32: él jamas volvera

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Oscuridad, solo se veía la oscuridad, la oscuridad era fría, hacía bastante frío en ese lugar. La peli-azul empezó abrir sus ojos, se veían las paredes de ladrillos, Akemi intentó moverse pero algo le impedía hacerlo, miro sus muñecas  y tobillos noto que estaba atada en una pared. Para escapar activo sus poderes de fuego pero nada pasó, ni una llama ni siquiera se sintió en calor del fuego, estaba haciendo mucho frío, la peli-azul temblaba y su respiración se congelaba cuando jadeaba.
Una figura se apareció frente a ella, Melascula, miraba a la chica con su sonrisa se siempre.

-tienes frío?- preguntó irónica y soltó una risa -lo hubiéramos hecho de forma fácil pero tú lo pediste de forma difícil-

-hu-hubie.. r-ramos?- preguntó con esfuerzo de hablar

-tu querido tío, el rey de los dragones nos pidió a los Diez Mandamientos que lo ayudáramos a traerte- respondió a lo que Akemi abrió los ojos sorprendida -enserio creíste que tenía afecto por ser tu familia? Jajaja pobre niña- la mira burlona y le da la espalda

Akemi intentaba hablar pero el frío le era insoportable y con la ropa que usaba no la ayudaba para nada, temblaba demasiado, estaba muy débil y sus muñecas y tobillos le ardían por cómo eran sujetadas por las cadenas.

En el reino de Liones los pecados estaban frente a una enorme manta que estaba cubriendo algo.

-bien están listos para ver cómo quedó la taberna?- preguntó Hawk entusiasmado

-yo quiero quitar la cuerda!- se lanzó Kazuki tomando la cuerda con los dientes y la jala

-espérate cerdo!!- dice fastidiado

La manta de apartó y dejó ver la nueva y gran taberna, los presentes estaban sorprendidos por la taberna, la exploraron por dentro y era enorme, pero la princesa de cabello plateado fue hacia ellos con la respiración agitada de lo que corrió.

-Elizabeth que sucede?- preguntó Diane acercándose

-mi padre quiere verlo de inmediato- dijo con el ceño fruncido llamando la atención de los presentes

En la sala del trono, los pecados capitales se encontraban mirando al rey Bartra quien estaba con una mirada sería y preocupante.

-tuvo una visión, majestad?- preguntó la maga y el rey asintió

-es sobre los Diez Mandamientos, planean algo- dijo con seriedad

-sea lo que sea podremos con esos tontos- dijo Ban con naturalidad

-que es lo que planean?- preguntó el rey hada, Bartra guardó silencio por unos segundos

-... tienen cautiva a Akemi- dicho eso todos quedaron sorprendidos

-que?! Pero no sé supone que ella regresó con el rey de los dragones?- dijo Zeldris sorprendido

El día que Akemi desapareció, en su habitación Elizabeth encontró una carta que decía que Akemi se iría con el clan de los dragones, por ser la letra de Akemi pensaron que estaría ahí y sería lo mejor para poder superar su corazón roto por el verdugo.

-Akemi no planeo ir con el clan de los dragones, seguro fue para que no sospecharan-dijo Hawk

-pobre de Akemi-sama, quien sabe lo que le estará pasando- dijo Escanor con lastima

-tienen que ir por Akemi rápido antes de que algo horrible suceda dijo el rey

Todos salieron de la sala rápidamente y se dirigieron a la taberna, Elizabeth y Elaine entraron poco tiempo después.

-que sucedió?- preguntó la rubia m

-Akemi corre peligro debemos de ir por ella antes de que sea tarde- dijo Meliodas -Elizabeth será mejor que te quedes- mira a la peli-plateada

-olvídelo! Akemi es mi prima y tengo que ir con ella, le guste o no Meliodas-sama- dijo con firmeza, Meliodas se le quedo viendo por un rato y después sonrío de lado

-me encanta tu lado mandón~- dijo el rubio detrás de la joven apretando sus pechos

-PERVERTIDO!!- Hawk le da una patada apartándolo de Elizabeth

-si Elizabeth va yo también y no escuchare lo que digas Ban- dijo mirando a Ban que quería protestar pero después cerró la boca.

La mamá de Hawk se puso en marcha en el viaje, se dirigieron al reino de los dragones pues Merlin pudo detectar la magia de Akemi pero era muy débil, eso le preocupaba a los pecados.
Mientras tanto, Akemi seguía en ese lugar misterioso, apenas tenía fuerzas para mantenerse despierta, sintió como las cadenas se abrían liberando a la chica, está cae al suelo helado, la peli-azul alzó su mirada y vio al mandamiento del amor Estarossa quien la miraba con una sonrisa de lado, este se puso de rodillas y la sujetó.

-c-creí que..- pronunció la joven con debilidad

-admito que estaba apunto de ser derrotado, pero las ganas de verte de nuevo me ayudaron a seguir- dijo con una sonrisa maligna

-q-que quieres de mí?- lo mira con enojo

Estarossa tomó el mentón de la joven y lo acerco a su rostro mirándola fijamente.

-quiero que seas mi esclava- dijo mostrando una sonrisa pícara

Akemi abrió sus ojos sorprendida por sus palabras y con las fuerzas que pudo lo empujó alejándolo, logró levantarse y retrocedió poniéndose en guardia mirando al peli-pateado con enojo y nervios.

-j-jamás seré tu esclava- dijo Akemi y Estarossa se levantó soltando una pequeña risa

-vamos, yo te tratare diferente- dijo cruzando sus brazos -y yo no te lastimaría de la misma forma en la que Zeldris te hizo sufrir- dijo con seriedad

Akemi permaneció callada pero seguía atenta a todo movimiento del demonio, este sé acerco a la joven quedando frente a frente, la mirada de Estarossa era sería, la peli-azul temblaba, gritaba internamente que Zeldris fuera a rescatarla, esos pensamientos de esperanza se desvanecieron por el comentario del demonio.

-enserio crees que mi hermano venga por ti? Gelda regresó, Zeldris a hecho mucho con tal de que ella regresara y ahora que está con el, tú crees quiera venir por ti aún?- preguntó

Akemi se paralizó ante la pregunta, recordó el momento en que Gelda y Zeldris se reencontraron, Zeldris estaba aliviado.

-Zeldris siempre amo a Gelda- dijo detrás de la chica pero ella no se movió -aún crees que quiera venir por ti?- le susurró en su oído

El corazón de Akemi latió  muy rápido por el miedo ante el demonio, seguía pidiendo ayuda internamente asta que dejó de hacerlo y miro al suelo.

-él jamás volverá... el está con su amada Gelda- pensó la joven dragón y el demonio la tomo del mentón

Con la otra mano, tocó la frente de la joven y esta empezó a brillar, Akemi cerró los ojos ligeramente sin darle importancia a lo que le estaban haciendo, su mente estaba llena de pensamientos negativos. De la frente de la joven salió una llama quien Estarossa sujetaba sin quemarse, la peli-azul empezó a sentirse más débil, sus piernas dejaron de corresponderle haciendo que su cuerpo caiga al suelo, el demonio la sujeto de la cintura evitando que caiga al suelo, esta no se quejó ni se opuso a nada, sólo estaba sin responder, Estarossa sonrió con maldad e hizo desaparecer la llama para después mirar a la chica.

-ahora eres toda mía- dijo con firmeza y segundos después Akemi asintió lentamente

Desde la sala del trono, la llama que Estarossa le arrebato a Akemi apareció en las manos de Takemaro, este sonrío con maldad y lentamente la introdujo en su cuerpo, sintió el poder correr por todo su cuerpo, esa llama que Estarossa le arrebató a Akemi, era el poder que surgía en su cuerpo, ahora no es más que una humana normal.

- debes de estar consiente que Meliodas y sus camaradas se enteraran de todo esto- dijo Melascula con una sonrisa en sus labios

-ellos no se van a enterar, los matare antes de que puedan respirar- dijo con seriedad

Eres mi esclava Donde viven las historias. Descúbrelo ahora