QUINCE

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Arranque la hoja con furia

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Arranque la hoja con furia.
Me baje hasta la cocina y me serví un trago, encendí un cigarrillo. Me tire en los escalones adolorido y cansado. Me sentía tan cansado aunque me la había pasado los últimos días tirado en la cama escuchando canciones tristes por que podía.
Geo se la pasaba del hospital para acá, y Cris, pues no tenía más remedio que ir detrás de él, a mi ni siquiera me interesaba saber si mi madre había aceptado el tratamiento o no, o si al menos había encontrado el diagnóstico correcto.
Subí de regreso a mi sitio en mi habitación que era un desastre, me había puesto a escribir más notas, llenas de versos y canciones, había escrito una la última vez que se llamaba: Fugaces.
Había intentado hacer un dibujo y adjuntarlo a este, pero no podía hacer que se viera lo suficientemente bien, tal vez lo había echo, pero me gustaba mantenerme ocupado.
Pensaba que podía presentar las notas como el trabajo final para mi clase de Literatura, mi clase de Inspiración y para fotografía. No sé qué tan buenas habían salido las fotos que le había tomado a A.
Las había mandado a revelar en el pequeño estudio de fotografía del centro comercial, así que ya casi estaban.
Un par de horas más anduve dibujando y pensando en él, como si no tuviera nada mejor que hacer, y cuando termine, me sentí orgulloso de lo que había hecho.

Me metí en la chaqueta y camine hacia el centro comercial

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Me metí en la chaqueta y camine hacia el centro comercial. Estaba lloviznando sobre mí, mientras recordaba cuando vivía por aquí, cuando mis padres seguía juntos y la vida transcurría casi de manera normal.
Recuerdo que al salir de clases nos íbamos a la Dulceria.
Compramos un par de bolsas de Picafresas, unas gomita recubiertas con una capa de tamarindo. Agrias y dulces al mismo tiempo, luego, íbamos hasta las consolas en la parte de abajo del centro comercial hasta que se llegaba la cena.
En casa las cosas eran tranquilas, Geo, en su habitación, mi Papá mirando la televisión y mi Mamá en la cocina, o en su habitación.
No entendía muy bien como todo había decaído tan rápido, esos días se habían vuelto borrosos, solía olvidar las cosas innecesarias y tristes, en realidad solo recuerdo a mi Padre yendo por sus cosas, y despidiéndose de nosotros. Mi madre tranquila y firmando la orden de divorcio y ya.
La casa permanecía en silencio y vacía cada vez que regresaba a casa después de terminar de los video juegos. Al punto de regresar a casa cada vez más tarde, o simplemente no llegando a dormir a esa casa.
Después de eso, Mamá, se la pasaba de viaje, de un lado a otro, nos enviaba dinero por medio de Geo, quien se convirtió en el hombre de la casa. Era muy extraña la ocasión en la que ella estaba en casa, y si lo estaba desaparecía al día siguiente a primera hora.
Me puse la capucha cuando la lluvia arreció, me metí en el centro comercia por la derecha hacia el estudio de fotografía.el chico de cabello grasiento y grandes ojos me sonrió al verme entrar en el local. Seguro que conocía lo que había en las fotos.
-Hey -sonreí-. Sólo quería saber si ya estaba listo mi pedido.
-Hola -mostró los dientes y sus dedos recorrieron el mostrador-. Por supuesto.
Se dio la vuelta por su computadora, tecleo algo y luego fue hasta un costado a buscar en los sobres dentro de una caja enorme de cartón pintado de azul.
Regreso de un salto al mostrador y luego me miro fijamente, como buscando un respuesta en mi. Dejo el sobre encima de éste.
-¿Te debo algo adicional? -le pregunte.
-No... -sonrió pícara mente-. ¿Tú tomaste estas fotografías? -pregunto.
-Sí -asentí.
Tomé el sobre despacio sin dejar de mirar sus ojos que llamaban por mi.
-¿Todas? -pregunto de nuevo.
-Hum. No, es decir... Tomé las del chico desnudo.
-Son geniales, de verdad, pero, el resto son un poco confusas -me dijo.
No tenía idea de que tantas fotos tenía el rollo cuando Papá abandono la cámara , si es que cuando yo la encontré, tenía más de la mitad, así que, no sabía que había en el resto de las fotografías.
-Pues Gracias, y te veo luego.
Deje el sobre blanco bajo mi brazo y me di la vuelta, salí del local con grandes pasos y me en funde en la capucha de nuevo para ir fuera bajo el chorro de lluvia.
Se hacía tarde cuando llegaba casa, me encontré a mi hermano y su novia cenado en la sala mirando la televisión.
Geo me echo una miradita al llegar y luego me detuve antes ir a las escaleras.
-¿Tienes algo que decirme? -dije.
-No en realidad, pero, no has ido a ver a Mamá -Dejó el plato en la mesita.
Me volví y regrese a la sala, me recargue sobre el muro del pasillo a observarlo.
-Estoy ocupado con algo -Sujete el sobre en mis manos y lo rompí desde las grapas-. Me voy la siguiente semana, así que...
-¡Exacto! -dijo-. Al menos habla con ella antes de que te marches.
Saque un montón de fotos del sobre y les eche una mirada, las primeras eran las que yo había tomado. Luego, miré una del resto, estaba borrosa.
-Tal vez lo haga -dije.
Me di la vuelta despacio para marcharme hacia las escaleras.
-Dan, esta muriendo -sus voz hizo un eco en mi. Y todos los sonido se volvieron un ruido de fondo mientras miraba las fotos a través de mis dedos, una tras otra.
Había un auto, alguien las había tomado unos metros más atrás, y se miraban un par de siluetas.
Seguí pasando las fotos hasta que mi madre surgió en una de ellas bajando del auto, y luego, otro hombre detrás de ella. Besándola y caminado juntos hacia no se donde.
Me volví hacia Geo con fuerza y lo observe a los ojos, no escuchaba lo que me decía, así que solamente le grite.
-¡Ahí está tu madre! -le lance el montón de fotografías y me eche a correr escalera arriba a mi habitación, cerré la puerta con fuerza y me lance sobre el colchón.

Consume Me With Your Fire© ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora