ShinMono Week

Día 2 - Doméstico

Los personajes de Boku no Hero Academia no me pertenecen, solo el amor que les tengo.

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Cierra la boca

Acababa de terminar de desempacar sus cosas y se reclinó en el asiento de la sala a descansar. Finalmente. Después de tanta espera y entrenamiento, fue aceptado en el curso de héroes. Siente un peso en su hombro, gira la mirada y se encuentra a Tetsutetsu; su ahora compañero.

—Bienvenido oficialmente —dice sonriente, Awase está detrás y trae comida, Shinsou gira la mirada y puede ver como sus otros compañeros lo acompañan.

—Esto merece celebración —escucha a su otro lado. Ve a Kendo acomodando frente suyo, en una pequeña mesa, los aperitivos.

—Nos divertiremos mucho todos juntos —dice con su marcado acento Tsunotori ofreciendo una bebida. Todos eran realmente agradable.

Siente que alguien se sienta a su lado y rodea su hombro con su brazo. Así aparece el único discordante en tan buen ambiente.

—Con tu ayuda podremos darle una paliza a la clase A —se escucha un suspiro de resignación de todos sus compañeros con algún "Ahí va de nuevo", sumado por alguno.

—Realmente tienes un trauma con eso —dice Awase, sentándose para comer— . No te preocupes —sigue, dirigiéndose a Shinsou— en algún momento tu oído se acostumbrara y dejarás de oírlo.

—Lamentablemente, no todos tenemos esa suerte —se aqueja la amable bestia de Shishida. Lamentándose y negando con la cabeza. Mientras acerca sus finos cubiertos hacia su solitaria porción de pizza puesta en un plato de porcelana.

—Lo hago por el bien de todos —sigue Monoma— ellos están muy engreídos. Quiero que nuestra clase resuene en su lugar.

—Quieres crear conflicto donde no lo hay —le responde Kendou, preparando su puño. Tetsutetsu, a su lado, intenta calmarla.

—Si ustedes no hacen nada, entonces lo están dejando en mis manos —sigue, sin prestar atención a la molestia de quienes lo rodean.

— ¿No es mejor demostrar nuestra valía con nuestros actos? Es vez de infantiles llamados de atención —finalmente habla Shinsou. Escucha un aplauso y algún chiflido de alguno de sus compañeros, celebrando su respuesta.

Monoma gira su rostro hacia él, algo dentro suyo tiembla ante tanta cercanía. Pero no se asemeja para nada a un temblor de miedo, sino, algo más emocionante. El rubio piensa su respuesta por un momento, estos valiosos segundos los usa para estudiar sus rasgos. Su bonita nariz, esos grandes y hermosos ojos grises, su piel de porcelana. Como esa malvada sonrisa engreída que estaba asomando en su rostro.

—Tú cállate —solamente responde y Shinsou le devuelve la sonrisa.

—No, tú cállate; Monoma —sin que nadie lo espere uso su quirk en lo dicho. Monoma, no pudo hacer más que obedecer. La habitación quedó en silencio. Shinsou temió haberlo arruinado con sus nuevos compañeros. Pero al instante se dio cuenta que estaba equivocado.

— ¿Está callado?—suelta Kuroiro, acercándose a su compañero. Lo observa y luego mira a sus compañeros— lo hizo.

—¿Lo hizo? —se escuchan voces de dudas— ¡Lo hizo! —ahora son más animadas.

— ¡Logró cerrarle la boca a Monoma! —algunos abrazan a Shinsou mientras otros sacan fotos de los labios cerrados de Neito. Kendou llora y algunas chicas, como Tetsutetsu, la abrazan.

Todo es alegría.

—Ojalá hubieras estado con nosotros desde principio de año —dice Awase. Shinsou piensa lo mismo.

Monoma es liberado y comienza a quejarse frente a sus compañeros, mientras estos lo amenazan con que Shinsou lo hará cerrar la boca nuevamente. El rubio lo mira con tajante amenazante, pero cuándo el resto deja de mirarlo su rostro es más relajado.

—Me la pagarás —dice con una sonrisa divertida y natural en su rostro, que al contrario lo hace temblar de pies a cabeza.