Lo odiaba, odiaba la forma en la que hablaba, en la forma en la que le molestaba y en como era capaz de decir correctamente cualquier palabra que le dijera. Taek Woon odiaba con toda su alma a Jae Hwan que estaba delante de él en el sofá, con una sonrisa triunfal porque el mayor no dejaba de perder ante él, todo porque el rubio se ponía nervioso cuando la fija mirada de Jae Hwan se clavaba en sus ojos dejandole en blanco.
No comprendía como se le hacía tan difícil el hecho de jugar a deletrear palabras absurdas, pero allí se encontraba el mayor, esforzándose por escuchar con claridad la palabra que estaba a punto de decirle el chico de labios gruesos.
—No quiero jugar más.
El cuerpo de Taek Woon se levantó con rapidez del sofá, dejando al menor con la palabra en la boca por unos segundos mientras le miraba, dejando escapar un bufido a modo de risa.
El rubio era un genio en los deportes, sin duda uno de los mejores que el pequeño había conocido en su vida, pero para el resto de juegos parecía tener una maldición constante para perder con todos, y cuando ganaba, lo celebraba como si fuera el rey del mundo; tal vez por eso siempre intentaba reprimir sus emociones.
Taek sabía que había cambiado, podía notarlo cuando quedaba con sus amigos y con los amigos de estos, ya sonreía, no parecía querer matar a nadie, todo porque ese chico con el que estaba jugando era capaz de destrozar cualquier barrera que fuera capaz de intentar formar en cuestión de segundos. Había empezado odiándole, y a pesar de seguir haciéndolo, tenía claro que el cariño y la paz que sentía por él también recorría su cuerpo.
Ahora, tumbado en la cama de su habitación cara el techo, con un brazo cubriendo sus ojos cerrados mientras se relajaba, notando como su propio pecho subía y bajaba al ritmo de su respiración. Estaba prácticamente dormido cuando el sonido de la puerta llegó a lo lejos, pero no se movió un poco hasta que sintió el peso sobre él.
—He dicho que no quiero jugar.— Taek Woon ni siquiera retiró su brazo, sabía perfectamente quien había sobre él y eso hacía que la tranquilidad que sentía se viera perturbada por él.— Vete y déjame descansar, anoche no me dejaste dormir.
—Juega un par de palabras más conmigo y te dejaré en paz, prometo que serán sencillas.— Jae Hwan a veces podía ser muy insistente, ambos sabían que hasta que no conseguía lo que quería no se marcharía a su habitación.— Si ganas me dices una a mi, y yo otra a ti, y luego terminas tú diciéndome una palabra.
Un largo suspiro salió de los labios de Taek Woon quien retiró el brazo para pasar su mano por su cabello rubio, retirándolo de la frente y desordenandolo a la par que sus felinos ojos se quedaban pendiente del mohín que el menor estaba poniendo en aquél momento.
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#ꜰɪᴄᴛᴏʙᴇʀ2018
FanfictionEl #fictober2018 es el reto que nos hemos propuesto algunas escritoras para subir un drabble de cualquier otp durante estos 31 días de octubre. Cada día habrá una temática distinta, e intentaré no repetir otps. Gracias de antemano por leer. ♡ 🌸 A...