Resurgir de un amor Hermanastros 3ra Temporada

Recuerdos de un Milán

Intento buscar la forma de sacar el tema, no sabia con que estaba por lidear, en que tema iba a meterme pero sabia que esto le afectaba. Cerrado como siempre a contar sus problemas, lo que le preocupaba, lo que lo asustaba y lo que llegaba a herirlo.

Dándose cuenta de que iba a preguntar acerca de que había sucedido, interrumpe cuando estoy por preguntar mientras me mira con seriedad. Sus ojos cerrados con candado ocultaban sus sentimientos y dolores.

Miguel- Ahórrate las preguntas sobre la cena -

Nazarena- Te vi mal y me preocupas, ¿Cómo no voy a preguntar? -

Necesitaba saber para ayudar, pero Miguel solo se negaba a explicar y aceptar mi ayuda o la de otros. Baja la pantalla de su computadora sin apartar la vista de mi, en mi rostro se ve claramente que me preocupa el.

Miguel- ¿Prefieres que te mienta o dejaras de insistir? -

Su tono de voz se eleva un poco y deja notar que el tema le disgusta, prefiere guardar todo lo que siente, cerrarse como siempre hizo. Asiento entendiendo que no hay forma de hacerlo hablar, que siempre recurrirá a el silencio.

Vuelve a abrir su computadora y continua, no puedo dejar de verlo, a pesar de sus años sigue viéndose atractivo como siempre. Noto su anillo de compromiso en su mano que sostiene su cabeza, se lo ve cansado.

Nazarena- ¿Quieres un poco de vino? -

Miguel- Claro -

Me levante de mi comodo asiento y saque un vino de la pequeña reserva que tiene el jet, servi la oscura bebida dentro de dos copas de vidrio pasándole una. Pone su espalda contra el respaldar de su asiento y suspira hondo.

Sus grandes ojeras me indican que no ah dormido bien, quizá nisiquira haya dormido. Intento no preguntarle todo, se que no querra responder mis preguntas, pero llega a preocuparme su actitud y su estado.

Miguel- ¿Recuerdas todo de Milán? -

Observo a Miguel con asombro, ¿Se referia a nuestro viaje a Milan? Cuando salíamos... Habiamos viajado bastante, fue un poco después de que pactaramos nuestro amor en la casa de playa.

Siento un leve sonrojo al recordas las noches placenteras en el gran hotel donde nos hospedabamos. Pensé que lo había olvidado, pensé que esos recuerdos se habían marchado...

Intento mantener la conpostura, seguramente esos recuerdos solo significaban algo para mí, me entristece este pensamiento. Enderezó mi espalda finjiendo un gran desinterés mientras bebo un sorbo del vino en la delicada copa.

Miguel- Déjalo ahí -

Dice en un tono no muy serio sabiendo claramente mi respuesta. No es fácil ocultar algo frente a él, me conoce más que nadie y sabe que nunca olvidaría algo que me hizo vivir tantas emociones.

Toma de su copa otro sorbo con tranquilidad, lo que claramente no tengo en este momento. El resto del viaje transcurre normal, el quedo en su mundo tecleando en su computadora y yo con la vista clavada en la ventana.

Finalmente llegamos a Milán, bajamos en el aeropuerto con nuestras maletas y subimos a un taxi. Miguel le indico al taxista una calle mientras yo me fijaba mis llamadas perdidas.

El taxi freno frente al hotel El Palazzo Parigi Hotel & Grand Spa - LHW, en pleno distrito de la moda de Milán. Abro los ojos y quedó completamente en blanco, conocemos a la perfección este lugar.

Nazarena- No necesitábamos tanto lujo -

Jacks- Ya Naza, nos toca disfrutar un poco -

Sonríe de lado y ambos pasan frente a mi entrando con las maletas. La recepcionista impecable nos da la bienvenida y dirige su mirada hacia mi sonriente.