Querido Haru:
Hoy encontré la foto que nos tomamos cuando fuimos de viaje a aquel onsen que Rin nos recomendó. Recuerdas como apenas llegamos quisiste entrar a la fuente, la expresión de los dueños fue increíble, aunque luego tuviéramos que disculparnos repetidamente para que no nos echaran.
Recuerdo que ese día después de que te arrastre fuera del baño, ya dentro de la habitación, te paraste cerca a la ventana, admirando la vista. Me preguntaste si me gustaba la vista, y yo respondí que sí mientras te miraba a ti. Supongo que te gustaba tanto cualquier forma de agua, que al final te volviste parte de ella. Te extraño.
Con amor, Makoto.
