El equipo de animadoras estaba muy sorprendido con el comportamiento de su capitana. Todas habrían jurado que el alma que había en ese cuerpo no era la de Nayeon. En el tiempo que había durado la práctica sólo les había gritado tres veces ¡Tres! Su anterior récord era veinte, y ya era una cifra alejada de la media.
Podría decirse que nunca la habían visto tan distraída, tan perdida en su mundo sonriendo sin razón aparente y tratando de ocultar su felicidad cuando volvía a la realidad.
Sus ex amigas Jihyo y Jeongyeon decidieron preguntarla por su cambio de humor tan repentino. No es que estuvieran preocupadas por ella, exactamente. Mina les había contado sus sospechas sobre la amistad de Momo y Nayeon, pues podría ser más profunda de lo que se intuía a primera vista.
Al final del entrenamiento todas fueron a los vestuarios, por lo que aprovecharon el momento ducha para acercarse a la exreina y preguntarla por el tema que les interesaba.
- Tranquilas chicas, Momo y yo sólo nos llevámos bien - mintió. Utilizó su tono de superioridad para darle más credibilidad.
- Aléjate de ella, no es de tu estilo - la aconsejó Jeongyeon.
- ¿Y por qué? - preguntó divertida la mayor. Sentía curiosidad por la respuesta de sus ex amigas.
- No la van los k dramas ni hablar de chicos hasta las 3 de la mañana - contestó Jihyo, en tono serio.
Nayeon tuvo que contener la risa
- Sé de sobra que cosas le van.
- Si la aprecias algo deberías alejarte de ella o la gente la dejará de lado - ¿Eso era una amenaza?
Nayeon corrió la cortina de la ducha y se metió en la que creía que era de Jeongyeon, que estaba a su izquierda y la abrió sin ningún miramiento.
- ¡No te atrevas a amenazarme!
- ¿O qué? - contestó desafiante la otra. Había acertado.
Esta vez, Nayeon no utilizó las palabras para responder a su examiga, sino su puño, que fue directo a su cara, mas Jeongyeon lo detuvo a tiempo.
- Te conozco demasiado bien, Nayeon. Sé que en cuanto sientes que algo se escapa de tu control la violencia es tu primera reacción.
Jihyo apareció de repente, separando a ambas y pidió calma. Nayeon salió de la zona de las duchas sin mediar más palabras con nadie. Segundos después estaba de nuevo sonriendo. No iba a permitir que alguien sin importancia arruinase su buen humor.
Cuando salió del instituo, vio a Momo apoyada en las vallas que rodeaban el recinto. La japonesa no se dio cuenta de la presencia de Nayeon, estaba entretenida hablando mediante mensajes con alguien.
Inmediatamente, Nayeon se acercó a ella y tocó su hombro con el dedo índice para llamar su atención. Momo dio un pequeño salto del susto que le había dado la otra.
- ¿Qué haces? - preguntó.
- Hablando con Mina-chan, me habían invitado a cenar a casa de Sana-chan y las he dicho que no podía porque tenía mucho que estudiar.
- ¿No te da miedo que Jihyo o Jeongyeon te vean? - preguntó Nayeon levantando una ceja.
Como respuesta, la otra se encogió de hombros y añadió - Tenía la esperanza de que salieras antes que ellas.
La coreana negó con la cabeza mientras sonreía. Momo había confiado mucho en su suerte.
- ¿Vamos? - preguntó Momo ofreciendo a Nayeon que pasase por delante de ella.
La más baja asintió y comenzó a caminar, enseguida la japonesa se puso a asu altura.
- ¿Y por qué has venido a buscarme? - preguntó Nayeon. Sentía curiosidad.
- No quería que te perdieras - respondió la otra burlonamente.
- Todavía no he pasado tanto tiempo contigo como para que me pegues tus defectos.
- ¿Defectos? ¿Yo? si soy perfecta - respondió Momo imitando la voz de su amiga y su gesto de echarse el pelo hacia atrás.
- Me temo que no tienes tanto estilo como yo - dijo Nayeon imitando el gesto de Momo.
Era la primera vez en su vida que alguien se reía de ella y se lo tomaba de tan buen humor. ¿Qué la había hecho Momo?
Entre risas, imitaciones y algún que otro beso, llegaron a la casa de Momo sin darse cuenta. Cuando enfiló la calle en la que vivía, la japonesa ni siquiera lo supo. Se dio cuenta cuando ya estaban al final de la calle, por lo que tuvieron que retroceder la mitad de la calle.
Nayeon podría burlarse toda la semana siguiente, como mínimo.
La japonesa abrió la puerta de su casa y le ofreció pasar primero a su compañera. La casa de Momo era mucho más pequeña que la suya y su estilo era más antiguo, pero le resultó acogedora.
Los padres de Momo apareció de la puerta situada en la parte izquierda del pasillo y ello el ruido de varios pasos corriendo en el piso de arriba.
- ¡Cuidado con las escaleras! - advirtió la madre a su hija mayor, Hana.
-Sí, mamá - dijo su hermana rodando los ojos mientras bajaba las escaleras lo más rápido que podía.
Nayeon se sorprendió al verla, Momo no le había mencionado nunca que tuviera una hermana.
- Ella es Hwang Wooyoung - la presentó.
La coreana hizo una reverencia, para mostrar su respeto a la familia Hirai.
- Tienes buen gusto, hermana - comentó Hana con una sonrisa burlona.
Momo frunció el ceño y se cruzó de brazos. Hana siempre solía intentar reírse a su costa. La otra le sacó la lengua y se acercó a ella para revolverle el pelo.
- La comida ya está casi lista - habló la señora Hirai, interrumpiendo el momento. - Momo enséñale donde está el comedor, y Hana, ayúdame a prepararlo todo.
- ¡Jo! - protestó la japonesa mayor.
El rostro de Momo se iluminó y tomó la mano de Nayeon, y así fueron juntas hasta el comedor. Tardaron un poco más de lo normal en llegar, pues la más baja no paraba de darle besos.
ESTÁS LEYENDO
The Queen (Namo / Monayeon)
Fiksi PenggemarSeguro que la mayoría ha leído alguna vez la típica historia en la que una chica "normal" ejem rayita ejem, se enamora del chico más guapo, idiota y popular del instituto, el cual tiene como novia/rollo a la abeja reina, quien hará la vida imposible...