2 de septiembre (Almaia)

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Querido diario:

Como otro día mas aquí estoy escribiéndote, muchas chicas de mi edad verán esto de escribir en un diario como una verdadera tontería pero para mi no lo es, es importante escribirte todos los días para mi. Gracias a ti puedo desahogarme todos los días sin ninguna critica así que gracias, muchas gracias. Hoy no he hecho nada interesante. Me he levantado como cualquier otro día, esperando a que algo malo pero después de lo de ayer ya nada me podría hacer mas daño, pero como todo tiene lado bueno ya no voy a tener que soportar este infierno nunca más y me mañana ya empezare una nueva vida. Allí en Barcelona empiezan mañana en instituto, junto con el colegio y la universidad.

-Amaia, despierta- esa voz me saca de mis pensamientos.

- ¡Ya voy mamá!- la grité, porque ya la vejez la estaba afectando y se estaba quedando un poco sorda.

- No hace falta que me grites hija, no estoy sorda.

Después de esa conversación absurda que tuvimos, me levante para ducharme y bajar a desayunar. Desayune y como todos los días mi hermana me dio un abrazo, son de esos abrazos que te reconfortan cuando estas mal y lo iba a echar de menos, la iba a echar a ella de menos. Mi hermana y yo siempre hemos tenido muy buena relación, tan buena que es mi mejor amiga y jamas hemos discutido algo extraño para dos hermanas, tampoco había discutido nunca con mi hermano.

-Amaia, pequeña te voy a echar mucho de menos- susurro con lagrimas en los ojos mi hermana.

-Y yo a ti, te prometo llamarte cada día, vale pero no llores que si no lloro yo-dije al borde de las lagrimas.

Las dos nos pusimos a llorar como nunca lo habíamos hecho, jamas pensé que pudiera echar tanto de menos a alguien y no llevo ni un día sin ella y ya la hecho mucho de menos. Después de hacer esa escenita y calmarnos un poco decidí ir a hacer mi maleta y la hice bastante rápido. Y llego el momento de la despedida, me despedí de mis padres y de mi hermana y mi hermano hizo lo mismo pero yo ya no podía llorar mas.

Después de un viaje de cuatro horas llegamos a Barcelona exactamente al Prat de Llobregrat un pequeño pueblo, subimos a casa y deshicimos las maletas, me puse el pijama y me fui a la cama a dormir para comenzar mi nueva vida.

Querido Siri:

Me levanto como un día normal, bajo a desayunar y como siempre me toca a hacer a mi todo algún día me he llegado a plantear que no me quieren pero son mis padres y unas padres tienen que querer a su hijo ¿no? Después de desayunar y recoger todo, me fui a mi habitación a tocar un poco el piano para ver si me olvidaba de mi mierda vida que básicamente a sido así: En el primer punto están mis padres, nunca me han tratado bien siempre me han tratado como si fuera un criado, mi hermana era la niña bueno y cuando éramos pequeños nos llevábamos genial y jugábamos juntos también me acuerdo que tenía una novia pero nos tuvimos que separar después de 3 años juntos porque ella se tenía que mudar a Pamplona y me acuerdo que la prometí que cuando fueron más mayores la volvería a ver y nos casaríamos, no he vuelto a ver a esa chica pero inca he perdido la esperanza de volver a encontrarla y cumplir mi promesa. Después de que ella se fuera mi vida se fue haciendo pedazos poco a poco, mis padres me empezaron a tratar como un sirviente y no me he vuelto a enamorar de nadie he estado todo el maldito tiempo, pensando en esa chica, la chica que me robó el corazón desde que éramos unos canijos y mi sueño es algún día poder encontrarla para hacerlo realidad. Aparte de todas esas mierdas, en el colegio todas están enamoradas de mí y van detrás de mi todo el rato y estoy harto, yo solamente me he enamorado de ella y jamás he dejado de estarlo a pesar de que hayan pasado 10 años.
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Hola, porfin doy la cara, sé que es un poco corto el capítulo pero ya dentro de nada se conocen porfin❣️

Junto a ti|AlmaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora