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El sonido de los murmullos de las personas hablar y el chocar de sus pies con el piso me hacían sentir aún más nerviosa de lo que ya estaba, mi madre al notar mi tensión apretó mi mano y me sonrío, trate de devolverle el gesto pero seguramente no me salió, el tic-tac del reloj encima de nosotras no ayudaba en lo absoluto. No era buena tomando decisiones y por lo mismo odiaba hacerlo pero esto era algo que según era de vida o muerte, de cierto modo ya no tenía escapatoria. El tren estaba a minutos de llegar y mi madre se iría y allí miso llegaría Anne, el simple hecho de volver a hablarle me aterraba, no era su persona favorita, es más, estaba muy alejada de serlo, el plan de mi madre era simple y tal vez si lo seguía a la perfección no termine tan mal el asunto, pues mamá había tenido que ingeniarse esto para que yo cediera a hablar con ella, puesto a que me había dedicado toda la noche anterior a pensar cosas que quizás puedan pasar como por ejemplo que al decirle la noticia a Anne me empuje hacia los rieles del tren segundos antes de que este pasara, o que de varios cuchillazos a mi vientre matando al feto; mamá había reído con el primero pero con el segundo se aterro, por lo que pensó que lo mejor era alejarla de las vías del tren y llevarla a un lugar público cuando le diga.

-Recuerda que tienes que ser gentil y no mostrarte débil. – hablo mamá cuando el tren llegaba a la estación, yo la miré con nerviosismo y asentí con la cabeza.

-Trataré de hacer lo que pueda, mamá. – la abrace y ella igual a mí, no quería que se fuera, temía estar sola y más aún estar a solas con Anne.

-Estarás bien. – beso mi frente y camino en dirección a las puertas ya abiertas del tren.

Suspire y busque con la vista a la mamá de Harry, avance un poco hacia los otros vagones pero no la veía, me senté en una de las bancas y justo cuando estuve a punto de sacar mi celular para marcarle la vi con sus grandes gafas negras y su cartera Channel, la mujer llamaba la atención de todos en la estación por su derroche de clase, me levante de inmediato y trate de lucir lo más relajada posible "No puedo mostrarme débil" al mirarme se quitó las gafas y no pudo evitar arquear una de sus cejas.

-Hola Anne, ¿Cómo estás? – sonreí con nerviosismo y ella siguió con su mirada despiadada.

-Yo, bien, gracias. – respondió sin siquiera preguntar de vuelta como estaba yo, me miro de arriba abajo y se detuvo al mirar mis brazos ya un poco gordos -¿Para qué querías verme? – volvió a colocarse sus lentes.

-Quería hablar de algo serio contigo pero este no es el lugar. – hable rápidamente y me di vuelta para empezar a caminar para salir de la estación.

Sentía sus pasos muy cerca de los míos, tomamos un taxi y de camino a la cafetería cerca del edificio ninguna dijo ni una palabra, ella se dedicó a teclear en su celular y mirarme de reojo de vez en cuando, yo solo observaba las calles a través de las ventanas y trataba de tranquilizar mis nervios, al llegar a la pintoresca y ya nombrada cafetería, ella bajo mientras yo pagaba, sin embargo me espero en la entrada del lugar.

-Ahí vivo. – me atreví a decirle y señale el edificio.

-Nada mal para una drogadicta. – añadió y entro a la cafetería, respire profundo y me puse en marcha hacia la mesa donde ya ella estaba sentada.

-¿Querrás un café, tal vez? – pregunte tratando de ser amable.

-Té y galletas estarán bien para mí. – contesto como buena inglesa, yo solo asentí y ordene en cuanto la mesera se acercó, un rato después cuando ya el té y el café estaban en la mesa, Anne seguía sumergida en su celular y yo diciendo una que otra cosa tratando de llamar su atención, hasta que vi que presiono el botón de bloqueado y me miró –No tengo todo el día para tus tonterías, ya dime lo que tengas que decirme. – hablo secamente y me miro igual que siempre –Si vas a hablarme de mi hijo, quiero que sepas que no me interesa, él está mejor sin ti y no pienso permitir que vuelvas para destruir su vida. – dijo y juro que con cada palabra que dijo sentía que me golpeaba por lo que mis palabras salieron sin anestesia y sin pensarlo.

-Estoy embarazada de tu hijo. – la miré igual que ella a mí y abrió los ojos con sorpresa, no se esperaba esto, comenzó a reír de un momento a otro y yo no me esperaba esto.

-¿Esperas que te crea que tu bastardo es de Harry? – volvió a reír con amargura –A otro perro con ese hueso, niña. – volvió a su estado neutral y tomo un sorbo de su taza de té.

-No estoy mintiendo, si no fuese de Harry, jamás te hubiese llamado.

-Esa criatura puede ser de cualquiera, tú no eres más que una loca drogadicta.

-No me interesa lo que pienses de mí, Anne. Tú y yo sabemos lo que Harry siente por mí y sé que Harry estará seguro de que es el padre del niño. – le conteste con firmeza y ella apretó los dientes –Quería que tú me ayudaras con esto porque a fin de cuentas habías logrado que me separará de tu amado hijo pero ya veo que tú misma me estás haciendo volver hacia él.

-No. – respondió en tono bajo –No puedes volver, te creo. – asintió y yo fruncí el ceño –Harry ha estado muy bien últimamente y si tú vuelves con un hijo vas a atrasar todo por lo que él se ha esforzado. – suspiro y prosiguió –Sé que no vas a creerme lo que estoy por decir, pero yo de verdad estoy segura que tú sola podrás llevar la situación, no necesitas de nadie para reconstruir tu vida y este es el momento, estas en un nuevo ambiente donde nadie te conoce y vas a tener un bebé con el apoyo de tus amigos y hasta el mío, sé que vas a lograrlo.

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