UNO

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Recargue mi espalda sobre el  poste metálico al pie de la penúltima parada de la línea

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Recargue mi espalda sobre el poste metálico al pie de la penúltima parada de la línea.

Meto mis dedos congelados dentro de los bolsillos de mi chaqueta verde y miro la calle cubierta de nieve.

No pasa mucho tiempo cuando el auto rojo se detiene al frente. Levanto las maletas del suelo húmedo. Las paso a la parte trasera y me meto dentro del auto, esta caliente.

Huele a pino de jazmín y a cigarro. Me abrocho el cinturón y mi hermano me da unas palmadas en la espalda. Le dedico una sonrisa.

―Olvidé que se ponía así de frío por aquí ―le digo y enciendo la radio.

Se pone un villancico y agitó la cabeza.

― ¡Es Navidad! ¿Que esperabas? ―respondió con su voz chistosa. Agita mi cabello sacándome el gorro.

―Lo se.

Digo con tristeza y me abrazo el pecho, me vuelvo al frente y veo las callecitas de blanco. Los techos y los jardines del mismo color y casi sin gente.

―Se te quita rápido, en la noche, haremos una fiesta en la casa, ya sabes, navidad con los chicos ―sonríe mostrando los diente y luego me observa esperando una reacción.

La verdad es que estoy cansado, eso es.

― ¿Puedo estar presente? ―le digo e inspeccionó su mirada.

― ¡Por su puesto! Es tu fiesta de bienvenida.

Asiento y luego miro al frente otra vez.
Busco algo en la radio, le doy vueltas por ahí hasta que sale algo de Amy Winehouse, subo el volumen, me concentro en la letra y en la canción en sí.

―Pregunto por ti ―dije luego de un rato.

―¿Quien? ―Geo se vuelve a mi confundido, espera la respuesta ansioso.

―Papá ―Me saco la bufanda cuando empiezo a sudar.

― ¿Que tal esta el viejo? ―Geo, regresa la mirada al frente y se que ha perdido el interés en saber quien había preguntado por el.

―Hice una parada ahí. Pase la noche en su casa, quise saludarlo antes venir. Prepare la cena, y luego él se quedó leyendo el periódico hasta que el plato se enfrió ―le dije. Hice una pausa al recordalo―. Me fui a la cama y salí por la mañana. Le dejé una nota, no lo encontré en casa cuando me fui.

Creo que eso también me hacía sentir mal, el cansancio y que tenía hambre.

―Mamá llamó, dice que llega mañana, o hasta la víspera de Navidad. Estaba por ahí, tal vez en Arizona o México, no lo dijo.

Consume Me With Your Fire© ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora