Cafés Amargos

543 29 4
                                    

La pregunta realmente era, ¿Quien quiero que esté a mi lado? Dos hombres totalmente distintos, que me hacen sentir cosas variadas. Ambos saben cómo volverme completamente loca, pero ya no soy la adolescente que busca sentir adrenalina.

Soy una adulta que busca sentir lo que realmente es el amor a esta edad, lejos de juegos de niños o berrinches. Pero debía dejar esa búsqueda, aventura o lo que fuese por qué debía cuidar de dos pequeña criaturitas. Traviesas y revoltosas que me hacían reír cada tarde cuando llegaban del colegio.

Escucho dos golpes en la puerta, atontada noto como estoy parada hace cerca de media hora contra la ventana. Observando las altas vistas que me otorgue la oficina que poseo. Grito un pase mientras corro a sentarme y seguir con lo que hacía, o fingir que trabajo.

Patrick- Podemos ir a almorzar si quieres -

Nazarena- Oh, si disculpa me olvidé -

Levantándome noto como no aparta la mirada de mi cuerpo, siento mis mejillas tomar color mientras tomo mi bolso y móvil. Salimos bajando el ascensor y caminamos hasta la plaza de estacionamiento, sigo a Patrick sin pensarlo, mi idea era ir a un café cercano pero parece tener planes más prometedores.

Delante mío el último modelo más caro de auto de haya visto, brilla de lo nuevo que es. Me abre la puerta del copiloto haciéndome pasar, el olor a nuevo invade mi nariz y el asiento de cuero suena al sentarme.

Un deportivo negro con mucha clase y estilo, no pensaba que conduciera bellezas de este estilo, pero tampoco me imaginaba un simple auto barato. Conduce con tranquilidad mientras me pone al tanto de lo que ah echo, estoy gratamente sorprendida, en menos de unas tres horas ah logrado ver muchos archivos, sonrió ante su capacidad.

Patrick- ¿Te gusta? -

Al frenar abre la puerta de mi lado, al bajar noto un restaurante caro no tan lejos del centro de la ciudad. Elegante pero algo vintage sin duda es un estilo hermoso. Caminamos juntos mientras continuamos hablando del trabajo, extrañamente no me molesta escuchar el tema que tanto odio de la voz de Patrick.

Nos ubicamos en una mesa uno frente a el otro, pongo mi cartera en una silla vacía y lo observó. La mesera nos trae enseguida la carta para poder pedir, el trato es bastante gentil y al igual que yo la pobre muchacha no aparta la vista del rubio elegante.

Después de pedir los platos y servirnos la bebida el tema de trabajo se esfuma. Cambiando rápidamente a nuestra vida, conocernos más es una gran idea... ¿O es peligroso?

Patrick- ¿De encerio? -

Nazarena- Si, fue la mejor de las vacaciones que tuve en mi vida -

Reíamos juntos con las anécdotas de nuestros viajes, al parecer tenemos algún que otro detalle en común. Patrick cuenta sus viajes por el mundo con alegría, a la par de melancolía de querer volver a las islas paradisíacas, ciudades mágicas y noches bajo la luna en Brasil.

Gran conocedor de muchas artes parece ser un chico de buena familia, no lo dudo claro. A demás de su hermosa sonrisa trae consigo un título de contador y unos años de la carrera de abogacía.

Escucharlo me hace bien, me muestra que no debía juzgarlo antes de conocerlo, al igual que despierta en mi muchas preguntas e inquietudes. Nombra que viajó por mucho tiempo, que tenía una buena vida, ¿Que lo hizo encerrarse en una oficina?

Nazarena- ¿Por qué acabaste con tu vida? -

Mi pregunta sale de la nada, disparada de inmediato, interrumpiendo la conversación y a Patrick. Se congela un momento ante mis palabras, dándome cuenta que acababa de arruinar el almuerzo.

Resurgir de un amor Hermanastros 3ra Temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora