IV: Días que pasan.

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"Abrir los ojos y no encontrarse con aquella figura le hizo pensar que todo había sido un sueño pero al oír a  los demás preguntando por ella hizo que se levante casi al instante".

No iba a preguntar nada sólo que no era tan difícil imaginarse en donde estaba, sus labios se fruncieron hacia abajo para luego sentarse en un rincón pensando que quería ignorando a los demás, no quería saberlo del todo pero los ruidos de arriba lo alertaron, tanto él como los demás taparon sus oídos al escuchar gritos agudos, los demasiados suaves para saber de quien pertenecía haciendo que el niño de vendas corra hacia las escaleras tratando de ser detenido por los demás pero no se dejaba, se resistía y tampoco sabía el porque hacer eso sólo supo que era lo que quería y eso era subir, por más que se lleve el peor castigo.

Pero su brazo, fue tomado con fuerza a pesar de las condiciones en las que vivían, era el castaño que negó con la cabeza ganándose una mala mirada por parte del otro, los dientes de Isaac estaban apretados entre sí y forcejeo inútilmente con el otro niño que no conocía su nombre porque no le interesaba en lo absoluto aprenderlo, su mente desde hace un día era un completo caos era una mezcla de sensaciones desconocidas que actuaban por su cuenta y hacían un efecto en él que no iba con su persona, hacías algo mal debías pagar esa era la regla pero esa niña era muy pequeña no podría con el peso de los objetos, no podría con la limpieza de la casa ¿No lo entendían acaso?.

-Si quiere sobrevivir, debe acostumbrarse...

Lenny lo miraba con lágrimas en sus ojos, le era difícil también para él permitir eso pero lo que no sabía el más antiguo de todos que era el soporte de aquellos seis niños que aprendieron adaptarse a esa calidad de vida, tampoco se daba cuenta que siempre soportaba el hambre para que los demás coman, era honesto no quería cargar con más cadáveres estaba cansado de eso. De mala gana se soltó de su agarre para volver a su posición inicial, esa niña pasaría una serie de pruebas para comprobar si era de alguna utilidad para los dueños de aquel orfanato y si era todo lo contrario o no estaba a las expectativas de estos, pasaría por la habitación del fin en donde se encerraba a los niños sin comida ni agua dejando que se pudran a su suerte, que crueldad. Las manos le temblaban sin razón alguna, se observó por primera vez en mucho tiempo, sus vendas estaban sucias pero sólo pudo recordar la imagen de la niña acostada, en eso dirigió su mirada al marco de la puerta.

-sólo se útil, maldición.

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Toda una semana había pasado, estaba la niña arrastrándose a lo que seria su última prueba, tenía mucha hambre, el agua que le habían dado no estaba segura de ser saludable pero debía volver, le costo levantar cajas, tuvo que aprender algo de limpieza y sobre todo ser rápida aunque en todo ese agotamiento agradeció el tener la mente ocupada para no recordar sus días pacíficos en el preescolar, para no extrañar ni preguntarse si su madre seguiría con vida, su última prueba era sostener la pala y cavar un agujero en el patio. Con suerte podía sostener la pala, para su condición física, su tamaño corporal era difícil pero debía volver porque había conseguido comida en su bolso a escondidas de los dueños, debía volver para tratar de hablar con Lenny, con los demás niños...conocer su historia, hacer lo que no hizo antes.

Jugar, jugar a escondidas sin que los dueños se den cuenta de ello, era demasiado tarde para tener una vida de una niña de su edad pero no para vivir.

Su estomago le pedía a gritos comida mientras se sostenía de la  pala, poniendo todo el peso de su cuerpo en esta mirando al piso, mirando la línea que estaba marcada indicando el tamaño del agujero y empezó...

Una y otra vez cayó al suelo, ensuciando su ropa con la tierra, se levantó las veces que fueron necesarias...la noche ya había caído por lo que le dieron una linterna para seguir, la fuerza que estaba utilizando eran las últimas que tenía para hacer ese enorme agujero...no podía detenerse, mucho menos retroceder por más que sus manos ardieran queriendo detenerse, la motivación que la impulsaba a seguir era la misma que la ayudo a escapar de su padre por pocos minutos, esa motivación la había llevado a un lugar oscuro sin salida, la misma que le hicieron darse cuenta que había una luz. Como solía decirle su madre aparte de que era su culpa, de que la odiaba, y demás era que debía hacer amigos de no encontrar gente como su padre aunque no lograba entenderlo del todo pudo encontrar una luz en sus últimas fuerzas, en la palabra amistad recordandole su primer logro.

-Isaac...Foster...

Cayó rendida al terminar, una pequeña sonrisa estaba marcada en su rostro estaba orgullosa de poder cumplir algo que tal vez ese niño le pediría de muy mala manera tal vez era su imaginación pero sus ojos heterocromaticos hace días atrás le parecieron lindos antes de dormir, dedicándole miradas indescifrables que no podía tampoco sacar de su mente por eso al ver que la mujer estaba satisfecha con su trabajo gritándole que la siga, sin siquiera molestarse en levantarla uso sus últimas fuerzas para ponerse de píe una felicidad que debía ser inexistente caminaba la niña con el cabello y ropa cubierto de tierra, de otras sustancias que tuvo que limpiar, sus manos llenas de ampollas y lastimadas también sus mejillas marcadas, pero sus ojos estaban brillantes resaltando ese color celeste y así entro a la casa.

-Bien hecho Gardner, estás dentro...

Fue empujada escaleras abajo una vez más pero cerró los ojos sin poder más, su cuerpo colapsado esperando el impacto se vio salvado por los brazos de otra persona, antes de que se volviera todo oscuro se encontró con un rostro vendado, con una pequeña sonrisa que la hizo sentir aliviada...desmayándose arriba de su cuerpo se dibujo una sonrisa también en su rostro.

Bien hecho...Ray...


→¿Qué son los sentimientos?← ♪Zack y Rachel♪ ∆CORTO HIATUS∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora