La Directora hizo pasar a la Dirección al papá de Miriam, al papá de Fabián y a la mamá de Paula y los invitó a sentarse. A los padres de Federico y de Graciela no los habían encontrado. Mandó a buscar a la Foca, que estaba en el grado. había un silencio incómodo. No les habían querido decir por teléfono qué era lo que pasaba, sólo que vinieran urgente al colegio.
El padre de Miriam creyó que era un problema de la Cooperadora y, rezongando, dejó su negocio y se vino. La madre de Paula pensó en un accidente, pero por lo visto, todo estaba muy tranquilo. El padre de Fabián pensó que su hijo había hecho volar la escuela con algún invento. Pero la escuela seguía ahí. Tampoco era una reunión de padres... En definitiva, los tres pensaban que la Directora era muy molesta, que nada justificaba este salir corriendo y que, realmente, en la escuela no tenían nada que hacer y se dedicaban a molestar a los que estaban trabajando.
La Foca llegó con un pañuelo estrujado en la mano, tapándose la boca a cada rato para ahogar su tosecita. La Directora se sentó detrás de su escritorio, apoyó los codos y entrelazó las manos regordetas, moviendo sin cesar una uñas rojas y largas que, más que uñas, parecían bichos que se le escapaban de las manos.
Entre tos y tos de la Foca , fue explicando lo sucedido. Aclaró que los chicos no estaban en la escuela y que esta situación había rebalsado todos los límites de paciencia que se podía tener con los alumnos de séptimo.
-Son insoportables, inmanejables- acotó la Foca.
-Señora- dijo el padre de Fabián-, yo entiendo que no se puede dejar pasar esta... travesura de los chicos .
-¿Cómo travesura? Esto es un delito- lo interrumpió la Foca, mientras la Directora la fulminaba con la mirada.
-Usted no estará sugiriendo que mi hija es una delincuente- le dijo el padre de Miriam.
-De ninguna manera, Sr. Reinoso, de ninguna manera- se apresuró a aclarar la Foca-. Pero no es su hija la cabecilla de todo esto.
-Yo creo- volvió a intervenir el padre de Fabián- que estamos haciendo un mundo de nada. Estamos hablando de cabecillas y delincuentes cuando en realidad es, simplemente, una rateada sin importancia.
-¿Cómo sin importancia?- saltó la madre de Paula que hasta el momento sólo se había refregado los dedos-. Usted habla así porque tiene un hijo varón. Yo quisiera ver qué diría si tuviera una hija, con el peligro de que ande sola con unos mocositos por la calle que la inciten a la droga ola... violen.
-Señora- insistió el padre de Fabián-, un hijo o una hija corren los mismos peligros, y a mí me preocupa tanto como a usted. Pero yo confío e lo que mi hijo puede hacer y estoy seguro de que si no están en la escuela, se fueron a la casa de alguno. No van a estar dando vueltas por los prostíbulos.
La Foca casi se cae de la silla. La Directora tuvo que ahogar la risa y dio gracias de que al menos uno de los padres tenga sentido del humor. Esta ¨travesura¨ como él decía, no era peligrosa para los chicos, ella lo sabía, era peligrosa para ella, porque seguramente alguno de los padres iba a hacer una denuncia contra la escuela y la responsable de la escuela era ella, sólo ella. Tenía que manejar las cosas con cuidado para dejar satisfechos a todos los padres, pero ¿cómo?
-Yo creo, señora- intervino el padre de Miriam-, que esto es muy sencillo: primero, hay que encontrar a los chicos y después hay que sancionar a los cabecillas para que esto no se vuelva a repetir. Hay que tener mano dura, para que a los otros chicos les sirva de ejemplo... y yo sugiero la expulsión.
-Si la cabecilla fue su hija, ¿también?-preguntó sarcásticamente el padre de Fabián.
-Mi hija no fue de ninguna manera, señor.
-Se tome la decisión que se tome- dijo la madre de Paula-, yo voy a sacar a mi hija de esta escuela porque no me da ninguna seguridad.
-Señores...-interrumpió la Directora tratando de tranquilizar los ánimos-: creo que nos estamos yendo de tema. Lo más importante, en este momento, es encontrar a esos chicos y asegurarnos de que estén bien. Después, ya veremos.
-Totalmente de acuerdo- dijo el padre de Fabián-. Yo voy a pasar por casa para ver si están ahí.
-En mi casa no están- aclaró la madre de Paula.
-Y en la mía tampoco- dijo el Sr. Reinoso.
-Bien- dijo la Directora-. Podrían ir ustedes, entonces, a la casa de Federico Soria y de Graciela Reboledo a ver si están ahí.
-Yo siempre dije que esa chica era una mala compañía- dijo la madre como pensando en voz alta.
-De paso- agregó el padre de Fabián-, podríamos pasar por la plaza, por el polideportivo, por los videos... no sé, en algún lado deben estar.
Los tres padres salieron a buscar a los chicos. La Foca volvió al grado y la Directora se desplomó en su silla después de pedirle a Margarita que le preparara un té.
Holi❤️
Acá esta el capítulo 12, se rebeló el verdadero interés de la Directora xd.
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Jane🥀
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Caídos del mapa
Teen FictionHola❤ Este libro prometo terminarlo, ya que vi que todos los que hicieron están muy incompletos, asi que me comprometo a terminarlo y si me dan ganas, quizás haga toda la saga, ojalá lo disfruten, GRACIAS❤. Cuatro chicos de séptimo grado planean rat...