Eres mi esclava

11: no puedo quedarme

King y Akemi se encontraban en una pequeña colina sentados en el suelo, Akemi acariciaba el lomo de Oslow mientras que el se encontraba acostado a su lado.

-estuviste con los mandamientos?!- dijo King sorprendido por lo que le contó Akemi -como pudiste escapar?!-

-alguien me ayudó a escapar- dijo con la mirada baja

-cuando la princesa Elizabeth se entere estará feliz de verla- le mostró una sonrisa

-ella está aquí?- lo mira pero King negó con la cabeza y bajo la mirada

-los 7 pecados capitales están en Camelot-

-ya veo... King-sama, por qué las hadas lo estaban tratando de esa forma?- lo miró con preocupación.

King apretó sus puños y frunció el ceño, unas cuantas lagrimas cayeron del rostro de King.

-lo siento! N-no debí preguntarle- dijo apenada y King se limpió las lágrimas negando la cabeza

-no te preocupes... ellos tienen razón, los abandone, abandone el bosque y... a mi hermana- sintió como la mano de Akemi se posaba en su hombro y la miró, ella le dedicaba una sonrisa tierna.

-pero usted está arrepentido no?- king la miró atento -eso es importante, que no quiso hacerlo con una mala intención, estoy segura que si le da una buena razón podrán perdonarlo-

King se sorprendió un poco por sus palabras y luego sonrió para después asentir con la cabeza.

-gracias Akemi- le sonríe con alegría

-no hay de que King-sama-

-ey King!- lo voz de Ban se escuchó y ambos lo miraron -con quien hablas?- dijo sin notar la presencia de Akemi pero luego la miró -aah? Es esa niña-

-Ban-sama!- se pone de pie para dirigirse a Ban -no pensé que estaría aquí-

-tenía cosas que hacer en este lugar- dijo sin importancia

Akemi miro que alguien más lo acompañaba, era una mujer de cabello púrpura claro.

-quién es?- preguntó curiosa

-es Jeracho-

-Jericho!- dijo fastidiada mirando a Ban

-un gusto, soy Akemi- ella le extendió su mano y Jericho aceptó estrechando su mano con la suya

-el placer es mío- le dedicó una pequeña sonrisa

-por qué están aquí? En especial tú Ban?- dijo mirando confundida a Ban

-es el rey de las hadas- comentó King sin ánimos

-eh?! E-el rey?!- exclamó sorprendida

-claro que no, el rey es King- dijo fastidiado y Akemi miro a King sorprendida

-es el rey de las hadas?!-

[...]

Zeldris caminaba por la aldea en dirección a la casa donde su esclava se encontraba, llevaba algo de comida para que ella pudiera comer, ya que se supone que Fraudrin se avía encargado para darle el desayuno. Entro a la casa y fue hacia la habitación, sacó una llave para abrir la puerta y entro, la habitación estaba vacía, no había nadie dentro.
Zeldris tiró la comida al suelo y salió de la casa.

-esa malcriada no entiende de buena forma- dijo con furia.

Sus alas aparecieron y dio vuelo para buscarla, apretó su puño derecho y apareció una cadena muy larga que indicaba el camino en donde se encontraba el otro extremo.