Alma Genocida

Segundo Capitulo: "2da Guerra Dinástica"

"Hijo creo que ah llegado el momento de que te explique algunas cosas sobre ti..."

 -La madre de Zetsu sentada comienza a contarle una historia el cuál indicaría varias cosas en su mente lo especial que es su existencia.

 Verás  de muy pequeño, tu papá tuvo un hermano mayor llamando Aiko. Desde siempre fueron rivales, honorables rivales que siempre respetaban la fuerza de cada uno, el dojo en el que se criaron era de la dinastía Kendo, en dicha dinastía siempre hubo una educación estricta, por eso Aiko recibía las penitencias por Tomura, tu padre. desde pequeño tu tío Aiko entrenaba para aumentar su resistencia haciendo todo tipos de ejercicios mientras que tu padre Tomura se tomaba su tiempo para jugar con bestias aladas, los dos con personalidades muy diferentes se amaban como los buenos hermanos que eran, hasta que tu padre comenzó a entrenar en la meditación, su control sobre la energía poco a poco fue  majestuoso, su forma de crear auras calmadas con sus movimientos de manos eran irreales, con los años eso se intensificó haciendo que su maestría se abra hacia nuevos horizontes aprendiendo el poder de la luz, abriendo puertas de las ilusiones y creación, su poder rápidamente se incrementó debido a su arduo esfuerzo. Mientras su hermano mayor Aiko creía que era una perdida de tiempo todo el esfuerzo de Tomura, él siguió entrenando su cuerpo, entrenando día y noche, debido a esto su cuerpo sufrió cambios tan drásticos que algunas veces desmayaba y hasta se lesionaba su cuerpo debido al intenso entrenamiento al cuál sometía su cuerpo, se volvió totalmente musculoso y tonificado, todo su cuerpo poseía una energía que podría demoler ciudades con pocos golpes, sus golpes tenían tanta potencia que creó un túnel en La Gran Montaña.

 Perdón madre, pero ¿que tiene que ver esto conmigo?- pregunta Zetsu insolentemente. Al mismo tiempo su madre le da un golpe en la cabeza por interrumpir 

 ¡No interrumpas a tu madre cuándo te está dando una lección!- le grita mientras Zetsu pide perdón por ser tan impaciente. Entonces ella procede con el relato de Tomura...

 Cómo te decía, tu padre y su hermano a medida que iban pasando los años fueron entrenando más y más, lo que implicaba menos tiempo juntos, eso los distanció hasta el punto de no verse por meses por el entrenamiento, pero cada vez que se reencontraban hacían competencias por todo, por quién limpiaba más rápido, quién comía más rápido y quién ganaba en fuerzas, esa competencia nunca logró terminar ya que los dos no podían vencer al otro, al tener la misma fuerza se cansaban sin tener un ganador.

 Los años pasaron y la primera segunda guerra dinástica comenzó. Aiko y tu padre no se habían visto por veinte años y tuvieron su reencuentro en batalla, lastimosamente... en bandos diferentes debido a que Aiko se fue a tierras lejanas y lo reclutaron al igual que a tu padre. Vestidos de Samurai y con armaduras, caballos y demás los ejércitos chocaron en lucha por conquistar tierras nuevas, una guerra que duró días sin descansos, se podía oír los gritos de batalla en todo momento. Entonces el punto inevitable llegó... Aiko y Tomura debían enfrentarse en los últimos momentos de La Segunda Guerra Dinástica.

 "Este no es nuestro reencuentro honorable hermano, dijo Aiko mientras apuntaba con una ancha espada a Tomura... Esto no tiene por qué ser así querido hermano, nuestro cariño no debe desaparecer por creencias diferentes, juntos podemos cambiar la nación entera. Suplicaba Tomura a su hermano para así evitar una interminable lucha en la cuál los verdaderos que sufrirían las consecuencias sería la Nación Kan. Entonces arrodíllate ante tu hermano mayor y pide clemencia. Decía Aiko posando su pié sobre una roca y ensanchando su gran pecho. Sabes muy bien que lo haría querido hermano pero... esta gente lucha por un mañana mejor y tu gente sólo quieren saqueos, y que los obreros trabajen sin honor, no puedo decidir por ellos y bajar los brazos es fallarle a ellos, entiende por favor. Relataba Tomura con pocas esperanzas. Entonces... perece con ellos mi querido hermano"

 Aiko lanza su gran espada contra Tomura quien lo evade con un salto, Aiko al mismo tiempo salta y le propina un golpe estremecedor relampagueando el cielo por tal potencia, Tomura es despedido lejos quebrando el suelo y choca contra una roca. Él se levanta respira hondo y emana aire a su alrededor, parece ser que Tomura va a luchar en cerio, cree Aiko entonces toma su espada y corre hacia donde se encontraba su hermano, Tomura saca su sable y corre hacia Aiko con una velocidad desmesurada, al momento de llegar lo suficientemente cerca de Aiko este desaparece de la vista de su hermano y aparece debajo de él, guardando su sable en su funda, al mismo tiempo Aiko intenta bajar su espada para golpearlo pero este es despedido por una tormenta horriblemente poderosa, el sable de Tomura es reconocido como "Ojo De La Tormenta"  debido a la potencia en la que Tomura lo hace cortar el viento. Aiko en el aire sufre un daño inmenso el cuál es amortiguado en su mayoría por su armadura, la cuál es destruida en el aire. Antes de caer al suelo Tomura corre hacia él y le da un golpe en el pecho aún más fuerte que el de su hermano, y este es enviado hacia el suelo creando un gran cráter el cuál es recordado con su nombre en la actualidad, este ahora con su túnica rota se levanta y le sonríe a su hermano, le sonríe por que temía no poder usar todo su poder en la batalla y desilusionarse de su hermano. Aiko hace una pequeña pose con sus manos en el centro de su pecho mientras se creaban marcas negras en su musculoso pecho, sin dudas Aiko esta vez no se mediría con su poder. De él comienza a emanar una energía roja y negra tan ardiente que parecía que se estaba quemando por exponerse de esa forma, Aiko aumenta su musculatura y se hace más grande, sin dudas estaba reuniendo energías de todas partes de su cuerpo, el suelo comienza a temblar y se crean tajos por todas partes en el suelo como si el mundo fuera a destruirse. Tomura admira el inmenso poder de su hermano y sonríe por primera vez en años. Aiko grita con todas sus fuerzas para liberar tensión en sus músculos y no quebrar sus huesos, ese grito fue similar al grito de los antiguos dragones arcanos, su grito era tan monstruoso que  los soldados de ambos bandos dejaron de luchar para admirar la pelea entre hermanos, el grito parecía no tener fin hasta que finalizó junto a una explosión de onda expansiva, pareciera que se destaconaría la dimensión. Aiko libera una energía acumulada tan abrumadora mientras se impulsa y vuela velozmente contra su hermano con sus dos puños. Tomura lanza su sable lejos y se prepara para el impacto de toda la fuerza de su hermano con sus dos manos, pareciera que Tomura iba a recibir el golpe directo de su hermano y aguantarlo. El suelo se quiebra dejando un camino de fuego al ras de Aiko quién enviste a su hermano con una fuerza arrolladora. Tomura sostiene con todas sus fuerzas el impacto de su hermano mientras es arrastrado a lo largo del campo de batalla, destrozando su armadura  y túnica, lentamente el cuerpo deja de resistir el impacto de Aiko y comienzan a aparecer cortaduras desde sus brazos hasta todo el cuerpo, el choque creó temblores en todas partes y Tomura fue lentamente dejando de ser arrastrado por su hermano hasta mantenerlo con sus manos, Aiko no podía creer que su hermano menor haya soportado e incluso absorbido el golpe más poderoso de toda su vida y aún así se mantenga con vida. Tomura mantiene su cabeza inclinada mirando el suelo y Aiko cree que su cuerpo resistió pero su mente ah sido destrozada. Aiko se para firme, estira su pecho y alza su brazo como sello de su victoria pero... su hermano toma su brazo y lo baja con fuerza. Tomura mira fijamente a su hermano Aiko y le dice: 

 "si eso es todo lo que tienes hermano... me decepcionas"

Final del segundo capitulo de Alma Genocida.