Luego de que la familia Rossi Windsor contara parte de sus razones de hospedarse en nuestra casa y que mi madre les indicara los cuartos en los que ellos se quedarían, en donde pueden encontrar los suministros que puedan necesitar y todo eso, nos dieron las horas de la madrugada.
Mis hermanas y yo decidimos quedarnos otro rato más haciéndole compañía a Gabriela, hermana menor de los Rossi.
Mis hermanas se encuentran sentadas en la banca de espacio frente a la ventana, yo me encuentro frente a la mesita de luz y Gabriela se encuentra sentada en la orilla de la cama, la pobre esta bastante ansiosa y aterrada por lo que esta pasando en su familia -y con justa razón-. Es un poco introvertida, sin embargo Delia por la similitud de su carácter y personalidad logra simpatizar y entablar conversación con ella. Nos cuenta como se ha sentido, la pobre necesitaba desahogarse y a llorado a mares mientras nos contaba que algunos de los que ella creía amigos le terminaron dando la espalda y que otro par siguieron fieles a su amistad pero que le entristece dejarlos atrás.
Y eso no es todo, ella se sentía muy culpable por todo lo sucedido en su familia, porque en un descuido le contó a su prima -con quien creía tener una conexión como de hermandad- parte del secreto de su familia nuclear; su prima no se lo callo y lo contó a sus padres, y por un trasfondo bastante extraño... La versión de la historia de Gabriela se vuelve más turbia y también señala algo que sus padres aun no habían comentado.
A su madre la secuestraron al salir de uno de los eventos de caridad a los que suele acudir la familia Rossi. Desafortunadamente esto paso un día en que su madre y ella acudían solas al evento...
El chofer y su madre entablaron una pequeña conversación mientras subían y se acomodaban en la parte trasera del coche, en su trayectoria de regreso a casa no contaban con que alguien los interceptaría con la intención de provocar un accidente... el chofer perdió el control del volante y fueron a chocar con un poste de alumbrado.
Jeffrey el chofer, quedó inconsciente sobre el volante, su madre en el mismo estado y ella se golpeo la cabeza con el asiento delantero. Vio como varias personas con capucha y pasamontañas se acercaban al auto, oía voces y una de ellas se le hacía particularmente conocida, solo que el dolor de cabeza provocado por el golpe que se dio no la dejaba concentrarse en nada y veía todo borroso. Trató de forcejear con quienes fueran que estaban sacando a su madre del auto, mas fue una acción fallida y lo último que recuerda es que alguien puso un trapo en su boca y nariz, y a los minutos todo se volvía negro.
Cuando despertó se encontraba en su habitación, con Aiden y el mejor amigo de él, que caminaban de un lado a otro de la habitación. Los vio acercarse a ella y los recuerdos del accidente empezaron a inundar su mente. Ella empezó a preguntar por su madre pero no obtenía respuestas de ninguno de los dos individuos en la habitación más que miradas llenas de compasión y eso le produjo un episodio de histeria.
Aiden la abrazó con fuerza y la tranquilizo con palabras llenas de cariño, luego le comentó que no sabían del paradero de su madre y la interrogó con qué había sucedido. Ella le explicó lo que paso y mientras lo hacía recordó la voz que había escuchado en el ajetreo luego del accidente con las personas con capucha y fue cuando un golpe de realidad la azotó, y reconoció que esa voz provenía del mejor amigo de su primo: Detroit.
Con esa información y lo que los agentes de investigación habían encontrado, lograron dar con el paradero de su madre y rescatarla. Pero fue tarde, los secuestradores de su madre ya la habían obligado a dar toda la información que se buscaba de parte de ellos: El secreto de los Rossi.
El secreto concierne totalmente a la familia del señor Ivar Rossi, cabeza de familia de los Rossi Windsor, pero los secuestradores sabían que si lo interceptaban a él, hubiera dejado que lo mataran antes que dar cualquier información. También sabían que los hijos no tenían tanto acceso a lo que ellos buscaban y con artimañas lograron saber que la esposa del señor Rossi también tenía acceso a toda esa información.
Y luego de eso inició el caos, y esto conllevo encontrar con que sus propios familiares fueron quienes secuestraron a la madre de Gabriela, que descubrieran que su tío materno albergaba un gran odio y envidia hacia su hermana Dennisse, porque ella siempre fue la preferida de su padre y le dejó pocas acciones de la familia -y eso porque el hermano de Dennisse siempre está apostando dinero como si no hubiera mañana y es un hombre de vicios-, logró sembrar esos sentimientos en sus hijos e hizo que de una forma bastante sutil, sus hijos, por mucho tiempo buscaran razones para calumniar a la familia Rossi Windsor y cuando encontró algo que lograría su cometido, no dudo en poner todo en marcha.
Y así, señoras y señores, es como descubro como el mundo está tan jodido; el rencor, el odio y la envidia logran hacer tanto daño aunque la razón por la cual se generen esos sentimientos no sean tan razonables o lo ameriten, y es que cada cabeza es un mundo...
Mis hermanas y yo nos acercamos para sentarnos junto a ella en la cama y abrazarla.
(...)
A la mañana siguiente me encuentro leyendo un libro en el patio trasero bajo uno de los árboles de cerezo, escucho unos pasos a lo lejos y al elevar mi mirada veo a mi madre venir caminando con Dennisse, ambas con cara de preocupación.
- La verdad no se como le haremos para salir de ésto - comenta Dennisse. - Mis hijos están posponiendo sus estudios y no sé como haré para poder sacarlos y que sigan con sus vidas sin que esta situación los persiga a donde vayan - lagrimas empiezan a rodar por las mejillas de la pobre mujer. No puedo con la impotencia y decido abandonar silenciosamente el lugar en el que me encontraba para irme a la cabaña al otro lado del patio.
Al entrar me recuesto en el sofá y continuo mi lectura. Cuando nuevamente estoy sumergiéndome en la trama del libro que tengo en mis manos, oigo un ruido proveniente del segundo piso, luego escucho pisadas y alguien empieza a bajar las gradas. Frunzo el ceño, ya que muy rara vez alguno de mis familiares o yo venimos aquí.
Me siento derecha y veo unos Vans asomarse y a los segundos reconozco a Cabello Lindo, bufo internamente. Comprendo que están en una situación complicada, pero no olvido el susto que me pegó el cabrón ayer por la noche y aún sigo esperando una explicación, o al menos una disculpa de su parte.
El nota mi presencia también.
- Hey - su voz me saca de mis pensamientos.
- Hey - saludo de regreso.
El toma un libro al azar de la estantería de libros junto al sofá en el que me encuentro y se sienta en un puff estampado frente a mí. Lo veo y lo único que pienso es en la incomodidad que me provoca su cercanía.
- ¿No crees que estás muy cerca? - me mira.
- ¿Te incómodo, manzanitas? - sonríe y tiene la sonrisa burlona que me mostró anoche cuando casi me mata de un susto.
- ¿A qué viene ese apodo? - pregunto extrañada.
- Anoche - pronuncia abriendo el libro en sus manos - cuando intentaste llamar a la policía, note que ya tenías puesto el pijama y que era de manzanitas - termina soltando una pequeña risa y yo abro mis labios formando una "o" indignada.
- No te burles Cabello Lindo - contraataco, pero creo que hubiera filtrado mejor mis ideas, ese apodo es bonito y seguramente alimentará su ego. Vuelve a reír pero ahora a carcajadas.
Y la verdad yo me río junto a él, creo que ambos nos pusimos un apodo de lo primero que notamos el uno del otro.
De pronto me veo envuelta en una conversación amena con el que creí que era un ladrón o un asesino serial - en mis pensamientos más profundos -. Y así pasa la tarde, Cabello Lindo es abierto a cualquier tipo de conversación y le fascina leer libros de literatura clásica al igual que a mí. Nos pasamos un par de horas así hasta que llega la hora de la cena.
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En el siguiente capítulo empezaré a adjuntar a los personajes que inspiraron a los protas ;D ¡Feliz lectura! Ya que con esto doy por iniciado un maratón de episodios 💕 los estaré subiendo en el transcurso del día de mañana 💖
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Eres Un Tonto Cupido
Action¿Quien diría que un mito tan grande, iba a tener un final tan simple? Una historia de romance y ficción con una interrogante al inicio, una exclamación en el clímax y una afirmación al final. Eres un tonto Cupido. ©Todos los derechos reservados. No...