Capítulo 4

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Pov. Cathleen

Habían pasado varios días desde que estuve con Suga en aquel restaurante. Él y yo nos volvimos muy buenos amigos, pero los problemas con el otro par de chicos no cesaban. Me estaba volviendo loca aquella situación. Deseaba que terminara.

-Vamos, enano, ¿eso es todo lo que puedes soportar?

Me encontraba de cabeza siendo agitada por aquel chico cuyo rostro no mostraba sus sentimientos, mas en sus ojos se reflejaba su disfrute. Era un sádico sin remedio.

-¡No soy enano! ¡Tú eres el titan!

-Oh, vaya, parece que la ratita aún puede más, ¿no lo crees así, Jin? -al fin supe su nombre.

-Sí... ¿Qué tal si hacemos eso?

-¡Wow! ¡Buena idea! -fijó la vista en mí, y luego ambos me soltaron haciendo que cayera al piso de golpe-. Sácate la ropa.

En ese momento mis pupilas se dilataron, llevé mi mano a mi pecho apretando la camisa. El miedo que sentía era demasiado grande. ¿Así de fácil descubrirían que soy una chica? ¿Todos en la universidad sabrían y más problemas vendrían? No..., no quería. Si todos se enteraban... volvería a ser tratada como una frágil niña... Salí de mis pensamientos cuando sentí un fuerte sonido a mi lado, habían pateado el casillero que estaba a mis espaldas.

-¿Qué pasa? ¿El princeso necesita ayuda? ¡Muévete!

-¡No!

-¿No? Parece que alguien se revela hacia sus amos.

-¡¿Amos?! -dije confundida, ¿desde cuándo soy un juguete o una esclava para ellos?

-¡Ahg! -expresó RM, ya irritado-. Jin, sujétale, yo le quitaré la ropa.

-¡¿QUE?! ¡NO! ¡ALÉJENSE DE MI!

Era demasiado tarde, Jin me tenía sujetada en una posición algo incómoda. Incómoda porque su parte íntima rozaba mi trasero. Tenía miedo de moverme, aunque mis mejillas no tardaron en empezar a arder y mis lágrimas iban saliendo. En cámara lenta, vi como RM acercaba sus manos a mi camisa para tratar de desabrocharla, pero, de un momento a otro, este se encontraba en el piso. Alguien le había golpeado. Miré hacia un lado y reconocí a Suga.

-¡Estás yendo muy lejos, Nam-joon!

-¿¡Qué te pasa, Yoongi!? ¡Tú no eres así de bueno!

-Es un niño a comparación de ti, Nam-joon -dijo, a la vez que apartaba bruscamente a Jin, y seguido lo que hizo fue cargarme como una princesa-. ¿Estás bien, Cathleen?

-S-sí, S-Suga. Gracias -me encontraba temblando, ¡Maldita sea! ¡esto es vergonzoso!

Suga sujetó mi cabeza, permitiéndome ocultarla en su pecho... Él sabía que quería llorar, las lágrimas amenazaban con fluir. Apreté con fuerza su camisa tratando de no hacerlo.

-¿Qué? ¿Ahora eres gay? -dijo Jin algo burlesco.

-Por él no me importaría serlo -dijo Suga. De la sorpresa el calor se acumuló en mis mejillas. Cuando menos me lo esperaba, ya estábamos lejos de donde nos encontrábamos. Suga me bajó dejándome en el césped, nos hallábamos en el patio donde conocí a Jin-. Mira cómo te dejaron... -se agachó a mi altura acariciando una de mis mejillas, seguido sacó un pañuelo y limpió con delicadeza mi rostro.

-Gracias, Suga... -solté lagrimas. Definitivamente, no podía soportarlo más.

-Vamos, linda, no llores -se acercó a mi rostro y besó mis lágrimas. Después de sentir electricidad proveniente de sus labios sobre mi párpado, le empujé sorprendida, provocando que él riese por mi reacción.

-¿Q-Qué? ¿Por qué hiciste eso? -cubrí mi rostro entre mis manos, avergonzada.

-¡Esa reacción! ¡Ja, ja!... Espera... Cathleen..., ¿eres virgen? -cuestionó con sorpresa.

No me jodan... (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora