¿ Una pesadilla ?

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Narra Midoriya

Desde hace unos días, un chico nuevo ha llegado a nuestra clase. No lo conocía de nada, pero parecía que Katsuki si, y muy bien.
El nuevo, Kirishima,nada más entrar por la puerta y presentarse, giró su cabeza miró a mí compañero  y lo saludó como si se conocieran de toda la vida.

-Katsuuuu. Hola bro ^•^.- dijo sentándose a su lado.

- Cuantas veces te he dicho que no me llames así, Kirishima maldito.

Y siguieron hablando por un rato más.
Yo, por otro lado, estaba algo molesto. Esa cercanía me parecía envidiable... Espera, ¿qué? Yo, con envidia...¿ Acaso están celoso de su relación? ¿¿Celoso°∆°?? ¡¡ Cielos, noo!! La mente me juega una mala pasada.

Pero esa sensación no desapareció del todo. Nunca llegó a desaparecer....

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Las horas dieron paso a los días, y los días a las semanas. Cada vez era más cercano a Katsu, y si, también a Kirishima, que después de dejar de lado mis celos por su buena relación con el rubio, me pareció súper buena people. El nuevo profe, era bastante majo pero daba miedo. Aizawa enseña a muy bien pero parecía que tenía cierta manía con Katsu. Las preguntas más difíciles siempre van para él.
Unas semanas antes de las vacaciones de Navidad, Katsuki quiso quedar con migo. Si, como lo oís,en plan cita, creo, bueno....no estoy seguro...

-Eh Deku, quieres ir mañana conmigo a patinar sobre hielo en la pista del pueblo??

- Claro que si!!!- dije sin pensar. Me emocioné mucho.

-Pues te pasaré a buscar sobre las cinco. No me hagas esperar y abrígate, que hace mucho frío para los humanos- después, se marchó refunfuñando y lanzando miradas furibundas a todo quisqui😥.

Emocionado me fui a casa. Mi madre aún no había llegado, como siempre. Me hice la comida. Era aún muy temprano, las 16:15 pm, pero me eché una siesta, porque después de comer siempre me da sueño. Pero el mundo quiso castigarme. Mi sueño se volvió pesadilla y mi alegría en terror.

Iba por el bosque andando. La nieve caía cada vez más fuerte. El viento azotaba mi cara. No sabía porque seguía andando. Quería parar, pero claro, no podemos controlar nuestros sueños....
De repente, oi un ruido. Delante mío, había un animal salvaje, parecido a un perro encima de alguien. Me quedé parado. El animal, levantó su mirada, tenía el hocico manchado de sangre. Ojos rojos, como el líquido que adornaba sus fauces, pelaje marrón. No era el lobo de siempre ... En cuanto me vio, gruñó y salió corriendo, no sin antes aullar fuertemente. Hasta que no desapareció de mi vista, no me acerqué al bultito que yacía en el suelo. Deseé no haberlo hecho: abrigada con un abrigo viejo y un gorro de pompón verde desgarrado, estaba un cuerpo medio mutilado, con diversas mordeduras. Lo peor no fue la sangre, no fue ver sus músculos desgarrados, ni sus entrañas escampadas, tiñendo la nieve de rojo. No. Lo peor fue reconocer el cadáver.

El grito que proferí en el sueño se teletransportó a mi boca cuando desperté. Mi respiración estaba accelerada. Mi corazón latía desbocado. No me tranquilicé ni cuando vino mi madre corriendo a abrazarme, que había llegado a casa mientras dormía. Los viernes llega más temprano...

- No pasa nada Izu. Ya pasó... Solo fue un sueño...

Yo no dije nada. Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos. La persona que me estaba abrazando, hacía menos de un minuto, estaba muerta sobre la nieve de mi pesadilla.

Esa noche, no pude conciliar el sueño. La tarde me la había pasado tapado con una manta en el sofá. Viendo la nada. Yo mismo debo reconocer que parecía un poco ido. Mi desasosiego desapareció cuando comí mi cena favorita, pero mi miedo por la seguridad de mi madre, no llegó a irse. Después de la cena, me fui a la cama y leí un poco. Al día siguiente era sábado, por ello tenía permitido irme a dormir tarde los viernes.
Sobre las once, mi mamá hizo acto de presencia y me volvió a abrazar.

- Si me cuentas tu pesadilla quizá te pueda ayudar.

- No creo, madre, porque lo que sentí y vi no se irán nunca de mi mente.

Tras esas palabras, proseguí mi lectura, ignorándola. Ella suspiró y se fue.

Seguí inmerso en la historia. Si leía, no pensaba. Si no pensaba, no me preocuparía. Pero se hizo tarde. Sobre la una apagué la luz cerré los ojos con miedo. No me atenazó ninguna pesadilla,por suerte. Esa noche de luna nueva, no soñé nada, y con el silencio que reinó durante toda la noche, pude descansar sin interrupciones.

A la mañana siguiente me desperté, según mi madre, muy tarde. ¡Solo eran las once!!!! No era para tanto.

Desayuné tostadas con mantequilla y mermelada de frambuesa. Mi ánimo se había restaurado un poco. La mañana me la pasé haciendo los malditos deberes y llegó la tarde. Con todo lo que había pasado, me había olvidado de mí "cita".
Me acordé porque me llamó, ya eran las cinco y cinco.

- Maldito Deku, ¿Dónde mierdas estas?¡¡Llevo ya un rato esperándote debajo de tu casa!!!

- P-Perdón AHORA MISMO BAJO!!!

Me puse lo primero que encontré. Una sudadera gris,unos tejanos azules desgastados y unas bambas rojas, las de siempre. Me abrigué con un abrigo verde, un gorro con un pompón rojo y una bufanda también verde y salí de casa. Solo habían pasado dos minutos pero Katsu estaba que echaba humo.

- Maldito. ¿¿¿Porque has tardado tanto???
- lo importante es que ya estoy contigo...
- Vamos anda, que la pista no está abierta todo el día...Maldito deku...

Andamos juntos el corto camino que nos separaba de nuestro destino. Me lo pasé genial hasta que preguntó por mis casi imperceptibles ojeras.

-No es nada... Solo tuve una pesadilla.
- ¿Como era?. Quizás te pueda ayudar a superarla ...

Me miró tan serio que no me pude quedar callado. Se lo conté todo. Hasta el más mínimo detalle. No se rió de mí, y eso me infundió seguridad.
Cuando acabé, me observó con preocupación y me dejó estupefacto cuando me abrazó. Fue cálido y acogedor. Muy familiar. Demasiado. Ocultando mis lágrimas en su hombro, le devolví el abrazo y me desahogué. Lo necesitaba. Cuando paré de llorar me separé y le miré agradecido.

- Que, ¿Vamos a patinar?
- Con mucho gusto Deku.

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Patinado se me fue del todo la tristeza que abarcaba mi corazón. Fue muy divertido. Hicimos carreras, patinamos libremente, incluso bailamos un poco, hasta que me tropecé, pero entes de caer me cogió la mano e impidió mi caída. Me acercó a él y quedamos muy cerca. Mi sonrojo era visible. Me separé de él y seguimos patinando un rato más.
Fue un momento incómodo que no olvidaría....😣

Unas horas después, volvimos a casa. Me acompañó a la puerta y me dijo:

-Podemos repetirlo algún día, si quieres. A estado muy bien, pero no te caigas otra vez,¿ eh?

- No tranquilo. No me caeré. Bueno, hasta el lunes!!! Que pases buenas noches Kacchan.

Esa noche dormí y soñé otra vez con el lobo de ojos rojos, pero el de siempre. Me gruñía amistoso y jugueteaba conmigo. Me desperté con una sonrisa. Ese lobo me recordaba a alguien muy cercano.... Pero, ¿Quién?

Fuaaa.  Cuánto tiempo. Se me pasa volando. Siempre me digo "pública yaaa" pero pasan las semanas y.... Esto.... Bueno... Aquí tenéis el capítulo 😆.  Que confianza hay ya entre estos dossss😍. En nada ya beso... Creo. Quiero hacer una trama más interesante pero cuesta mucho. Espero que para el siguiente capítulo ya haya más acción.

Madre mí, ¿¿474 lecturas??? Gracias☺️. Me anima a seguir.

Sieleypoppy 🌺

Izuku no todo son cuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora