pero ahora escuchaba leves ronquidos del otro lado de la puerta, decidió que ya era seguro abrirla. El cuerpo de Jimin se vino al suelo, con su rostro aterrizando primero después de que la madera se movió, Jungkook se sorprendió y luego soltó una risita, el omega seguía dormido, pero la atención del alfa se centró más en sus piernas desnudas, la espalda era cubierta por esa camisa pero podía notar que estaba desabotonada. El alfa se puso en sus rodillas y se inclinó para acariciarle el cabello a Jimin, paso esas hebras rosadas por sus dedos, sintiendo la suavidad de este. Había un ligero aroma a frutos rojos, no lo suficiente para debilitar al alfa, lo cual fue un alivio para él.