Finas sedas de telas

897 49 4
                                    

Bajamos del auto estacionado en las calles transitadas, donde grandes marcas de ropa importantes tienen sus grandes tiendas. Diseños magníficos plasmados en finas telas con colores brillantes y vibrantes.

Excéntricas calles llenas de lujo, glamour y estilo que sin duda atrae muchas miradas. Como nosotros, la gente no deja de mirarnos, siempre captando la atención de quienes nos rodean, quienes nos ven sorprendidos.

La tienda donde vamos tiene una enorme variedad de vestidos, fácil perderse y querer llevarse todo. Miguel entra a la par mía y enseguida una encargada se acerca a nosotros con una sonrisa amigable en sus labios.

Encargada- Señorita World, es un honor tenerla aquí ¿Vino con la opinión de un hombre? -

Una sonrisa nerviosa escapa de mis labios con la pregunta de la encargada, nos guía enseguida a donde se encuentra el vestido y se marcha dejándome con Miguel solos en los amplios probadores llenos de espejos.

Subo con lentitud y sumo cuidado el vestido que se marca en mis curvas, pero se me hacia imposible subir la cremallera que tenia en la parte de la espalda. Intente varias veces sabiendo que no podría sola. Avergonzada salí del probador y me acerque a Miguel, quien estaba sentado en un cómodo sofá.

Nazarena- Miguel ¿Podrías...? -

Me pongo a espaldas de el sosteniendo mi pelo hacia un costado para que no se enganche con la cremallera, no podía verlo pero escuchaba como se levantaba del pequeño sofá, sentía como estaba detrás mío, su suave respiración golpeando mi hombro hacia que mi piel se erizara.

Hace tanto que no siento la respiración de Miguel tan cerca, su tacto que me enloquece, sus besos que son como veneno puro que te hacia pedir mas... Escuchaba y sentía su lentitud para subir la cremallera, para mi este momento se volvió eterno.

Se detiene por un momento, intento voltearme para verlo, simplemente me encontraba congelada sin saber que hacer. Nerviosa y sintiendo como mis mejillas tomaban color recordando cada momento indecente con Miguel, con su tacto y sus besos, decido hablarle.

Nazarena- ¿Esta todo bien? -

Extrañada de su actitud me doy vuelta observándolo, perdido en sus pensamientos esta quieto, sacude levemente su cabeza y se marcha de la zona de probadores dejándome completamente sola, quedo anonadada ¿Qué le pasa?

Dándole menor importancia al vestido me vuelvo a meter en el probador y me pongo mi ropa, pago el vestido y salgo de la tienda viéndolo dentro del auto. Me meto algo molesta por su actitud pero me ignora y arranca.

Esquiva mi mirada tanto como lo que acababa de suceder, se había quedado congelado, me había dejado sola y se había marchado con odio en sus ojos. No era fácil entender a Miguel, ¿Quién sabia que sucedía en su cabeza? Harta del silencio dentro del auto hablo intentando comprenderlo.

Nazarena- Si te pasa algo puedes decirme... No importa que sea -

No recibí respuesta de su parte, pareciera como si el silencio siguiera sin importancia. Clave mi mirada en la ventana decepcionada de Miguel, pensé que después de haber vivido tanto juntos podía contarme lo que sea, pero me daba cuenta que el ocultaba mas cosas que las que yo creí haber descubierto.

Sus otras amantes eran la prueba suficiente que no conocí nunca bien a Miguel, que no sabia que ocultaba cosas, que me mentía. Me dolía, sentía como si hubiese vivido una mentira toda la vida, ¿Tenia que seguir intentando? Para que me mienta, siga ocultando cosas o me ignore por completo.

Yo no era quien debía preguntarle cosas y saber en que cama estaba cada noche, ese era el trabajo de Nataly y era hora de abrir los ojos, apartarme por completo de la vida de Miguel. Quizá esa noche en la que lo llamaron, en la que lo vi destrozado, sirvió para que tenga que dejar de preocuparme por alguien que no hace mas que mentir...

Resurgir de un amor Hermanastros 3ra Temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora