DOS

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Las luces rojas hacia que todo se viera extraño

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Las luces rojas hacia que todo se viera extraño.

La mayoría de las personas en ese lugar se encontraban moviéndose al ritmo de la música. Yo estaba incluidas en ellas.

Había captado la atención de un espectador, sentado en el filo de uno de los sofás. Una pierna cruzada dentro de unos Jeans descoloridos, doblados unos centímetros encima de su tobillo. La camisa floja y con un par de botones del cuello sueltos. En la mano derecha una cerveza y sus ojos mirándome fijamente, recorriendo cada paso, cada movimiento que yo daba sobre la alfombra.

Apestaba a humo de cigarro por donde quiera que respiraba. Tenía mis ojos fijos en el espectador al frente. Movía con más fuerza mis brazos hacia arriba y hacia atrás, abajo y por encima de mis hombros. Mi cabeza la muevo dando círculos, agitando mi cabello empapado por el sudor que recorría mi frente.

Dejé salir el humo de la última fumada de mi cigarrillo.

Mi espectador misterioso se puso de pie, se abrió paso entre el gentío agitado por la música, entre las luces rojas y púrpuras, entre el sonido del woofer agitando mi cuerpo.

Me recorrió de arriba hacia abajo, y yo me moví despacio, mirando su exitacion en la mirada, se mordió los labios y me ofreció una cerveza.

Mantuve mis pasos firmes ante el nuevo cambio de ritmo más lento. Tomé la cerveza en mi mano y él se acercó lo más que pudo, copiando mis movimientos y sujetando me por la espalda.

Sonreí ante el nuevo choque de exitacion, que no solo él estaba sintiendo, yo había comenzado a sentir en el instante en que me tocó.

Lo envolví con mi manos, apenas tocándole, recorrí despacio por el pecho, el calor emanaba de él, su aliento golpeaba mi nariz y sus labios intentaban alcanzar los míos.

Tenía ganas de besarle, lo deseaba, pero quería jugar un poco con lo que sea que estuviera ocurriendo justo ahora.

Me di la vuelta de una sin despegarme de su cuerpo, me moví despacio, agitando mi cintura y mi trasero sobre su cuerpo. Pasó una de sus manos sobre mi pecho hasta llegar a mi cabeza, hice mis mano para atrás a sostener su cabeza y empujarla contra mí cuello, sus labios se pegaron a mi piel y el cosquilleo iluminó mi columna.

―¿Cómo te diste cuenta que te estaba mirando? ―susurró. La voz brotó tan sensual que el cosquilleo me hizo temblar.

―Admito que... esperaba que te dieras cuenta de que estaba por ahí ―mentí―. Deseaba tanto que fueras tu.

―¿Estás jugando conmigo? ―soltó una risita.

Deslizó la punta de su lengua hasta mi oreja. Me estremecí de pronto y me di la vuelta, de nuevo frente a él.

Consume Me With Your Fire© ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora