→¿Qué son los sentimientos?← ♪Zack y Rachel♪ ∆CORTO HIATUS∆

Introducción.

"¿Dónde van los niños abandonados? ¿Qué es de ellos? No es tan fácil sobrevivir al mundo"

Papá... Mamá...

De pronto todo se había hecho oscuro, sus pequeñas manos estaban manchadas de rojo, sus rodillas eran imán con el suelo y no comprendía lo que estaba sucediendo más de sus mejillas sólo estaban siendo recorridas por las lágrimas como si de un consuelo se tratase, trataba de usar las pocas fuerzas que poseía para mover aquella carga que tenía un tamaño de aproximadamente 5 veces más que la pequeña, su respiración fallaba mientras sus mechones dorados cubrían su rostro de una forma que no podía apreciarse aquellos ojos, no podía ser capaz de descifrar los sentimientos de su alma.

La niña quería darse prisa por la amenaza hacia su vida, recorriendo las carreteras cargando aquel peso que le costaba la rapidez y los pasos que se escuchaban a poca distancia eran pisadas estruendosas como aquellos truenos que acompañaban la lluvia, en su mente pedía ayuda porque si ahora su difunta madre llegó a ese estado incluso creyendo que aún podía salvarla era por culpa de la persona que las estaba siguiendo, debía habérselo imaginado hubo demasiadas señales que indicaban que iban a llegar a la situación que veía antes en los programas de televisión donde pasaban casos de la vida real, casos que empezaban en el ámbito hogareño donde las victimas la mayoría de las veces era la mujer, quiso decírselo a su maestra de preescolar sin embargo respeto las peticiones que su madre le hacia a gritos, la miseria que tal vez no era capaz de comprender debido a su edad pero si capaz de intuir como en esos instantes huir de su amado padre era instinto de supervivencia que en su pobre vida jamás sintió.

Ningún recuerdo feliz pasaba por su mente, nada que pudiera estar orgullosa desde esos pocos años podía visualizar algo y era la ignorancia que ellos le daban pero si tenía en su corazón espacio para la mujer que la trajo a la vida y que sin intención alguna la llevo a la desesperación. En aquella noche de un mes que no tenía conocimiento, ni la hora,  sólo incesantes lluvias que caían en su cuerpo y el cadáver que cargaba ni un auto, persona o tan siquiera un pequeño animal se podía distinguir, sólo una extensa ruta que no tenía final y un cansancio que se apoderaba de ella de forma rápida haciendo que sus pies tropezaran con una roca que no había visto debido a su prisa.

¿Ahora qué debía hacer? La ventaja que había tratado de llevar ahora se había esfumado como sus esperanzas infantiles de sobrevivir ante el hombre que jalo de su cabello para llevarla cara a cara ante él, aquel rostro sólo reflejaba locura, una risa que se escuchó en aquel lugar junto al trueno que acompañaba del relámpago haciendo que el miedo se cale en sus huesos y patalee como símbolo de lucha por su vida como una valoración a sus sueños recientes de ser una adulta como su maestra, la única que fue tan amable y le brindo cariño, juegos, un compartir con otros niños que llevó su trabajo durante dos años. En esos precisos instantes tal vez veía morir toda ilusión de niña junto a aquel brillo de sus orbes celestes que antes parecían diamantes pulidos cosa que el mayor notó a la perfección.

-¡Rachel! ¿Piensas que tu padre es un monstruo?.

-¡Suéltame!...

El hombre miró de reojo el cuerpo de su esposa que él mismo mató a puñaladas, estaba muerta, romper otro pedazo de alma en la niña le parecía tentador después de todo era su culpa el estar atrapado en esa situación en donde sólo le espera la prisión o huir para toda su vida de la policía y pensar que él era uno de ellos, tal vez aún podía hacer algo con respecto a eso sin que haya testigos de por medio y esa niña era la único testigo que quedaba o había presenciado ese asesinato, pero no podía matarla porque era su sangre. 

Aún buscando una solución a sus grandes problemas, el mayor fue arrastrando a la niña de su cabello mientras se escuchaban los gritos bajo la lluvia que no paraba de caer, estaba consciente que estaban a simples pasos de pasar la frontera de la ciudad quedando en bosque desconocido en donde no se podía divisar ninguna casa o algún edificio que pudiera resguardar una niña, aunque en alguna distancia más adelante gracias a la caminata apresurada que daba el padre de Rachel mientras el agua trataba de limpiar rastros de sangre en su ropa o en sus manos pero era un intento en vano, al menos tenía en su cintura el arma y su placa para evitar preguntas pero tampoco se esperaba que al llegar sólo los reciba dos personas de edad adulta con una sonrisa amable que indicaba que no les importaba las apariencias, soltó a la niña frente de ellos mientras lloraba y suplicaba que la salven pero estos sólo la pusieron detrás suyo con un empujón haciendo pensar a ambos individuos que tal vez iban a oponer resistencia, Rachel se mantuvo abrazada a la pierna de la mujer pero no se esperaba las siguientes palabras, más bien ninguno de los dos se esperaba lo siguiente dando a entender en que lugar estaban 

-¿A cuánto vendera a esta niña?.

Una solución al padre de Rachel.

Una nueva odisea empezaría para ella, ¿o tal vez no?.