Ya habíamos entrado a clase por alguna extraña razón Steve había decidido sentarse junto conmigo y Daniel, no voy a negar que era genial tenerlo cerca me hacia sentir segura.
Las horas que pasaba con el eran las mejores. No había comentado a Steve ni a Daniel que me seguía cortando pero creo que se daban cuenta por las marcas en mis muñecas había hablado un poco con Steve sobre esto, varios de mis "amigos" se dieron cuenta de lo que me estaba pasando, no era agradable tener a todos ahí viéndote con lástima como un pequeño cachorro abandonado, no me gustaba que me vieran de esa forma simplemente era repugnante.
El día pasaba y Daniel hacia sus intentos por robarme Midnight Memories yo le tenía en mi mochila pero el cabron la abría por poder robarselo al segundo receso tuve que llevarme en la bolsa de la chamarra el disco, estuve la mayor parte de esos 20 minutos con Steve nisiquiera hice caso a Ally que estaba cerca.
Steve y yo recorríamos los pasillos de los primeros años y me encontre con Sam una de las niñas del 1-F compañera de Ally. Pude notar que vio el disco.
-Oh por dios es midnight memories!
Era estúpido que ella dijera eso ya que nisiquiera le gusta one direction.
Solo conteste con una sonrisa.
-Quien te lo regalo-volvió a decir Sam.
-Mi mejor amigo.
En ese instante vi a Steve y lo abraze, el me correspondió el abrazo.
Fue hermoso.
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La última decisión.
JugendliteraturMadison Hayes, acaba de cursar la secundaria, tiene 16 años, es tímida pero al mismo tiempo divertida, callada pero al mismo tiempo ruidosa, su cabello es castaño con rizos, sus ojos color café intenso, es delgada, no es para nada femenina, y simple...
