¡Hey, Hermana! | Libro 4

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Anie.

Anie: Estoy hablando en serio, Belly, por favor, dejate de bromas.

Belly: No quiero hablar de eso.

Anie: Bueno, tendrás que aguantarte porque quiero hablar de eso.

Belly: Pues yo no, así que mejor me voy.

Ella me puso de nervios y haciendo eso me ponia mas de nervios.

Yo no era impulsiva pero Belly tocó mi límite.

Anie: Eres una cobarde. No quieres hablarlo conmigo, no sé el por qué no quieres, se supone que soy tu mejor amigas y estaríamos en las buenas y en las malas, cuando tienes un problema solo huyes porque no quieres que vea que eres fuerte como lo aparentes, Belly, todos tenemos una debilidad, y sí tú tienes problemas estaré contigo hasta el final, porque estuviste conmigo cuando más lo necesité, pero eres unas chica egoísta, no quieres que sufra pero no quieres que te ayuden porque piezas que podrás hacerlo sola, pero te conozco, y sé que con un mínimo problema ya estás haciendo todo mal y haces más problemas de lo normal, si no quieres que te ayude, bien, y si quieres dejar de ser mi amiga porque no soportas la idea de que te ayude, solo dímelo.

Anie: Dime Belly, ¿Quieres dejar de ser mi amiga?

Y su respuesta me dejó llorando toda la noche.

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*lloranding*