Onceava Llamada. Manos

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Antes que nada, Feliz año!! owo

y una disculpa por la tardanza, con las festividades y el trabajo no tuve tanto tiempo libre como imaginé, pero ya estamos de regreso owo ojalá disfruten el capítulo

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Onceava Llamada. Manos

Justo el día anterior fue de los más tranquilos que había tenido en mucho tiempo. Smoker había llamado a la cafetería para reportarle "enfermo", por lo que tuvo todo el domingo para sí mismo. Se levantó a medio día y se atiborró con toda la comida que su novio le dejó preparada e hizo limpieza a fondo de su departamento. Limpió mobiliario, despejó el fregadero de trastos sucios, desechó la basura y lavó los montones de ropa acumulados, aunque le pareció extraño que le faltara una camisa y un par de su ropa interior preferida; quizá los había desechado sin darse cuenta.

También aprovechó para obtener un nuevo juego de llaves de su departamento con su casera; era una anciana algo misteriosa pero siempre podía sacar su lado amable pagándole la renta o, en ese caso, dándole algo de dinero extra por las copias de sus llaves. Era casi gracioso que perdiera tantas cosas cuando Law estuvo en su departamento, quizá ese médico atraía la mala suerte. Por la tarde hizo todos los deberes escolares que tenía pendientes y por la noche se dedicó a la hotline. Su trabajo fue más agridulce de lo normal pues recibió la llamada de un sólo sujeto, pero tenía tantas fantasías que cumplir que lo tuvo pegado al teléfono hasta altas horas de la madrugada, por lo que su día ideal terminó por agotarle como cualquier otro.

Ese lunes por la mañana asistió a la escuela más cansado de lo normal, por lo que se cruzó de brazos en su asiento y se recostó en ellos para dormir un rato antes que comenzaran las clases. Ace tuvo un sueño lindo hasta que escuchó unas risillas muy cerca de él. Al abrir los ojos y limpiarse el hilillo de saliva de sus labios, vio que algunas de las chicas de su salón le miraban y se murmuraban entre ellas, como si estuvieran planeando algo. Todavía recordaba lo que le dijo una de sus compañeras cuando se le acercó

- ¿Ace-kun, ya tienes acompañante para el evento de caridad?- al no saber de qué hablaba, el pecoso, aunque sonriente, hizo un ligero gesto de intriga. La chica entonces desdobló un papel que llevaba entre sus manos, una especie de anuncio más bien formal que hablaba sobre un evento de beneficencia para apoyar a la estación de bomberos de la ciudad- Tu tío es bombero, ¿cierto? Debe haberte invitado al evento de caridad de la estación de bomberos el siguiente fin de semana, ¿Ya sabes a quién llevarás?- las preguntas de la chica eran inocentes, ni siquiera sospechaba el daño que acababa de hacerle.

Pese a estar siempre en contacto con su amado y tener buena comunicación con él, Smoker jamás le habló de un evento de caridad.

Quiso preguntarle más a su compañera pero justo en ese momento su profesor entró, por lo que tuvo que torturarse durante esa y muchas de sus otras clases preguntándose por qué su bombero no le mencionó nada de ese importante evento. No sabía si quería gritarle, llorarle o qué, sólo sabía que tenía que hablar con él, y esa era una conversación que quería tener en persona y no por teléfono. Al estar preocupado por su reciente enfermedad, Smoker prometió ir a recogerle ese día, por lo que esperó hasta terminar sus clases para reunirse con él.

Cuando vio el auto del mayor estacionado frente a su instituto su semblante se hizo más sombrío, algo inusual en el ánimo alegre que siempre tenía el pecoso. Al subir al auto ni siquiera saludó al mayor; sólo se cruzó de brazos y miró al frente, esperando a que fuera Smoker el primero en hablar. Por un momento creyó que, si era paciente, su amado le hablaría sobre el evento de beneficencia o al menos preguntaría sobre su día, pero no fue así. Antes de darse cuenta ya estaban en medio de la ciudad, atrapados en el tráfico.

Hotline [LawAce]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora