Parte 1- El Ladron*

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[Es un día soleado en la ciudad. Las calles se ven llenas de gente que regularmente sale a realizar compras o a cumplir con sus oficios correspondientes. Las casas se encuentran pegadas una tras otra de forma muy poco planeada, haciendo que de vez en cuando se creen callejones por los cuales los maleantes pueden hacer de las suyas. La calle principal ocupa un ancho suficiente para permitir el paso de hasta 20 personas a la vez. Esta se dirige al centro, donde se encuentra el palacio donde viven los quiladi. Entre la multitud, un hombre de aproximadamente 25 años se halla inmóvil y tapado por una capucha de tela. Poco a poco empieza a caminar y reflexiona...]

¿¿¿- Es mediodía y las calles están llenas de malditos eshiks, como odio esta ciudad... Pero bueno, nada mejor que unos nobles tontos que descuidan sus sacos y joyas... AHAHAHA!!!. No tengo mucho de donde agarrar, así que creo que tendré que conseguir un poco de plata.

[Unas horas más tarde.]

¿¿¿- *Sentado en un borde mientras se agarra la camisa para ondearla y permitir la entrada de aire* Ahhhhh, ¡Estoy empapado de sudor! Como se antoja un baño, aunque mejor voy a un río a refrescarme, ni que tuviera dinero para algo mejor.

[El hombre se para y se dirige hacia la puerta principal de la ciudad, sin embargo, un grito de una señora interrumpe su andar.]

???- ¡¡¡¡LADROOOOOON!!!! ¡Ayuda, él me robó mi bolso!

¿¿¿- Ups ya me cacharon. Bueno, diría que es hora de irse. Mmhh... y pensar que me podía salir con la mía.

[El hombre encapuchado va corriendo hacia la salida de la ciudad mientras un grupo de guardias lo seguía tras haber escuchado el llamado de ayuda. Van corriendo entre callejones y caminos por varios minutos sin cesar, cuando parece que el ladrón está a punto de darse por vencido.]

¿¿¿- *Cansado* ¿¡Qué acaso nunca se cansan!? Y yo que pensaba que nada mas se la pasan comiendo y holgazaneando. Bueno, nada más tengo que aguantar hasta que llegue a la salida de la muralla. Una vez afuera me podré esconder entre los árboles.

[La persecución prosigue al sur con destino a la una gran puerta de hierro que resguarda el ingreso y la salida de personas a la ciudad. Desafortunadamente para el ladrón, los guardias fueron avisados de sus planes por un mensaje mágico que se envió de alguna atalaya y tenían la intención de cerrar el portón.

¿¿¿- *Enojado* ¡¡No,no, no, NO!! ¡¡CORRE DANIEL, CORRE!!!

[La velocidad se intensifica mientras se aproximaban a la recta final. Pero, por más que Daniel de esforzó, la puerta es cerrada prontamente.]

Daniel- ¡Maldita sea! La alcanzaron a cerrar. ¡Da igual! Es hora del plan B...

[Daniel empieza a correr por la pared y, antes de caer, agarra una polea que se encontraba colgada por la gran muralla que protege la ciudad, y sube. Una vez arriba, él se mofó de los guardias...]

Daniel- ¡Nunca me alcanzaran, perros del Norri!

???- !Vuelve acá, piltrafa!

Daniel- ¡HAHAHAHA!

[No obstante, al ver que estaban a punto de ser rodeado por los guardias que cuidaban de la muralla, decide utilizar su carta trampa, un par de dagas usadas, pero que aún funcionan. Empieza a bloquear los ataques de los guardias mientras se abre paso a una parte inconclusa de la muralla que tiene, como punto débil, su lado externo.]

Daniel- Creo que puedo bajar por ahí...

[En lo que planeaba su siguiente movimiento, una polea levantaba una tabla que esperaba un trabajador ajeno a la acción que estaba ocurriendo. Al ver la oportunidad, él salta de un lado a otro en los tablones con los que transportaban los materiales y logra aterrizar ileso afuera de la muralla. Los guardias tratan de seguirlo, pero no pueden saltar por los tablones y se retiran hacia la puerta para continuar su persecución.]

Daniel- *Corriendo y volteando hacia atrás mientras vocifera pedantemente* ¡Haha, malditos inútiles! Solo son una desgracia que no merece reconocimiento alguno.

[Daniel sigue insultando a sus perseguidores mientras corría hasta que se topa con un árbol furtivo. Este cae secamente, se levanta y echa a correr ya con la boca cerrada. Tras un buen rato de caminata y trote, nuestro ladrón deja de escuchar a los guardias. Tras asegurarse de ello, él descansa brevemente abajo de un árbol y se fija en sus pies agotados.]

Daniel- ¡Mierda, eran mis últimos zapatos! Ahora tendré que robarle otros al niño rico que se pasa por el puente de vez en cuando.

[Tras ello se dispone a seguir y, después de un rato, se encuentra un río calmado pero lo suficientemente profundo como para sumergirse, algo óptimo para tomar un buen baño. Daniel empieza a desnudarse poco a poco, dejando la ropa colgada en una rama de cercana. Él se introduce lentamente al agua, dejando que su cabello largo se remoje entre las rocas.]

Daniel- *Aliviado* ¡Por fin! Un rato para mi solo...

[Pasado un buen tiempo, Daniel fue poco a poco lavando su cuerpo mientras admiraba la naturaleza y el sonido de las cigarras. En medio de la calma del bosque, inesperadamente un arbusto se movió por la orilla de donde había dejado sus cosas. Daniel, al ver el movimiento, se pone en defensa y alcanza una de sus dagas.]

Daniel- *Con tono amenazante* ¿!Quien anda ahí¡?

[No hubo respuesta por un buen rato hasta que del arbusto se ve salir un conejo blanco.]

¿¿¿- ¿Un conejo? Bueno, siempre es buen momento para cazar. Además tengo mucha hambre...

[Daniel se pone en pose depredadora y rápidamente salta hacia el conejo, intentándole dar con la daga, pero fallando miserablemente.]

Daniel- ¡MIERDA!

[El conejo voltea y con una cara de smug se empieza a burlar de él. Daniel, furioso, lo empieza a perseguir.]

Daniel- ¡MALDITA SEA, QUÉDATE QUIETO!

[Ambos siguen en su conflicto cuando el conejo parece cansarse, reduciendo su velocidad considerablemente. Al final, Daniel lo acorrala entre sus manos.]

Daniel- *Exhausto* Por...fin...te...tengo. Ahora... ¡MUERE!

[En eso, unos arbustos cercanos que quedaban a la derecha se empiezan a mover.]

Daniel- ¿Ahora que? ¿Un amigo tuyo?

[De repente y sin previo aviso, del arbusto sale una figura humana, al parecer el de una niña con pelo azul y ojos de igual color, que aparenta unos 12 años.]

Daniel- ¿Qué rayos? ¿Qué hace una niña como ella aquí en el bosque? Tiene el cabello azul... No me digas, ¿¡Es una quiladi!? No, eso es imposible, no con esas prendas.

¿¿¿- ¿Donde estoy? La verdad estoy muy desubicada con todo esto...

[Entre la confusión del momento, el conejo aprovecha y escapa de su terrible destino mientras Daniel sigue en estado de shock. Al enterarse de su desgracia, Daniel exclama...]

Daniel- *Enfadado* ¡MIERDA, EL CONEJO! *Volviendo la mirada hacia la niña* ¡ES TU CULPA! ¡SÍ NO HUBIERAS APARECIDO, NADA DE ESTO HUBIERA PASADO! A parte, que hace una niña como tú en un bosque así. Responde, eh, niña.

Luna- Para empezar no me llamo "niña" sino Luna y la verdadera pregunta es... ¿Por qué estás desnudo?.

[Daniel mira hacia abajo...]

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Gracias por leer de nuevo esta parte, solo quiero avisar que vamos a estar mejorando las primeras 10 partes.

Al lado de cada capitulo mejorado se va a colocar un "*"


Dauyo Y un grupo generico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora