Querido Haru:
Finalmente te vi hoy. Te ves tan perfecto como lo imaginé. Temblaste un poco cuando me abrazaste. Te sostuve tan fuerte y te dije lo mucho que te extrañé. Me dijiste que siempre pensaste en mí y esa fue una de las razones por las que seguiste luchando para seguir con vida.
No dejé de mirarte todo el rato, sentía como si fuera a despertar de este sueño en cualquier momento y tú desaparecerías de nuevo. Tenía que asegurarme de que esto era real, así que lo guardé para siempre en mi memoria.
Con amor, Makoto.
