¡Hey, Hermana! | Libro 4

30

Anie.

Una semana después...

Belly me puso "Okay"

Y mentiría que no me dolió, dolió como no tienen idea.

Me dolió saber que ya no eramos amigas.

Su ex mejor amiga ahora se la pasa molestándome, diciendo que ya no tengo a Belly para que me defienda, porque yo usualmente era muy callada y dejaba que dijeran cosas horribles porque sabía que lo hacían para molestarme pero no les hacia caso y eso hacia que me molestaran más, querían saber a que punto podría llegar mi paciencia.

Me senté en mi grupo de amigas, aparte de Belly obviamente tenía más amigos pero Belly en poco tiempo se volvió alguien muy importante para mí, y por primera vez me sentí sola, a pesar de que tenía más amigos, pero me sentía así, sola.

Lo que le dije a Belly era cierto pero jamás tuve que poner que dejáramos de ser amigas si ella lo quería hacer. Y yo sé que también lo puso por impulso, porque estaba enojada.

La veía recostada en un árbol haciendo creo que muñecas de papel.

Tenia ojeras, los ojos rojos, y tenia cara de que si alguien le decía algo sufriría consecuencias severas. Y yo debería estar igual, o peor.

Alguien se sentó a mi lado y me sorprendo de que sea el crush de Belly.

—Lamento lo que pasó con tu amiga.

—Yo lo lamento más—Suspiré. Las chicas que estaban conmigo miraron que el crush de Belly estaba a mi lado, se sorprendieron pero luego siguieron con los suyo.

—Sé que debí interferir, pero no pude, la cosa se puso muy fea y no quería salir lastimado.

Lo miré y se puso pálido.

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Maricaaaaaaaaaaaaaaa, que draaaaaaaamaaaaaaaaa.

Voyen y comenten plisssss.

Lxs amo ♥

-Merys War.

P.d: Quiero decirles que la historia terminara feliz y todos contentos, si es que estaban pensando que no.

P.d2: preparense para los siguientes capítulos.