Novena Llamada. En la Otra Línea

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Estoy muy feliz!!! el fic ha llegado a las mil visitas!! owo y para celebrar, les traigo un capi recién salidito del horno

que lo disfruten!!

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Novena Llamada. En la Otra Línea

Un delincuente.

Así es como se sentía cuando visitaba "ese sitio", pues llevaba gafas de sol, gorra y una pesada chaqueta cerrada hasta cuello a pesar del tremendo calor que hacía; nada era demasiado para ocultar su identidad al caminar por esas desoladas calles. Con toda la precaución del mundo, Ace entró a un estrecho y abandonado callejón, deslizándose entre pilas de cajas y basura hasta llegar a una puerta oxidada. Se aseguró que no lo hubiesen seguido antes de golpear la puerta... Una, dos, tres, cuatro golpes. Un silencio de unos pocos segundos y luego dos golpes más. La clave fue recibida y la puerta se abrió con un sonido chirriante que le permitió deslizarse hacia su interior apenas el vigilante le dio el acceso.

Por dentro todo era muy diferente a lo que se mostraba en el exterior; muebles importados, papel tapiz de colores sobrios que expresaban tranquilidad, algunas estatuillas de mármol y pinturas de colección... y ese aroma de perfume tan penetrante que mareaba.

- gusto en verte, Ace-kun- una preciosa chica rubia en ropa interior salió de una de las habitaciones para recibirle. Si bien ya se había acostumbrado a ver a las chicas, y a veces hasta chicos, deambular con poca ropa por ahí, no podía evitar ponerse nervioso y desviar la mirada- adelante, el jefe ya sabe que estás aquí- la chica lo guió a una de las tantas puertas distribuidas a lo largo de los pasillos para llevarle a la oficina del jefe de ambos

- mi pequeño Ace, bienvenido- aquel estrafalario sujeto ya le esperaba detrás de su escritorio con una sonrisa tan amplia que parecía cruzarle el rostro completo. Con un ademán, el hombre invitó al menor a sentarse, y éste, sin decir nada, obedeció. Mientras esperaba a que su jefe revisara algunos papeles, el pecoso se quitó el abrigo para respirar un poco mejor- este mes te ha ido bastante bien, felicidades

- sí, he estado... algo activo por las noches...- decir que la mirada de aquel sujeto le intimidaba era poco; de hecho le causaba pánico, pero podía manejarlo por un breve periodo de tiempo

- ¿has tenido problemas con la línea? ¿Interferencias?

- no, nada que reportar

- bien, entonces...- abrió un cajón a su derecha y de él sacó un fajo de billetes que haría babear a cualquiera. Tomó una pequeña parte de aquella fortuna y guardó el restante de vuelta al cajón antes de extenderle su paga al menor. Ace sonrió, había suficiente dinero para pagar sus deudas y darse unos cuantos lujos; mas al momento de tomar el dinero, su jefe no lo soltó- ¿has considerado la oferta que te hice, Ace-kun? La paga es mucho mejor. Fácilmente podrías ganar en una noche lo que ganas en un mes

- gracias, así estoy bien- hizo un nuevo intento por tomar el dinero pero el otro simplemente no parecía ceder- me basta con tener algo para mantenerme... quizá después...- fue esa última frase la que le ayudó a menguar los intentos del otro y arrebatarle el dinero. Ace le sonrió como cortesía, hizo una reverencia y finalmente se marchó con el mismo atuendo con el que entró.

No podía negarlo, su jefe le daba escalofríos. Sabía que la hotline era una pequeña parte del gran negocio que manejaba ese hombre, que sin duda era ilegal, y su jefe estaba interesado en él para "hacerle crecer" en él, pero no estaba tan necesitado como para siquiera considerar aquella opción. En cuanto terminara su universidad acabaría con ese trabajo tan vergonzoso que sólo le había traído problemas... problemas desaliñados y con unas grandes ojeras que no tuvieron la decencia de enviarle un mensaje desde hace días.

Hotline [LawAce]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora