LA MARCA DEL PECADOR

SEVERUS SNAPE

Mansión Prince

Un Azabache de nariz aguilucha piel pálida y de túnica negra se encontraba en la biblioteca de la mansión Buscando nuevos ingredientes para sus pociones y estudiando magia antigua oscura

Cuando un sonido sordo de aparición interrumpió su concentración giro su vista hacia el lugar de origen

Allí vio a la elfina que cuidaba de su ahijado consentido

- ¿Qué pasa? - preguntó entre sorprendido y preocupado porque normalmente le mandaban una lechuza y no a Un elfo

- Disculpe las molestias - Se disculpó la pequeña con una reverencia exagerada y después desapareció

- ¿Qué demonios? - molestó al no entender a qué se debía la Disculpa de la "criatura molesta" cómo le llamaba

La elfina Fue al laboratorio del profesor de pociones para tomar lo que ordenó El pequeño Rubio, después fue de nuevo a la biblioteca y en un descuido del profesor tomó su varita

- ¿Qué demonios estas haciendo? - cuestionó molestó al ver de nuevo la criatura con su varita

- Lo lamento señor - disculpándose de nuevo y sin más desapareció y apareció de nuevo a su lado tocándole el brazo y desaparecieron ambos

Draco esperaba impaciente; había pasado dos minutos, dos largos minutos y Tila aún no regresaba, empezó a caminar de aquí para allá como León enjaulado la desesperación empezaba apoderarse de él

el castaño por el momento estaba estable sin embargo no podía decir lo mismo del Dios de las travesuras

- Amito, regrese - se reportó la pequeña sacando de las cavilaciones al Rubio

- ¿Qué significa todo esto? - cuestionó molesto y confuso el jefe de la casa verde, al ver a su ahijado

- Lo lamento padrino pero no tenía otra opción necesitaba tu ayuda...... necesito tu ayuda - respondio instantáneamente

- Aquí tiene lo que me pidió - Hablo la pequeña entregándole las pociones y la varita de su padrino

- Puedes retirarte te llamaré cuando te necesite - le dijo a la pequeña

- Draco - llamo Severus - ¿Se puede saber qué demonios haces en el mundo muggle? - preguntó aturdido

¿Qué hacía su ahijado en el mundo muggle y tan tarde? Solo tenía más preguntas y ninguna respuesta, ni siquiera teorías

- yo no..... - titubeó ante el imponente hombre

- habla - exige molesto al descubrir dónde se encontraba - ¿Acaso no sabes lo que te hará tu padre si es que se entera que estuviste aquí de nuevo? - reprende molestó

- lo sé y no me interesa en este momento - habla sin titubeos recordando de por qué lo había llamado - necesito tu ayuda - pide - ¿lo harás? se trata de ayudar a a un muggle - dijo dudando un poco de Cómo describir al Dios

- No sé que estás tramando sin embargo no debería ser de tu interés ayudar a un muggle inmundo y por las pociones que tienes diría que está herido - le miró en reproche

- ......... - ahogo un gruñido de molestia y le devolvió la mirada desafiante

- ademas ellos tienen llamados hospitales para atenderlos no entiendo qué es lo que yo hago aquí - habla disgustado por las acciones de su ahijado

- Padrino - habla inexpresivo, ocultando su enojo - de verdad no tengo tiempo para contarte lo que está pasando; sin embargo no puedo llevarlo a un hospital por eso pido tu ayuda - pide inclinandose un poco, dejando a un lado su orgullo