La pareja a la que salvo, se acercaron lentamente a su lado. Cerro los ojos, y enterró su espada en suelo cerrando sus ojos, así como puños al mismo tiempo. Permaneció en esa posición por unos minutos, hasta que las llamas negras aun prendidas se fueron extinguiendo lentamente, y todo a su alrededor permaneció en silencio. Abriendo lentamente los ojos, fue cuando vio a los Laidjecks inclinándose uno a uno ante ella, volteando y encontrándose con los ancianos.
— ¡Gracias, Iya ti ina! – repitieron cada uno de ellos.
Una persona más entre los sobrevivientes la llamo "Iya ti ina", pero está atrapó su especial atención. Dibujo media sonrisa al ver a Ledlallón en el hombro de un hombre viejo canoso, y ojos cafés claro reflejando el rostro de Alexandra. Él, por su parte cuando vio a Alex, la reconoció, mirando como el pequeño león bajo de su hombro y corrió a su lado (era de complexión delgada, de tez blanca, con una barba canosa, y sus labios pequeños partidos y resecos). Iba vestido todo de blanco, con un gran bastón en el que se apoyaba, su mano izquierda tenía un guante negro impidiendo ver lo que sucedía.
LL — Thom, nos encontró en las colinas. De inmediato venimos a apoyarte, pero por lo visto... - ella no dejo terminar, dándole las gracias.
Thom, el anciano camino hasta llegar ante Alexandra. Sin dudar, la abrazó sintiendo su rostro cubrirse por lágrimas. Por su parte ella, al principio no supo cómo reaccionar ante tal muestra de afecto, pero simplemente dejo que sus instintos la guiaran correspondiendo al abrazó. Un enorme ritmo de emociones la invadió, mientras lo abrazaba e inconscientemente lloraba de la felicidad al verlo.
AR — ¡Te odio, viejo tonto! – dijo con sentimiento.
TG — Mi pequeña leona. Estas aquí. ¡Alex, te extrañe hija! – le dijo besando su nuca.
AR — Han pasado 12 años desde la última vez que te vi. Te has vuelto un gran líder aquí también – susurro, siendo ella quien se alejará primero, y limpiando el poco llanto que tenía.
TG — Hace 11 años cuando ocurrió el incidente, fui a buscarlos. Pero cuando llegue a la isla todo .... – Alexandra, le pidió no seguir.
AR — Hace mucho que no habló de ese día. Hoy no será la excepción, si vine hasta acá fue algo mucho más grande. Sin embargo, cuando llegamos, esos estúpidos monstruos atacaron a tu gente, y por lo que alcance a escuchar él, viene tras de ti – (giró para ver a su alrededor) — Les enseñaste a ser como nosotros, y ya no están a salvo aquí. Deben venir conmigo a Animalium – respondió con seriedad.
KM —¿Creéis que puedes venir hasta aquí, y ordenarnos como si fuéramos tus vasallos? — le contestó una voz que de inmediato reconoció.
Ahí a unos cuantos pasos de ellos, apareció Kelyan Miller, el gran Laidjeck que salvo meses atrás de ahogarse. Se veía mejor que cuando lo encontró, aseado y con una mejor ropa, una barba ligera y cabello corto. Elitia, así como Dylen estaban con él sorprendidos al verlo, puesto que Kelyan y su amiga eran mellizos, pero diferentes uno del otro a la vez.
Empezó a burlarse del comentario de Kelyan, volviendo a hablar solamente con su abuelo.
AR — Nunca pensé que fueras a entrenarlo, y tenerlo bajo tu protección. Cuando le dije que te buscara solo era para que lo salvaras, no para que lo adoptaras como tu mascota – dijo sonriendo.
KM —¿A quién llamas mascota? – contestó enojado, buscando la mirada de Alexandra con gran enojo.
AR — ¡Tranquilo lindo costal de pulgas! Abuelo, preparen sus cosas debemos salir de aquí lo antes posible – (Lo miró) — Puedes quedarte para morir esta vez enserio – susurro a su oído, pasando a su lado junto con el león.
Kelyan hizo una rabieta, e iba a ir tras ella cuando Tom lo detuvo.
TG — Salvo a nuestra gente, y también a ti. Sé que es desesperante en ocasiones, pero antes de juzgarla debes conocer su verdadera historia. Ella es como tú, Kelyan – dijo a su alumno.
Thom dio órdenes de juntar lo que aún les sirviera para un viaje, viendo cómo se marchaba su nieta hacia un lago en solitario. Por su parte Dylen, y Elitia fueron con Kelyan, y tímidamente le habló.
EM — ¡Hermano! ¿Podríamos hablar? – preguntó
KM — No me interesa nada de ustedes. Debo irme – respondió cruelmente.
En la cara de Elitia, se vio una tristeza profunda por el desprecio de su propia sangre, y Dylen se enojó al notarlo. Fue cuando lo jalo del brazo impidiéndole que se fuera.
DJ — ¡Eres un Imbécil! ¿Por qué te comportas de esta manera? Ella, ha llegado hasta aquí con tal de salvarte, y rompió las reglas de la manada por ayudarte – dijo Dylen conteniendo su furia.
KM — ¡Suéltame! – contestó zafándose del agarre con gran facilidad, mostrando sus uñas de lobo, cambiando el color de sus ojos a rojos.
DJ — Ya no somos Urazans (Hermanos de Caza) así que, qué más da el pelear contigo. Cambiaste el color en tus ojos, pero eso no significa nada – dijo mostrando también su fuerza, con ojos blancos.
Iban a pelar entre ellos, pero Elitia tomo de la mano a Dylen para que parara esa estúpida niñería entre ambos. Thom, fue e intervino de inmediato antes que ocurriera algo obligando a Kelyan a irse a recolectar sus cosas lo antes posible. Con gran dificultad y enojo termino por irse volviendo a la normalidad, al igual que enseguida lo hizo Dylen.
TG — Discúlpenlo. No es que no te quiera pequeña, sino que aún está en su proceso de perdón. Pero consigo mismo, y aun cuando no lo crean le cuesta demasiado trabajo el hacerlo – (saco de su bolsillo un pañuelo entregándoselo a Elitia por su llanto) — Creo que no, nos presentaron adecuadamente. Mi nombre es Thomas Robles Guardy, les agradezco por cuidar a mi nieta Alexandra – dijo cordialmente, extendiendo su mano para saludar.
EM — Gracias a usted por ayudar a mi hermano. Me llamo Elitia Miller Tanner, hermana melliza de Kelyan. Yo soy una Winjet, y él es Dylen Jones un Laidjeck – contesto cortésmente estrechando su mano.
DJ — ¡Mucho gusto! – respondió también saludando.
TG — Bien, ahora que ya nos presentamos. Acompáñenme, les contare una gran historia – dijo el anciano caminando.
Ambos lo siguieron pensando que quizás les daría respuestas sobre lo que le pasaba a Kelyan.
Mientras tanto, Alexandra estaba sentada a la orilla de un gran lago sobre una gran roca, mirando la tranquilidad de ese lugar. Ledlallón, se encontraba acostado en el regazó de su compañera durmiendo tranquilamente, sin embargo, un olor poco peculiar le hizo darse cuenta que ya no estaban solos. Kelyan quien aún no había notado su presencia venia caminando aventando rocas al lago, cuando el pequeño león se dio cuenta, le mordió su manga a Alex para que guardara la foto que con tanta nostalgia estaba viendo. Y solo se quedó viéndolo, esa mirada tan vacía que aun tenia.
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"ANIHUM" Vol.1
Teen Fiction-"Te apuesto lo que quieras, a que aunque sea una vez te haz hecho esta pregunta. ¿Realmente estamos solos en un Universo tan Grande? Seguro muchos pensábamos que los Invasores de otro mundo serían personas de un color verde, con una gran cabeza de...