Capítulo 12

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Yo y el hombre extraño, se podría decir. Me llevó dentro de una casa, estaba vieja, era color marrón y de dos pisos.

Me pregunto quien rayos es, mamá? No lo creo, no eh tenido rastro de ella solo sé que puede estar en el lugar que me dijo la última vez que hablamos, Lake City.

Key y Daphne me seguían con una expresión en su rostro de confusión.

Entramos a la sala y estaban algunos hombres armados casi hasta los dientes.
Me llamó la atención una chica que estaba sentada en el sillón pequeño.
Era un poco alta, su piel era morena clara y su pelo negro hecho un moño por la parte de arriba de su cabeza dejando caer pocos mechones de pelo a los lados de su rostro, y por su naríz tenía una cicatriz de el lado derecho del ojo hasta terminar por los orificios nasales.
Me miraba como si me estuviera examinando y tenía dos armas al lado de sus caderas dentro de su pantalón  de cuero negro.

Pasamos por una puerta negra y bajamos escalones, creo que vamos a el sótano, espera, estamos dentro del sótano.

Pasamos por una cortina de plástico y entramos a el sótano en general.

Escuché alguién hablar, era una mujer. Había una luz blanca alumbrando todo el lugar y con bolsas gigantes de platicó transparente se hacían paredes, casi una habitación pequeña, como si fuera el lugar para poner camillas o curar gente.

Una mujer estaba sentada en una silla de metal y un hombre estaba acostado en una camilla, definitivamente esto era como un hospital pequeño.

—Emma, está aquí.

Espera Qué?

Ese, ese es el nombre de mi hermana, será ella?

La Emma que esperaba que volteara lo hizo, era ella.

Corrí a abrazarla, ella bajó de la silla y hizo lo mismo.
En ese momento me sentía bien, como si el mundo no se hubiera hecho una mierda.

—Jeff, estas bien? Que te pasó? Donde está mamá? —tenía muchas preguntas y yo solo la seguía abrazandola.

—Estoy bien, no me ah sucedido nada, y mamá...

—Que pasa con mamá? Donde está? Jeff, contestame.

Todo era silencio, esperaba para pensar las cosas que hiba a decir.

—No sé dond esta, ella, ella se perdió, solo se que esta en un tal Lake City.

—Qué? Hay no, no puede ser, debe de estar asustada, no, mucho pero, tal vez hay no, tal vez esta muerta.

—No digas eso, yo creo que está viva, recuerda mis supersticiones.

—Está bien, me calmaré. Dime.. Quienes son ellas?

Ella se fué a vivir a Canadá hace cinco años, y nunca tomó importancia aid amigos, bueno, yo no los invitaba a mi casa, no me debo de quejar.

—Ella es Key —La señale y ella sacó una sonrisa cerrada —. Y ella es Daphne — sonrió igual luego bajó la mirada.

—Hola, un gusto. Quieren algo de cenar? Está por oscurecer, deben estar hambrientos.

—Sí, porfavor! —dijo Daphne sonriendo y los cuatro sacamos una carcajada.

Tenía mucha hambre así que fuimos a la cocina de nuevo pasando por la sala. Esta vez ya no estaba la chica.

Entramos a la cocina, era grande, y tenía una mesa con cinco sillas.

—Pónganse cómodos, ya les preparó algo —dijo mi hermana muy amable buscando cosas en las alacenas.

Un Día Para Sobrevivir [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora