Quedarse en el pasado

689 25 11
                                        

Aparentando una fuerza inquebrantable mantiene por breves segundos todo ese odio en sus ojos, para quebrarse admitiendo internamente que no sólo existe odio hacia ese hombre.

Me abraza con fuerza intentando no perderme, conociendo que al igual que su padre ah cometido errores que quisiera borrar. Alza su rostro hacia mi, dudando que hacer, nos quedamos así un breve tiempo para luego separarnos.

Pareciera que su mundo, perfecto el cual le costó crear, estaba cayéndose con tanta rapidez. Esos esfuerzos de jamás pensar en su padre, olvidarlo y ignorar su falta lo habían dejado en el borde del precipicio.

Miguel dudaba entre dos opciones, quedarse quieto e intentar salvarse o tirarse de cabeza a lo desconocido. El tiempo transcurrió, rápido, pero sigue siendo el mismo hombre al que llegue a amar con locura, el que jamás se quedaria quieto...

Difícil es vencer ese gran tenor del fracaso, rechazo o desamparo, los años de falta de aquel hombre que parecía volver como si los años no hubieran pasado y la gran herida ahora era solo una cicatriz a la que tapaba para no morir de agonía.

Separándose de mi internamente sigue luchando con los demonios de su interior, los que creía conocer y ahora salían a la luz. Decide marcharse, pensar en solitario que hacer a partir de ahora, despidiéndose con apuro de todos y subiendo a su auto para perderse en las calles poco iluminadas.

Acostumbrada a verlo irse soy capaz de suspirar y verlo huir, intentar buscar la mejor opción y no ahogarse con sus propios miedos.

Catheline- ¿Tenía prisa? -

En medio de un hermoso silencio en el cual pensaba sobre mi hermano, la voz de Cath me sobresalta y me hace darme vuelta con rapidez.

Dandome cuenta que seguimos igual que hace años atrás... Totalmente dañados por una fuerte noticia, impactante, esa que jamás quería escuchar de nuevo.
Otro golpe fuerte que nos derrumbaba a todos, la muerte de papá fue una gota enorme que nos ahogó y nuevamente sucedía.

La pequeña que tuvo meses de llanto, era una mujer valiente, centrada en querer un futuro y adolorida por el temor a perder a su madre.

Dulce reloj que cambió el peluche de sus brazos por una maleta de vuelta a su ciudad, para ver en persona la noticia que rogaba fuese mentira.

Nazarena- ¿Estás bien? -

Esquivo su pregunta al ver en su rostro un alto grado de preocupación, volver a casa es difícil y comprendo que poner un pie detrás de la puerta de la entrada es complicado.

Volver a casa no es ver esas paredes blancas llenas de cuadros, la chimenea apagada, escuchar el silencio de que esos adolescentes crecieron y dejaron de correr por las escaleras o el patio.

Realmente poner un pie nuevamente en esa casa que nos vio crecer, es recordar toda una vida que parecía perfecta. Sentir la falta de papá, con una oficina vacía llena de sus fotos y recuerdos, por que realmente nos afecta verlo y saber que ya no volverá jamás...

Nos quebramos pensando en que esas fiestas de fin de año, cambiaron, las vacaciones familiares se volvieron frías y distantes, la herida es enorme y el tiempo jamás nos devolverá a papá o sanará tanto dolor.

Busca desesperada negar la tristeza, para responder bajando su cabeza y sentarse en la entrada de casa, conociendo la situación y volviendo a vivirla, me pongo a su lado observando la calle vacía.

Catheline- Perdón por mi enojo, solamente pensé en mi y olvide por completo lo difícil que es para todos -

Llena de melancolía agacha su cabeza al suelo, conteniendo un nudo de tristeza que ahoga en el fondo de su garganta, aguanta las lágrimas por más que no le sirva.

Resurgir de un amor Hermanastros 3ra Temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora