Capítulo 1 "Un Gran Roble" parte 1
En las costas cercanas a Demanlion...
El día era nublado, y el mar estaba más violento de lo normal, llevando consigo las olas a la orilla con gran fuerza arrastrando todo lo que había en ella. Ahí se encontraban un cuchillo lleno de sangre, junto a una camisa blanca totalmente desgarrada y con sangre de igual manera. El agua estaba borrando las huellas de un hombre que se dirigía hacia mar adentro. Tenía su torso descubierto lleno de rasguños y heridas superficiales. Se veía en sus ojos verdes un dolor incomprensible, llenos de odio y tristeza juntos (era de tez blanca, fornido, sus ojos un poco rasgados y con unas grandes pestañas, su cabello corto color café oscuro. Media 1.80 cm aproximadamente, llevando en su cuello un collar con una pequeña foto, mientras lo apretaba con fuerza). Nado, atravesando hasta llegar a mar abierto flotando hasta que sus pies dejaron atrás la tierra, miró al cielo y por sus mejillas corrieron lágrimas. Entonces habló para sí mismo:
— Mi nombre es Kelyan Miller, tengo en vida humana 29 años. Yo, fui uno de los pocos que sobrevivió y al despertar después de 3 años en coma me dieron la gran noticia que ganamos una guerra, que nunca comenzamos. Pero tanto para los humanos, como para nosotros nunca tomamos en cuenta la vida de quienes nos llevamos por delante. Pelee en nombre de mi raza, y ahora estoy pagando alto el precio. Mi hijo de 9 años, junto a mi amada esposa perdieron su vida creyendo que al día siguiente todo ese sufrimiento se iría. Lo peor que te puede pasar de seguir vivo, no es la soledad, sino el constante remordimiento que pelabas por algo totalmente falso, por unos simples idiotas que no atesoraban tu vida, solo la de ellos y cuando no los obedeces, pagas con creces la decisión que tomaste. Si, mi propia jauría y gente, me arrebato lo que amaba. Esta sangre hoy sobre mis hombros, en mi ropa no es mía, sino de aquellos monstruos que acabo de castigar. Ahora mis queridos Didac, y Astrid me uniré a ustedes esperando que el mar limpie mis pecados. —
Cerró los ojos, suspirando y dejándose caer a las profundidades del oscuro mar. Se aferró en todo segundo se su colgante sin soltarla perdiendo la luz del día poco a poco.
Pero...
Cercano a la orilla, un pequeño león cachorro olfateo el cuchillo repleto de sangre. Lo mordió con su boca llevándoselo, con quien viajaba a su lado. Depositó el artefacto ante las botas de alguien, tomándolo y al verlo vio su reflejo en el. Era una bella mujer, delgada (su piel era blanca, con unos grandes ojos azules tan claros como el mar, sus mejillas un poco rojizas y respiraba un poco agitada. Su pelo castaño estaba recogido con una coleta, y por su frente corrían unas gotas de sudor). De inmediato arrojó su mochila, y su playera de cuadros rojos con negro (quedándose con una blusa blanca de tirantes), arrojando también sus botas, y doblando su pantalón negro.
Se tiró al mar, nadando contra la fuerza del agua que la empujaba con gran fuerza. Mientras pensaba:
— Me llamo Alexandra Robles, y tengo 22 años. Hace bastante tiempo que no venía a la Tierra. Yo no soy una Grennetian o un Survivor, a mi gente y a mí se nos conocía como Anihum. No podía quedarme más tiempo esperando, aun cuando a mi regreso a mi hogar se vea impuesto por mi padre, este es mi deber. Se suponía que yo nací con la sola misión de proteger y reorganizar el verdadero balance de este mundo. Y a lo largo de mi vida, he perdido más de lo que pude ganar, no permitiré que alguien muera solo sin ser su verdadero turno.
Llegó el momento de cumplir el propósito de mi vida, y enseñar quienes son los verdaderos monstruos. Las pérdidas en la guerra jamás se podrán devolver, pero sí un próximo futuro. Por eso estoy aquí Kelyan, ahora que has despertado llegó mi turno de pagarte a ti lo que en el pasado ellos 2 hicieron por ayudarme. Creeré en ti, como lo hacían Didac y Astrid —
Al cruzar por fin la solas que embestían con fuerza, se internó hasta la altura donde Kelyan se había dejado caer. Tomo lo máximo de aire que sus pulmones le permitieron y se sumergió. Lo vio hasta lo más hondo y continuó nadando, estirando su mano para sujetarlo. Él, abrió los ojos, y se quedó perplejo ante la pequeña mirada de alguien extraño. Vio que era mujer muy hermosa, que lo tomo del brazo y se impulsó de la tierra para llevárselo.
Alexandra formuló una frase, cerrando su puño.
— ¡Ọlọrun ti okun!
No entendió lo que decía, y menos se explicaba cómo podía hablar bajo el agua, cuando sintió que un remolino de agua los estaba empujando hasta la superficie de nuevo. Fueron expulsado del agua hasta la orilla, donde Alexandra lo jalo hasta la tierra suave y firme. Kelyan, escupió toda el agua que se había tragado mirando que esa mujer solo recogía sus pertenencias, cubriéndose con su camisa. Amarro una espada a su cintura bastante extraña, y a su hombro trepó un león. Que le estaba gruñendo al hombre que parecía no agradarle. Alex, le dio un ligero golpe en la cabeza para calmarlo, aventando el cuchillo a él.
¿Quién eres tú? ¿Por qué has hecho eso? – le cuestiono enojado, más allá de agradecido por salvarlo.
AR —¡Tienes una pésima forma de dar las gracias! Me llamo Alexandra, ¿Y cuál es tu nombre? – bromeo para aliviar el ambiente.
KM —¡No, tengo porque agradecerte algo que yo no quería que hicieras! Sabes, este no era tu problema debiste dejarme solo morir ¡Maldición! – respondió enojado.
— ¡Tu, no ibas a morir de esa manera! Eres un Laidjeck, y los perros pulgosos como lo eres tú, la única de matarlos o que se mueran es quitarles la cabeza, y de igual manera otra manera sería una gran caída, no solo llenar sus pulmones de agua – (dibujó una sonrisa) – Además, el mar no tiene por qué ser testigo de alguien que solo es un cobarde. ¡Valiente no es aquél que huye de sus problemas, sino aquél que se queda y pelea aun cuando sepa que todo esté perdido! - dijo feliz.
Por último, ella solo se colgó su mochila sacando de ella una playera blanca, que se la arrojo al suelo. Camino unos cuantos pasos en dirección opuesta a donde estaba él, dándole la espalda. Ahí fue cuando comenzó a reírse, y hablo:
AR — Quieres una respuesta sobre porque justo hoy vine a este lugar, ve al Sur de Casbell, y ahí busca a Tomás Guardy. Él, te aseguro que contestara lo que deseas saber, y aprende esto "Gbe, ¡ki o si duro de ojo iwaju lati wa" Era uno de los primeros idiomas cuando el hombre apareció en este mundo, y significa "¡Vive, y espera el porvenir que llegara! ¡Adiós! – dijo alejándose.
Kelyan estaba enojado para poder comprender lo que quería decir esa pequeña frase, sin embargo, la guardó en su memoria observando cómo desaparecía de su vista. Tomó la playera que le aventó, limpiando el cuchillo y guardándolo en su pantalón, caminando en sentido opuesto a ella. Le causó una gran intriga, sin poder explicar cómo era posible que solo esa mujer pudo salvarlo, ni siquiera a esa profundidad una Winjet, ni con el mínimo hechizo podía sacarlo además de esa lengua tan rara en la que se refirió a él.
*KM — ¿Por qué lo has hecho? ¡Astrid, de verdad tú la enviaste para evitar que me reúna con ustedes! ¿Qué más me queda por hacer para ser feliz? – pensaba molesto, al recordar el nombre de Alexandra*
Con Alexandra...
AR — ¿Crees que me he pasado, Ledlallón? Él, por supuesto no me recuerda porque cuando lo conocí estaba en coma, y sin embargo yo no lo he olvidado. ¿Hice lo correcto? – preguntaba al león en su hombro.
LL — ¡Debe aceptar la realidad como tú! A diferencia de ti, él piensa que no tiene a nadie más, y en eso se parecen. Ambos cargan con culpas que no les pertenecen, así que si ¡Has hecho lo correcto! – contestó Led, sin sorprender a Alex por hablar.
Los dos comenzaron a reírse antes de internarse en un gran bosque. Con rumbo aún desconocido, porque las cosas cambiaban constantemente.
3 meses después...
La lluvia estaba bastante tupida, sonando los truenos en el cielo. Iluminando con gran dificultad el camino hacia donde se veía una pequeña luz de fuego. 2 personas encapuchadas iban corriendo en dirección a donde estaba esa luz, rompiendo las ramas que estorbaban. En una pequeña cueva cubriéndose de la lluvia se encontraban Ledlallón y Alexandra, se encontraban cenando cuando se escuchó como 2 respiraciones agitadas más, viendo a las 2 figuras ahí, en lo que ella dibujó una gran sonrisa.
AR — ¡Elitía! ¡Dylen! – dijo emocionada recibiéndolos.
ESTÁS LEYENDO
"ANIHUM" Vol.1
Teen Fiction-"Te apuesto lo que quieras, a que aunque sea una vez te haz hecho esta pregunta. ¿Realmente estamos solos en un Universo tan Grande? Seguro muchos pensábamos que los Invasores de otro mundo serían personas de un color verde, con una gran cabeza de...