Oía como corría mamá por las escaleras y cuando sube
-¿¡Pero que pasa aquí!?
-Nada, ¿debe pasar algo, mamá? –Dije yo con una risita y miré a mi hermano- Matt, levántate, ¿Qué haces aun así?
-Mira niña… -se levanto de la cama con una expresión de enfado, yo no entendía porque, ¿por un poquitín de agua?
-Ey ey, ya, parad ¿eh? Sois bastantes grandecitos para pelearos, ya no compartís cuarto, nos mudamos, he hecho lo que pedisteis para no pelearos-Dios, ya estaba mamá con los rollos de ‘he hecho lo que habéis querido…’- Estefani, has hecho muy mal, pídele perdón
Encima, ¿os lo podéis creer? Encima que le ayudo a ducharse…-Perdón Matt- mire a mi madre con una cara de asesina- ¿Contenta? Hoy otra vez tarde por culpa del mermao –Salí hacia el cuarto de baño rapidísimo, supongo que mi madre no le aria mucha gracia la contestación mía.
Me miré al espejo y solo vi a la niña de antes, la alegre antes de pasar lo que me paso, me busque la cicatriz y recordé ese momento. Siento si antes no os lo dije pero…No es fácil ¿sabéis? A los 6 años tuve un tumor en el cerebro y me operaron 2 veces, gracias a Dios y a la ciencia que no hizo falta una 3º.Recuerdo ese hospital, comida mala y con luces la mitad fundidas, mi madre buscó el más barato. Oí la voz de Matt.
-Estefi, sal ya, estoy listo y te perdono -¿pero que se cree? ¿Soy un perro o que?
-Ya voy Matt –me mire al espejo y salí, en ese momento me envió un WhattsApp Yas, mi mejor amiga, me pregunto donde estaba
-Ahora voy, te tengo que contar cosas…-se lo envié y salí de casa con mi hermano, iba enfadada y delante suya. Llegué cuando estaba tocando la sirena y vi a Yas que entraba. Grité:
-¡Yas! ¡Espera! –fui corriendo y de chorra le alcance-
-¿Dónde estabas? Debemos entrar ya.
-El mermao de mi hermano me ha entretenido, lo siento Yas –le abrazo- Vamos anda. –entramos y en ese momento veo a él, el amor de mi vida, el era….
